Dynasol supera el filtro ambiental para ejecutar su ampliación millonaria en Gajano

Un proyecto con una inversión de 65 millones de euros y la creación de 350 empleos -300 durante la construcción de las nuevas instalaciones y 50 durante la explotación de las mismas-, pero que se había ralentizado por las diferentes trabas administrativas con las que se estaba topando la compañía. Sin embargo, recientemente la Consejería de Medio Ambiente, ahora con el popular Roberto Media al frente, ha firmado una modificación no sustancial de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) que posee la organización para su actividad industrial en Marina de Cudeyo, lo que ha puesto fin a un largo proceso hasta obtener la aquiescencia de los técnicos.

La problemática, que había llevado el nerviosismo al seno de la corporación durante todo 2023 visto que no acababa de conseguir dicho plácet ambiental, giraba en torno al criterio del personal funcionario de la Dirección General de Medio Ambiente en relación a los requisitos del proyecto. La principal disyuntiva, a tenor del razonamiento de los técnicos, pasaba por la necesidad de aplicar a la ampliación un procedimiento ordinario de Evaluación de Impacto Ambiental, un camino mucho más largo; o la modificación que pretendía Dynasol. Finalmente, tras varios meses de intercambio de pareceres y documentos, y el consiguiente retraso, finalmente la tramitación del expediente derivó por la vía más ágil. La empresa, eso sí, ha tenido que flexibilizar el proyecto e incluir mayores garantías, especialmente en el ámbito de la depuración.

Según fuentes de la plantilla, las obras avanzan dentro del interior del complejo de Gajano, colindante con el recinto que ocupa la firma Birla Carbón, y donde se producen diferentes tipos de caucho sintético. Ahora bien, falta comprobar si la empresa llegará a tiempo de cumplir el calendario trasladado al anterior Gobierno cántabro.

Medio Ambiente publicó en julio el informe de Impacto Ambiental en el que recogía que no era necesario pasar por una evaluación. Esta semana se rubricó la modificación no sustancial de la AAI. Sin embargo, resulta harto difícil que encajen los plazos anunciados.

El 26 de abril de 2022 el director general de Dynasol, Felipe Varela, confirmó al entonces presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, que la nueva línea estaría en funcionamiento en el primer trimestre de 2024.

De aquello hace más de año y medio, y en aquel momento la compañía ya se disponía a comenzar las inversiones de forma «inminente» toda vez que su Consejo de Administración había aprobado el plan, anunciado al propio Revilla en enero de 2021, todavía bajo el efecto de la pandemia coronavírica.

Precisamente, en aquel ejercicio Dynasol tuvo una facturación de 200 millones de dólares, mientras que con la nueva línea que va a comenzar en Cantabria la previsión es llegar a los 230.

En la reunión inicial se destacó que el nuevo producto SBR, componente fundamental para los adhesivos, no se encontraba en el portfolio de Dynasol en Gajano, por lo que permitiría incrementar la facturación local entre un diez y un 15 por ciento.

Aunque la fábrica cántabra se remonta a 1966, cuando se creó con el nombre de Calatrava, Dynasol es fruto del acuerdo al que llegaron en 1999 Repsol y el grupo industrial mexicano Desc (que en 2007 cambiaría su nombre a KUO). Desde entonces, la planta pasó a centrarse en la producción de cauchos termoplásticos e hidrogenados, de mayor valor. No ha dejado de crecer en portfolio y desarrollos.