Los despidos de Teka, rumbo al juzgado tras un infructuoso Orecla

La cita celebrada el martes en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla) terminó sin avenencia, por lo que el proceso va camino de los Juzgados de lo Social. Según trasladaron los afectados, la empresa ya ha dejado claro que la readmisión no es una posibilidad, mientras que en el ámbito económico la oferta presentada en el Orecla no satisface las pretensiones de los trabajadores despedidos, de 56 y 54 años de edad.

Así las cosas, el asunto camina hacia los tribunales salvo que llegue una nueva oferta por parte de Teka. Se da la circunstancia de que en el momento en que el comité de empresa convocó huelga en paralelo solicitó una reunión con el CEO del Grupo, Stefan Hoetzl. Según trasladó el comité en su momento, el alto directivo había dado orden a los responsables de la factoría de Santander de resolver cuanto antes el conflicto.

De aquello ha pasado más de un mes y hasta la fecha no parece que aquella directriz de Hoetzl haya dado resultado. Tampoco ha vuelto a pronunciarse el comité, que en un instante inicial colgó un comunicado en la fábrica en el que resaltaba que «creemos que es el momento de que la plantilla de Teka Santander permanezca unida para pelear por nuestros puestos de trabajo, ya que dicha unión es lo único que nos dará la fuerza necesaria tanto ante estos hechos como ante futuros problemas o negociaciones en los meses venideros».

El matrimonio despedido había tratado años atrás, en 2012 cuando la planta de Cajo se enfrentaba a otra crisis con un ERE encima de la mesa para despedir a 198 personas, de diversificar su actividad con una granja de alpacas en Penagos.