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Tras su intervención inicial y antes de dar paso a las cuestiones planteadas por el público, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, protagonista este viernes del Foro Económico de El Diario Montañés se hizo a sí misma la primera pregunta: «¿Qué va a pasar ... en 2023? No lo sé. ¿Quién sabe que va a pasar con la guerra en Ucrania, con las tensiones entre China y Estados Unidos, con el precio de la energía que de momento parece que evoluciona bien...?». La vicepresidenta primera del Gobierno no se atrevió a hacer un pronóstico certero sobre las perspectivas económicas del país durante los próximos meses pero, pese a que insiste en que la mejor palabra para definir la situación actual es 'incertidumbre', Calviño defendió que en un contexto de máxima volatilidad internacional como el actual cobran «más importancia que nunca intangibles como el de la confianza».
Ante los representantes de la vida política, social y empresarial de la región convocados en el Hotel Bahía evitó poner sobre la mesa cifras concretas de crecimiento o de creación de empleo para 2023, pero sí desplegó los motivos por los que el Ejecutivo de Pedro Sánchez reclama esa confianza. «Tenemos que tener confianza en nosotros mismos. Hemos respondido bien a la pandemia. Los ERTE, los avales del ICO, la prestación a los autónomos... Sirvieron para proteger una base que nos ha permitido tener una recuperación económica más fuerte que en otros momentos y ahora nos ha permitido ser el país de Europa con la inflación más baja». A crear esa «base mucho más sólida que las que tenía España para encarar lo que nos venga por delante en 2023» ha contribuido, en opinión de la vicepresidenta económica, dos acciones concretas del Ejecutivo de coalición: la reforma laboral que ha provocado un «cambio estructural» del mercado de trabajo y políticas redistributivas como el aumento del salario mínimo interprofesional hasta los 1.080 euros y la creación del ingreso mínimo vital, que «ha supuesto una redignificación de las personas más vulnerables, generalmente mujeres y jóvenes».
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No se mojó en las previsiones de crecimiento más allá de recordar que todos los organismos económicos apuntan que España tendrá este año un mayor avance que la media del continente y de los grandes países de Europa, pero sí en la necesidad de revisar al alza los sueldos: «En un contexto de inflación y en el que aumenta la productividad, los salarios tienen que subir». Fue clara. Tienen que subir, aunque no dijo la fórmula. Ni habló del pacto de rentas ni hizo referencia a las cuentas de resultados de las grandes corporaciones más allá de subrayar los gravámenes extraordinarios que ha introducido el Gobierno sobre los beneficios de bancos y energéticas y que contribuyen a tener «un sistema fiscal más justo» en que hay que seguir profundizando.
Todo lo anterior corresponde a la primera parte de la conferencia titulada 'La situación actual de la economía Española y los avances del Plan de Recuperación en Cantabria'. A partir de ahí, la segunda parte, la que tiene que ver con el despliegue de los fondos europeos que se pusieron en marcha para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. En resumen, lo que dijo Calviño es que España está cumpliendo y que Cantabria es un alumno aventajado. Eso, y que no existe el riesgo de que el Estado tenga que devolver parte de los 240.000 millones que tiene asignados.
¿Qué porcentaje será capaz de gestionar el país? «El 100%. No podemos desaprovechar ni un euro. Este programa de inversiones llega hasta 2026. No hay que ejecutarlo en un solo mes y ni siquiera en un solo año», tranquilizó la socialista. Como ha ocurrido con alguno de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) -el ejemplo más claro es el del vehículo eléctrico-, los recursos que no se utilicen un ejercicio quedarán como remanente para el siguiente. Lo que ha pedido la Vicepresidencia a las autonomías es identificar aquellos programas en los que puedan tener más dificultades para cumplir los hitos para reprogramarlos. Mover las partidas de unos planes a otros. Los datos dicen que España es el país que va más adelantado en esta materia y su percepción es que no se puede acelerar más la ejecución de estos fondos sin poner en riesgo la labor de control: «Por ahí no podemos pasar. No podemos permitirnos debilitar el control que evita una mala gestión de los recursos públicos».
Si España logró en 2022 crecer un 5,5% fue, en buena medida, por estos fondos europeos. «La evolución de la economía española no se entiende sin el Plan de Recuperación. El impacto en España ha sido muy significativo y es evidente en comunidades autónomas como Cantabria. De hecho, Calviño considera que el comportamiento «extraordinario del mercado de trabajo», que vuelve a alcanzar los 20 millones de afiliados, solo se explica por el impulso de la actividad que han producido tanto el Plan de Recuperación como la reforma laboral.
En clave cántabra, algunos grandes datos. El Estado ha enviado al Gobierno de Cantabria 335 millones de euros para las distintas convocatorias y 96 millones del Plan React-UE, centrado en proyectos sanitarios y educativos. Además de lo anterior, ha gestionado directamente otros 151 millones que han llegado a 2.400 beneficiarios de la comunidad autónoma. Y está por resolverse el reparto de dinero en los seis Perte en los que participan empresas regionales. El que tiene más relevancia es el que tiene que ver con el apoyo a los procesos de transición energética y descarbonización, fundamentales para asegurar el futuro de empresas como Solvay. Por ahora no hay avances, pero Calviño asegura que su despliegue «cobra todo su sentido en lugares como Cantabria» y otros puntos del norte del país, donde el sector electrointensivo tiene un peso específico muy elevado.
Es más, la ralentización económica que se empezó a ver en los últimos meses de 2022 es más evidente en los lugares donde están asentadas estas empresas por la escala de precios como consecuencia de la guerra de Ucrania. «Nos jugamos mucho. Nos jugamos la oportunidad de aprovechar la extraordinaria ocasión de los fondos europeos para abordar un proceso de modernización de nuestro país en clave verde y digital que no hubiéramos podido plantearnos en ausencia de estos fondos».
¿El mayor reto en lo inmediato? «La inflación». Aquí apuntó varias cosas. Que las medidas puestas en marcha por el Gobierno de España –especialmente en materia energética– han permitido ser el país con el índice más bajo de Europa y que el último de los seis paquetes de medidas desplegados, el que contenía la reducción del IVA en productos básicos de alimentación, también está teniendo efectos positivos. La inflación se sigue manteniendo elevada en comparación con hace un año. Las Después de que el IPC bajara cinco puntos en cinco meses tras tocar techo en julio, «las medidas adoptadas en diciembre, de momento y con el dato adelantado, con toda la prudencia, parecen estar teniendo el impacto perseguido. Incluso habiendo eliminado una de las medidas más potentes, la bonificación generalizada a la compra de los carburantes». O lo que es lo mismo, que «la bajada del IVA en la alimentación se está trasladando al precio final», algo que se verá cuando el INE publique los datos consolidados de enero.
En el turno de preguntas salió la cuestión con el que golpea de forma machacona la oposición al Gobierno de Sánchez, que España es el único país europeo que no ha recuperado el PIB previo a la pandemia. El dato es el oficial, pero Calviño, aunque no lo dijo directamente, no se lo cree. Primero, porque «todas las autonomías dicen que ya han superado el PIB prepandemia y España es la suma de todas ellas» y, segundo, porque la evolución del resto de indicadores no encajan. «Hay algo aquí que tenemos que mirar», aseguró la número dos del Ejecutivo, que más allá de las cifras, los cambios cualitativos no dejan lugar a duda: donde más crece la inversión es en los sectores productivos y tecnológicos y donde más crece la afiliación es en ciencia e investigación.
Prudencia, incertidumbre y confianza. «Hay que tener confianza, sabiendo que los retos son muy importantes, que los procesos de cambio son imparables y aprovechando las oportunidades», concluyó la vicepresidenta económica, que mantiene la perspectiva de que «vamos a tener una mejor situación de futuro».
La vicepresidenta tuvo una agenda más que apretada en Cantabria. Antes del Foro Económico, Calviño repasó con Revilla el avance del Plan de Recuperación en la comunidad autónoma. Un plan que financia, por ejemplo, un proyecto de digitalización de cuevas y centros de arte rupestre que conoció de primera mano en su visita al Mupac. También la empresa LIS Data Solutions, que visitó antes de comer, recibirá fondos Next Generations de los que habló a los empresarios en un encuentro previo. Y antes de presentar a las 19.00 horas a Daniel Fernández como candidato del PSOE en Santander tuvo tiempo de pasarse por el Centro Botín.
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