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Jaime Botín se fue con la alegría de haber visto a su nieto Diego Botín coronarse en los recientes Juegos Olímpicos, en Vela. Una victoria que el deportista cántabro logró en París hace exactamente dos semanas y que su abuelo «siguió con mucha emoción». ... Es algo que este viernes se comentó varias veces en la casa familiar de El Promontorio durante el velatorio del banquero, fundador y expresidente de Bankinter, que falleció el jueves en Santander a la edad de 88 años. Todo un hito que se quiso sellar con un emotivo gesto en honor a su memoria, ya que durante el discreto acto celebrado en la vivienda ubicada en la santanderina Avenida de Pérez Galdós, la medalla de Diego reposó sobre el féretro de Jaime.
Familiares, amigos y representantes de la banca, la empresa y la política acompañaron en su último adiós a Jaime Botín −hermano de Emilio Botín, quien fuera presidente del Banco Santander hasta su fallecimiento en 2014− y tío de Ana Botín, que sucedió en el cargo a su padre. Un acto que transcurrió envuelto en un ambiente sobrio y discreto que comenzó sobre las diez de la mañana de este viernes. Desde entonces tuvo lugar un goteo constante de rostros conocidos que se acercaron tanto a pie como en coche a la vivienda, ubicada junto al Hotel Real, para transmitir a la familia del difunto sus condolencias.
Por el velatorio pasaron numerosos miembros de la familia, entre ellos, según se pudo ver desde el exterior, los hijos que el banquero tuvo con su esposa, Belén Naveda: Marcelino, Alfonso, Gonzalo, Marta y Lucrecia. Sobre las once y media llegó Ana Botín junto a su marido, Guillermo Morenés. También estuvieron Carmen Botín junto a su madre Paloma O´Shea, y varios de los nietos del fallecido. Entre ellos, el jinete Gonzalo Blasco Botín y el citado Diego Botín, reciente campeón en los Juegos de París. Elena García Botín también acudió con toda su familia, al igual que otro de los sobrinos, Javier Ribero.
Del mundo de la banca se pudo ver a Dolores Dancausa, presidenta de Bankinter, y a Patricia Ayuela, consejera delegada de Línea Directa, la aseguradora creada por Jaime Botín en 1995. En nombre del Banco Santander acudieron, entre otros, el vicepresidente y consejero delegado, José Antonio Álvarez; el director territorial de la entidad en Cantabria y Asturias, Manuel Iturbe; el director de instituciones, Roberto García Borbolla; e Íñigo Sáenz de Miera, director de la Fundación Botín.
No faltaron rostros políticos de la región, entre ellos, la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, el consejero de Industria, Eduardo Arasti, la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el expresidente del Gobierno regional y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla. La presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, no pudo acudir al encontrarse fuera de la región, aunque mostró a través de las redes sociales su pesar por el fallecimiento del histórico banquero. En el velatario estuvo también la exministra Isabel Tocino, amiga de la familia.
En representación de la empresa acudieron Alberto Alcocer, propietario junto con su primo Alberto Cortina de Alcor Holding; Covadonga Cosmen, del Grupo Alsa; Manuel Vidal de la Peña, gerente del Grupo Carrera Motor; y, entre otros, Luis Revenga, presidente de Editorial Cantabria.
Del mundo de la cultura se acercaron a dar consuelo a la familia el productor cántabro Cristóbal García en compañía del también productor y cineasta Álvaro Longoria, fundador junto a una de las hijas de Jaime Botín, Lucrecia Botín, de Morena Films.
El de este viernes fue un velatorio con una nutrida asistencia. Pero será este mismo sábado cuando, en la más estricta intimidad, tendrá lugar el entierro de Jaime Botín, que nació en Santander en 1936. El conocido financiero comenzó en este ámbito en 1957 en el Banco Santander y, de hecho, desempeñó un papel crucial en la expansión de la entidad durante las décadas de 1970 y 1980, llegando a ocupar el cargo de vicepresidente entre 1999 y julio de 2004. No obstante, su nombre estuvo específicamente ligado a la marca Bankinter desde su constitución en 1965 como un banco industrial.
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