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Cantabria crecerá el 1,9% a lo largo de 2024, lo mismo que la media de España. Y lo hará pese a que se encuentra en la parte media-baja en el Índice de Competitividad que elabora el Barómetro de la Economía y que compara ... la región con el resto de territorios del país. Pierde un puesto respecto al año anterior y pasa del octavo lugar de 2023 al noveno actual. La conclusión es que si corrige todos los aspectos que lastran su posición en el ránking y que están muy claramente identificados en el estudio, el margen para generar más riqueza y empleo es de todo menos despreciable.
¿Qué hay que corregir? Diferentes cosas. Casi todas muy identificadas y repetidas, pero también algunas que, para Fernando García Andrés, decano del Colegio de Economistas de Cantabria, pasan demasiado desapercibidas y que «han quedado fuera del debate público»,como la cuestión demográfica. «Pese a la incertidumbre, la economía española y cántabra han aguantado bien. Eso sí, necesitamos un crecimiento sostenible». Crecimiento que, en su opinión, se verá lastrada sobre todo por tres factores: la productividad, la diversificación de las industrias y el envejecimiento de la población.
Estos son los elementos estructurales que, en su opinión, tienen que resolverse con un «acuerdo de país». «Más diálogo, por favor», reclamó el decano a los responsables políticos. Especialmente en los asuntos demográficos. Como recordó su colega Salvador Marín, si los datos de paro de Cantabria son buenos –desde luego, mucho mejores que la media del país– es en gran medida porque el porcentaje de población activa también es menor que la media. Con una pirámide demográfica con una estructura preocupante, la región está en la parte alta de porcentajes de población en los tramos de edad de más de 40 años. A la vez, el crecimiento total de censados se asienta en la llegada de migrantes, mientras que baja el número de nacionales.
García Andrés puso en valor la necesidad de estudios como el presentado ayer en el Hotel Sardinero y su utilidad como herramienta de trabajo de los gobernantes, que son los que tienen que tomar las decisiones: «No es nuestra misión determinar cómo tiene que ser la sociedad ideal, pero sí determinar los costes y beneficios de las distintas políticas». Poner sobre la mesa las consecuencias de los actos en los grandes números y también sobre cada uno de los individuos.
Por eso el decano de los economistas cántabros apuntó que no se podrá decir que la economía lleva buen rumbo si no se «aminoran las fuertes desigualdades y se asegura un estado de vida digno» para todos los ciudadanos. Es necesario que se generen recursos, pero también «un reparto de esos recursos para mejorar la vida de la gente». De ahí que el barómetro también tenga en cuenta estadísticas y recomendaciones para afrontar las dificultades de acceso a la vivienda o para trabajar el fomento de una cultura emprendedora que revierta «la cultura de la funcionarización».
La visión general de Manuel Iturbe, director territorial de Banco Santander para Cantabria y Asturias, es que la región, como la mayoría de economías, muestra un «buen estado de resistencia»pese al entorno de incertidumbre. El mejor ejemplo para él son los datos de empleo. «La fortaleza del empleo nos coloca en un buen punto de partida», afirmó.
Iturbe recomendó a los empresarios que se acostumbren a vivir «constantemente en crisis»y que, ya que «las incertidumbres son constantes, hay que aprender a vivir en situaciones complejas». Si todo se tuerce, hay un factor que evitará una crisis económica como la de 2008 o la que provocó la pandemia. «Los bancos estamos en una situación sólida, mucho mejor capitalizados para apoyar al tejido productivo».
Otro punto positivo es la evolución de los datos del turismo. «Es un sector que muchos países querrían tener. Nosotros lo tenemos y entiendo que debemos cuidarlo», añadió Salvador Marín, que, pese a los problemas asociados, cree que los beneficios de la llegada de turistas superan a los perjuicios que causan.
Todos ellos intervinieron durante el acto conducido por Jesús Lastra, periodista de El Diario Montañés, y en el que también tomó la palabra el director general de Editorial Cantabria, Ignacio Pérez, que puso en valor el barómetro y la importancia de que la sociedad tenga a su alcance datos fiables. «Momentos de incertidumbre como este exigen tener la información más veraz posible para tomar buenas decisiones económicas», concluyó.
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