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Empapeladas con folletos informativos o, simplemente, sin ofrecer servicio al público. Así amanecieron este viernes decenas de oficinas de Unicaja Banco –todavía bajo la imagen corporativa de Liberbank– en Cantabria con motivo de la huelga convocada por los sindicatos ante el devenir de la negociación ... para cerrar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la organización pretende sellar tras completar la operación de fusión el pasado verano. En cifras, las salidas inicialmente previstas por Unicaja eran 1.513 y el cierre de 395 oficinas, que suponen el 37% de las existentes. En cuanto al impacto en la Comunidad, el ajuste planteado llega a 52 trabajadores y la desaparición de 28 de las 72 delegaciones que tiene distribuidas por la región.
Con estos precedentes, las muestras de la protesta se dejaron notar no sólo en las grandes poblaciones como Santander, sino también en puntos rurales como Ramales o Los Corrales. Desde primera hora de la mañana los sindicatos fueron informando del seguimiento «masivo» que la movilización estaba registrando entre el personal cántabro.
Como referencia, UGT trasladó que en las oficinas centrales de Santander, histórica sede ubicada en la Plaza Porticada, el 90% del personal había secundado la medida de presión.
En la misma línea, CC OO expuso que en Cantabria el seguimiento de la huelga alcanzó el 80%, en línea con el «masivo» apoyo que tuvo la convocatoria en todo el territorio nacional. Según los datos manejados por Comisiones Obreras, por comunidades autónomas las clausuras fueron del 95% en Andalucía; del 95% en Castilla y León; del 80% en Cantabria; del 85% en Castilla-La Mancha; del 80% en Extremadura; del 50% en Madrid; del 98% en Valencia; y del 60% en Asturias.
De hecho, a tenor de estas cifras, con un respaldo medio nacional del 90%, defendió que ninguna jornada de huelga celebrada en el pasado en Liberbank tuvo nunca un seguimiento y apoyo de la plantilla similar, por lo que calificaron la convocatoria como un «éxito».
Consultado por este periódico, desde el banco prefirieron no dar su versión del seguimiento y eludieron entrar en confrontación de cifras con los sindicatos. La negociación del ERE está entrando en su fase final y la semana próxima expira el plazo para tratar de llegar a un acuerdo.
El comité de empresa en Cantabria, con una plantilla integrada por 380 trabajadores, reiteró el respaldo de un 80%, que elevó al 95% si se descontaran los cargos directivos que estuvieron en su puesto de trabajo.
Según informaron en un comunicado conjunto UGT, CC OO, CSIF y CIC, la huelga paralizó casi por completo la actividad de la mayor parte de las 72 oficinas de Unicaja en Cantabria. El comité agradeció «el mayoritario apoyo» de la plantilla al paro.
La representación de los trabajadores en Cantabria confió en que la entidad bancaria «tome buena nota de la unidad de los trabajadores y de su firme rechazo a un ERE inaceptable e injustificable» para que «prosiga la negociación de buena fe y con ánimo de llegar a un acuerdo».
Los empleados iniciaron movilizaciones el pasado 23 de noviembre con las primeras concentraciones. El comité recordó que si no se alcanza un acuerdo se celebrarán nuevas jornadas de huelga los próximos días 1, 2 y 3 de diciembre.
A la jornada de huelga se llegó después de que la última contraoferta realizada por el banco no convenciera a los sindicatos. Unicaja mantiene una hoja de ruta con 1.513 salidas, aunque con ciertas mejoras para los despidos. En concreto, se propone que los empleados de entre 59 y 63 años que tengan una antigüedad mínima de 10 años salgan con el 57% del salario bruto (la última propuesta ofrecía un 55% para una antigüedad superior a 15 años) y convenio con la Seguridad Social, descontando el importe de la prestación por desempleo, hasta los 63 años.
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A los empleados de 57 y 58 años con antigüedad mínima de 10 años Unicaja Banco les ofrece ahora prejubilarse con el 55% del salario bruto (antes el 52%) y convenio con la Seguridad Social, descontando el importe de la prestación por desempleo, hasta los 63 años.
Para el colectivo que tenga 56 años el 31 de diciembre de 2021, la indemnización propuesta es un pago único del 55% del salario anual multiplicado por 4,5 veces, con un tope de 135.000 euros y convenio especial hasta los 61 años, sin descontar desempleo (antes ofrecía 4 veces el 50% del salario, hasta 120.000 euros). Para los mayores de 63 años, mantiene el pago de 20 días de salario con un máximo de un año.
Otra novedad es que incluye en el ERE a los empleados de entre 50 y 55 años, que estaban fuera del proceso y cuya indemnización, junto a la de los menores de 50, será de 33 días por año trabajado, hasta 24 mensualidades, con una prima de 1.000 euros por trienio vencido.
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