Defensa sustituirá el radar del Picón del Fraile por otro de última generación

El Gobierno ya ha autorizado, en la última reunión del Consejo de Ministros, la celebración del contrato mixto de suministros para la adquisición, instalación e integración en el Sistema de Mando y Control Aéreo (Simca) del Ejército del Aire de cuatro radares de vigilancia aérea serie Lanza, un radar Lanza móvil, una maqueta de radar, así como los sistemas auxiliares y repuestos necesarios, por importe de 100,8 millones de euros con cargo a los presupuestos del Ministerio de Defensa.

Según explica el Clúster de la Industria de Defensa (CID) en Cantabria, los radares de la serie Lanza, de la empresa española Indra, sustituirán a los radares de vigilancia aérea RAT-31 SL/T. Este programa permitirá actualizar y mejorar las capacidades del Simca en sus misiones de vigilancia y el control del espacio aéreo, defensa aérea en el ámbito nacional y defensa aérea y antimisil integrada de la OTAN.

Cuestionado al respecto, el CID recuerda que Indra es un socio habitual de algunas de las empresas del clúster autonómico para proyectos vinculados con el sector aerospacial. Aun así, en principio no está previsto que compañías cántabras puedan participar en este importante contrato con efectos en territorio regional.

De hecho, Indra es la responsable del diseño del radar Lanza. Esta familia de sistemas radar 3D se basa en una arquitectura modular y escalable, tanto en el equipamiento hardware como en el software. Todas las versiones son tridimensionales, de estado sólido, operan en banda L y aplican exploración por pinceles. Pueden ser configurados como sistema radar de largo alcance extendido, en emplazamiento fijo o transportables; sistema de medio alcance; gap-fillers; o sistema radar de uso dual civil-militar.

El programa implica también el apoyo logístico (repuestos y equipos de apoyo) y la instrucción en el empleo y mantenimiento de los nuevos radares, tanto al personal de mando y control como a los especialistas que se determinen.

El pasado mes de agosto un grupo de empresarios del CID recorrió las instalaciones del EVA 12. La visita estuvo dirigida por el jefe de la unidad, el comandante del Ejército del Aire Carlos García, asistido por sus oficiales, que explicaron con todo detalle los pormenores de los equipos, su funcionamiento y sus capacidades.

El EVA 12, dada su ubicación geográfica, dificulta enormemente las condiciones de vida y movimiento invernal a causa de la gran cantidad de nieve y hielo que se acumula en esta cumbre, de tal forma que sus ocupantes suelen permanecer largos períodos en situación de aislamiento e incomunicación terrestre e incluso aérea si las condiciones meteorológicas son adversas. En esas condiciones, los relevos de personal deben realizarse a pie o con ayuda de esquís de travesía y raquetas. El frío, el hielo, la nieve y el viento generan también las lógicas dificultades en materia de conservación y mantenimiento de instalaciones.