«La descarbonización solo va a ser posible si cambiamos nuestros hábitos de consumo»

Lo hicieron Ellis de Juan, ex jefe de la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del Banco Interamericano; Luis Antonio Fernández, director de Nuevas Tecnologías en Mitsubishi Power; Carlos Rico, miembro del Departamento de Ciencias y Técnicas del Agua y del Medio Ambiente; y Antonio González, director de Estudios y Apoyo Técnico al Foro de la Industria Nuclear Española, los cuatro sentados alrededor de una mesa de debate presentada por el consejero de Industria, Eduardo Arasti, y moderada por el abogado Martín Silván Gutiérrez-Cortines.

Una mesa sobre la que todos ellos pusieron las dificultades que entraña el proceso transitorio, desde su financiación hasta el almacenamiento de esas energías, y que, a su juicio, hacen inviable la culminación del transbordo a un corto plazo.

Así, Ellis de Juan, para quien la descarbonización económica no tiene ninguna fórmula mágica («solo se podrá llevar a cabo si logramos cambiar nuestros hábitos de consumo», aseguró), advirtió de que los países pobres «no van a poder costear esto», problema del que son conscientes los considerados países ricos, «que van a tener que destinar recursos ingentes para que los países en vías de desarrollo puedan descarbonizarse».

En su turno, Luis Antonio Fernández se refirió a las tres 'des': «descarbonización, descentralización y digitalización», un factor, este último, que va a jugar un papel decisivo.

Como el que Carlos Rico cree que va a tener también el biometano, gas natural de origen renovable «maltratado por la prensa» que él, sin embargo, defiende como energía alternativa a pesar de que este recurso resulta mucho más caro que el gas natural «porque el gas natural solo hay que ir a buscarlo a un pozo y el biometano hay que producirlo», según recordó.

O como el que Antonio González atribuye a la energía nuclear, fundamental, dijo, en esa transición ecológica que se pretende «porque la producción de esta energía no supone emisiones de CO2, garantiza el abastecimiento –lo que no ocurre con otras fuentes, como la eólica o la solar, sujetas a una gran intermitencia–, y no depende, al menos en gran medida, de las decisiones geopoliticas que puedan tomar determinados dirigentes».