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El discurso, serio. Una situación que admite que hace apenas mes y medio no se hubiera creído tras 59 años de trayectoria de una compañía modélica. «Un desastre», reconoce. Habla de la huelga en Aspla, que hoy cumple 50 días sin solución aparente. Gonzalo Gómez ... Arozamena, CEO del Grupo Armando Álvarez, el gigante familiar que agrupa a 16 empresas en España y otra en Estados Unidos y que se halla en la actualidad inmersa en un conflicto en la 'joya de la corona' de la corporación. Un buque insignia que, no obstante, no volverá a ser lo que era tras este bloqueo. Al menos durante varios años. De entrada, avisa que se ha perdido entre el 40 y el 50 por ciento de los clientes. «Un ERE hoy por hoy es inevitable», adelanta.
-El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, habló el jueves de «riesgo» de que Aspla se marche de Cantabria por la huelga. ¿Es un escenario posible para el Grupo Armando Álvarez?
-Cualquier escenario es posible, pero jamás nos hemos planteado salir fuera de Cantabria. Jamás. Lo que ocurre es que estamos en un momento en que habría poco que trasladar. Aspla está sufriendo tanto que en una empresa sin pedidos ni clientes no tiene sentido hablar de esas cosas. Cualquier escenario es posible pero no nos lo hemos planteado.
-¿Va a aplicar la compañía un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) si la huelga se alarga?
-Un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en Aspla…
-Disculpe, le he preguntado por un ERTE.
-Un ERE en Aspla hoy por hoy es inevitable.
-¿Tienen ya estimada la magnitud de ese despido colectivo?
-(Piensa). No. A día de hoy Aspla tendrá una pérdida de clientes y negocio del entorno del 40 o 50 por ciento. Hay prácticamente una desbandada de clientes después de 50 días de huelga. El ERE sería en la misma proporción. Quizá algo menos o algo más. A día de hoy estaríamos hablando de ese 40% (Cerca de 200 trabajadores sobre una plantilla de 485 personas).
-El lunes el Parlamento de Cantabria vota una Proposición No de Ley en la que entre otras cuestiones se insta a las partes a aceptar un arbitraje para solucionar el problema. ¿Si sale adelante, Aspla asumirá esa solicitud de la Cámara autonómica?
-Lo hemos oído, obviamente. Nosotros desde el principio hemos pensado que este es un conflicto por un convenio colectivo de una empresa privada que debería haber sido capaz, los unos y los otros, de negociarlo dentro de casa como siempre se ha hecho. Nunca nos hemos planteado un arbitraje ni nada parecido. ¿Qué ha pasado en las últimas semanas o meses? Ha habido 11 reuniones en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla), por lo que ya ha salido del ámbito de nuestra organización de alguna forma. Ha habido mediadores y no ha servido para nada. No nos planteábamos el arbitraje, ni mucho menos. Si el Parlamento de Cantabria nos lo propone tendremos que estudiarlo. Ver las condiciones y límites. Por supuesto lo consideraríamos, aunque no es una cosa que nosotros nos planteemos para nada.
-Ustedes anunciaron el miércoles que abandonaban la negociación al considerarla «estéril» a día de hoy. ¿Cómo pretenden resolver el conflicto?
-El comité de Dirección de Aspla y el comité negociador de Aspla abandonan la negociación después de 35 reuniones por la imposibilidad de avanzar en nada. Por la inmovilidad que presentaba el comité de empresa siempre, especialmente en las últimas 11 reuniones del Orecla. Estaba sirviendo para crear nuevos hitos a esperar. Hay una reunión el jueves, el lunes, el miércoles… Parecía que se generaba una expectativa bienintencionada por parte de todos para que luego no se cumpliera. Lo que Aspla decidió, con el respaldo absoluto nuestro, es que no íbamos a seguir con esa frecuencia de reuniones para crear expectativas que no estaban siendo reales. ¿Cómo pretendemos resolverlo? Después de 50 días está muy complicado. Vuelvo a decir, cualquier escenario es posible. Nuestra oferta es buena. Nosotros la consideramos excelente, lo creemos firmemente. Esperamos que la mayor parte de trabajadores acaben aceptándola.
-¿Tienen cuantificadas las pérdidas económicas tras 50 días de huelga?
-No. Las pérdidas hay que verlas a toro pasado. En la anterior entrevista que hicieron mis compañeros lo dijimos. Las pérdidas son enormes. Más que cualquier cifra, lo que nos preocupa y estamos perdiendo son clientes y negocios. Tenemos una auténtica huida de clientes que buscan otras alternativas porque les hemos fallado. No se trata de si hemos perdido x dinero en un día o x dinero en una semana. Estamos perdiendo el negocio. Antes hablaba de un 40%. Si sigue la huelga irá incrementándose hasta el 100%.
-¿Cuánto se ha dejado de producir en este tiempo?
-A una media de 100 toneladas diarias, por 50 días. Pero insisto, la gravedad es la pérdida del negocio.
-Vamos a ello. Habla de cerca de la mitad de clientes perdida. ¿Qué líneas o nichos de negocio cree que no volverán, al menos en el corto y medio plazo?
-No arrancarán aquellas líneas que no tengan pedido. Aspla es una empresa que trabaja contrapedido, no una organización que hace un producto suyo y vende al mercado. Aspla hace lo que el cliente y el desarrollo le pide. Habrá líneas que hemos perdido enteras, otras donde seremos capaces de recuperar algún pedido. Pararán en esa proporción. Hacemos producto agrícola, confección, farma, alimentación… Se está cayendo. Hablábamos en un comunicado de días atrás del 25%. Ahora ya es el 40%. Igual mañana ya es el 60. Irá parando todo paulatinamente. ¿Que seamos capaces de recuperar alguna línea? Para eso trabajaremos. Pero es evidente que va a parar por falta de pedidos. ¿Qué líneas van a sufrir más? Ahora mismo un poco todas.
-¿Esta crisis de reputación de Aspla se está extendiendo al resto de empresas del Grupo Armando Álvarez?
-Creo que no. Aspla tiene 59 años. Llevamos 59 años cumpliendo compromisos, pagando y sirviendo siempre. El Grupo y la propiedad se caracterizan por cumplir sus compromisos. Este desastre que está ocurriendo en Aspla creo que a nivel reputacional no está afectando al Grupo. Pero claro, es terrible. Siempre hemos sido una empresa modelo. Lo que estamos recibiendo estos días después de 59 años de cumplir nuestros compromisos son insinuaciones interesadas. Que si cobramos subvenciones… Es absurdo. Esta no es una empresa de oportunismo o sueldos míseros. Si hemos tenido una subvención ha sido mínima respecto a la inversión. Hablaban de un millón. Para ir hasta el millón y pico de subvenciones tenemos que remontarnos casi hasta 2015. Desde entonces hemos invertido 130 millones.
-¿Y dentro del mercado?
-No entienden el conflicto. Pero hasta ahí. Una huelga de 50 días en el siglo XXI por una diferencia de convenio no lo entienden.
-¿Hay clientes que se hayan sorprendido por este conflicto por una cuestión de actualizaciones salariales?
-Sí, claro. Los clientes al principio no se lo creían, que sería una huelga corta. Después ha ido madurando para mal. Las primeras semanas se ha aguantado, se vendía algo del stock que quedaba. Seguimos produciendo con la gente que entra a trabajar, pero la producción es muy pequeña.
-¿Cuánta gente está entrando a trabajar?
-Unas 160 personas. De producción unas 40. Lo que no hemos podido poner en marcha son los procesos de fuego continuo, porque no se pueden estar encendiendo y apagando.
-¿Cambia este conflicto en Aspla la estrategia futura del Grupo?
-Llevábamos ya unos años en los que habíamos apostado por la especialización de las empresas. Aspla llevaba su propia estrategia de crecimiento. Esa es la que se ha cortado súbitamente. Hace muchos años había factores más comunes, pero ahora cada empresa ha ido creciendo en su sector. Aspla tenía su propia línea: confección, higiene, alimentación y empezábamos con farma. Que solo lo hace Aspla.
-¿Van a priorizar otras plantas o apostar en mayor medida por Estados Unidos?
-No, pero por las cuestiones que he comentado. Nosotros crecemos cuando hay cliente o negocio al que seguir. Invertimos para acompañar a nuestro cliente. No porque Aspla esté parada nuestro cliente de Estados Unidos va a crecer más.
-¿Qué impacto va a tener este conflicto en la facturación del Grupo en este primer trimestre?
-Será importante. Aspla supone más o menos el 20% del Grupo. Aspla el año pasado facturó 350 millones. Fue una facturación especialmente alta por el incremento de precio de las materias primas. Como subieron, nuestra facturación también lo hizo. De hecho, en mayor medida que la actividad. No siempre lo hacíamos tanto, pero bueno 350 millones, entre 12 meses. La división es sencilla.
-El comité denunció en una entrevista con este periódico que ustedes estaban realizando encargos a la competencia antes que procurar un acuerdo con la plantilla. ¿Eso es así?
-(Ríe). No. Por desgracia, son nuestros clientes los que han contratado a la competencia. Nosotros tenemos muchos productos impresos. Entonces los clientes nos han pedido las artes gráficas de sus diseños y que se los entregáramos a la competencia. Entonces lo hemos tenido que hacer, con todo el dolor de nuestro corazón. Hemos mandado cosas a la competencia, pero no por voluntad propia. Es terrible. Es pegarte un tiro en el pie.
-Hablemos del impacto en Torrelavega y todo ese circulante de dinero que va a dejar de correr casi dos meses por la ciudad. ¿Cuál es la masa salarial de Aspla al mes?
-No tengo ese dato, pero en la media de producción están en 36.000 o 37.000 euros anuales… En realidad es mucho más que eso porque tenemos un montón de transportistas y contratas que trabajan para nosotros. Aspla genera una actividad económica: hay fontaneros, montadores, transportistas… Hay pymes que han tenido que presentar ERTE o ERE. Hay otras grandes, como XPO que, aún teniendo otra dimensión, también se están viendo impactadas.
-Vuelvo a insistir. ¿Qué diferencia económica hay entre esa oferta que ustedes definen como «excelente» y el pago íntegro del IPC y los atrasos que genere la inflación?
-No lo sé. Tuviste una entrevista con nuestro director y nuestro responsable de Recursos Humanos. Se han dado los detalles en diversos comunicados. El Grupo y la propiedad respaldan la actuación de la Dirección de Aspla.
-¿No les compensaba entonces acercar más su oferta a las reivindicaciones de la plantilla?
-Que las pérdidas son mayores que cualquier convenio es evidente. Si al final la compañía acaba sin clientes o sin actividad no hay nada que lo compense. Pero es una negociación larga. Nuestra parte ha estado intentando negociar siempre. Hasta el miércoles pasado. Desde entonces estamos ocupados en gestionar el desastre que supone. Clientes, impacto… Nuestra impresión es que la parte social, en vez de negociar, ha buscado hacernos daño o presión. Amenazas con ir a los hoteles del Grupo. Buscando ayuda política desde la primera semana…
-Ha comentado antes que espera que la mayoría de trabajadores acepte su última oferta. ¿Cómo espera que hagan eso?
-Es su libertad. Nos cuentan que hay trabajadores que reciben amenazas, se rajan ruedas, insultos… Es muy difícil, lo entendemos. Pero llega un momento en que si quieren luchar por su puesto de trabajo deben entrar, más con una oferta muy por encima del sector. Si no, esta espiral increíble seguirá hacia adelante. Es muy duro.
-¿Cuánto le falta a Aspla para quedarse sin clientes?
-Es progresivo. Las dos primeras semanas aguantabas. Lo que ha pasado en las dos últimas ha sido una desbandada. Poco. Habrá alguno que por la historia intentará mantenerse, pero la gente se tiene que buscar la vida. Una semana, dos semanas… Si fuera un mes seguro que iríamos al cierre. Una empresa sin clientes… Insisto, nosotros hacemos el producto que el cliente nos pide.
-¿Sin clientes entonces tendrían que cerrar?
-Claro. Intentaríamos recomponerlo pero partiendo desde muy muy muy abajo.
-¿Cuál es el sentir de la propiedad ante el conflicto?
-Para mí ha sido una decepción absoluta. Estamos entre la segunda y tercera generación. Todo el que conozca a nuestro actual presidente, José Ramón Álvarez, sabe que es un hombre cercano e implicado. Muy accesible. De repente este palo. Tendría que contestar él, pero creo que no se lo esperaba. Su decepción es absoluta. Es alguien implicado e ilusionado en este desarrollo reciente. Empezó de chaval yendo a la fábrica con su padre (Armando Álvarez). Tenía muchísima ilusión con el proyecto de Reocín. Es una fábrica absolutamente modélica. La propiedad tenía especial ilusión por lo que era la obra de esta generación familiar. Su desarrollo.
-Desde fuera parece que el conflicto se fue de las manos hace mucho tiempo por algo que no tenía tal magnitud. ¿Lo comparten?
-Claro. Pero nosotros entendemos que la Dirección lleva 50 días intentando negociar, mientras el comité se centra en presionar. Aparte de Aspla el Grupo tiene 16 convenios. Con todos hemos negociado y nunca había pasado esto. No sé qué más decir.
-¿Qué responsabilidad tiene la empresa en llegar hasta aquí?
-Algo hemos hecho mal. Si después de 59 años de trayectoria. De reinvertir todos los beneficios. De hacerlo en Torrelavega. No tiene sentido económico que Aspla esté en Torrelavega. Lo hacíamos por arraigo, por crecimiento y hasta hace cinco semanas diría que por la gente. Seguro que hay trabajadores que merecen ese calificativo, pero hay otros que no. Algo hemos hecho mal al no detectar que había gente que podía hacer mucho daño por muy poco. Nadie invierte más de 100 millones para deslocalizar… Nunca hemos vendido nada ni hemos especulado con nada. Algo hemos hecho mal.
-¿Qué va a quedar de Aspla tras la huelga?
-Un Aspla más pequeña. Si la huelga dura tres meses partiremos de cero. Si acaba hoy pues partiremos de la mitad y lo intentaremos recomponer. Pero el daño es irreparable e irreversible y durará muchos años.
-¿Les ha llamado el Gobierno de España?
-No.
-¿Y el presidente de Cantabria?
-(Piensa). Creo que ha hablado con nuestro presidente interesándose por nuestra situación. Creo que sí. Diría al 99% que sí.
-¿Y del papel del Gobierno de Cantabria durante este proceso?
-Somos una empresa privada en un convenio privado. El Gobierno hace llamamientos. Es lo que intentamos nosotros tras 11 meses, 35 reuniones y 11 Orecla. Hemos intentado llegar a un acuerdo. Nosotros hemos querido ir a negociar. Según nuestra percepción nos hemos topado con una pared.
-¿Cree que si hubiera garantizado el IPC la huelga se hubiese acabado hace tiempo?
-Es que esas manifestaciones del comité de que sólo pide el IPC es falso. Si no estoy equivocado, sus últimas peticiones superan el 10% de incremento. No es verdad que sólo sea el IPC. No han renunciado a sus posiciones. Nos han dicho que teníamos que dar el IPC, los atrasos y luego nos sentamos a negociar el resto. No es verdad que sólo pidan eso.
-Se lo pregunto de otra manera. ¿Si ustedes ofrecieran el IPC y el comité renunciara al resto de pluses acabaría mañana la huelga?
-Nosotros ya hemos dado nuestra última oferta. En una negociación puedes subir una cosa y bajar otras. Igual no nos hubiera valido. No lo sé.
-¿Qué opina del discurso de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, contra Aspla durante su visita a Santander? -Represento a la empresa. No me puede parecer bien, es evidente. Lo que pasa es que se nos señala por tener beneficios. Es una cosa dura. Si la propiedad tiene beneficios y se los reparte, en España y Europa legalmente estaría en su derecho. Creo que nos llamó «indecentes». Una empresa, que gana 24 millones, de los cuales seis son impuesto de Sociedades. Otro millón de impuestos locales. Pagar a 500 trabajadores. IRPF. Y del resto reinvierte todo. ¿Y te llaman indecente? No digo más.
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