Digitex plantea cerrar su 'call center' de Maliaño, con 175 trabajadores

Según ha podido saber El Diario, la 'bomba' cayó el miércoles sobre las 14 horas, cuando a través de un correo electrónico la antigua Unitono informó de la necesidad de constituir la mesa negociadora para poder llevar a cabo el expediente de traslado. Como alternativa, la empresa ofrece a sus empleados el traslado a nuevos centros de destino.

En concreto, y en función del servicio que cada operador esté prestando, su nuevo empleo se ubicaría en Jaén o en Cataluña. A la localidad andaluza de La Carolina marcharían los trabajadores adscritos al Servicio de venta telefónica de Naturgy; mientras que a los que se centran en atención a clientes de CaixaBank, así como el personal de estructura, les proponen mudarse a Viladecans (Barcelona).

Digitex insta al comité de empresa a formalizar la Comisión Representativa de los Trabajadores (CRT) para comenzar el periodo de consultas. Para ello enarbola el Estatuto de los Trabajadores y da un plazo de siete días.

En la práctica, los representantes sindicales asumen que se llevará a cabo un proceso de despido colectivo, en especial por las especiales condiciones de un sector como el de contact center. Como referencia, para jornadas semanales de 30 horas el salario no supera los 850 euros. La antigüedad media rebasa los 15 años.

La plantilla, en todo caso, está aguardando la constitución formal de la mesa para preparar movilizaciones ante lo que supone una deslocalización en toda regla. La reorganización sólo afecta al centro de Maliaño. En su comunicación Digitex todavía no ha entrado en los motivos de la decisión, aunque sí que ha dejado caer que aspectos como el absentismo o la producción han pesado en el anuncio.

Sin embargo, desde el comité de empresa rebaten tales argumentos. Anteriormente prestaban servicio a Ibedrola, un contrato que finalizó aproximadamente hace medio año. A partir de ahí, la plantilla se dividió entre los que trabajan para Naturgy y los que lo hacen para CaixaBank. Las mismas fuentes señalan que hay trabajo de sobra en la actualidad.

Asimismo, apuntan a la fusión entre Konecta y Comdata como otro punto de inflexión en el devenir de la instalación camarguesa. La operación, avalada por la Comisión Europea en julio de 2022, dio lugar al referente mundial en el ámbito del 'call center'. Sin embargo, para el centro cántabro la situación ha empeorado desde entonces.

Todo ello en un proceso de deterioro progresivo de dichas dependencias, que llegaron a albergar a casi 1.000 empleados. Los conflictos laborales se han sucedido en los últimos años. Como último precedente, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a nivel nacional que afectó a 10 personas en Cantabria.