Los economistas sitúan a Cantabria entre las comunidades con mayor presión fiscal del país

El presidente del Colegio de Economistas de Cantabria, Fernando García Andrés, explica que, en el caso regional, los ingresos tributarios por habitante pasaron de 2.338 euros en 2016 a 2.723 en 2020, cuando a nivel nacional el salto fue de 2.206 a 2.641 euros. «En 2020 Cantabria figuraba en el quinto lugar –de mayor a menor recaudación– entre las 15 comunidades de Régimen Común. En los extremos figuraban Baleares con 3.701€ euros por habitante, mientras que en Extremadura este registro era de 1.401», manifiesta el portavoz del colectivo.

No sólo eso. En relación a los impuestos propios, representan en el caso de Cantabria el 1,7% de los ingresos tributarios, similar al total nacional. «Por lo tanto, puede afirmarse que tienen una escasa relevancia en la financiación autonómica. La recaudación por impuestos propios bajó de 50 euros por habitante en 2016 a 47 en 2020. La principal fuente de ingresos tributarios propios procede del canon del agua representando casi un 99% del conjunto», anota García Andrés, que igualmente recalca que el impuesto de Sucesiones en Cantabria es «simbólico» y el de Donaciones establece una bonificación del 100%.

El análisis también se detiene en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). García Andrés pone ejemplos. «Supongamos un contribuyente soltero y sin hijos con edad inferior a 65 años y sin discapacidad ni ninguna otra circunstancia personal que pudiera darle derecho a deducción estatal o autonómica. Para una base imponible de 20.000 euros, Cantabria se situaría en la media estatal en sexto lugar (de mayor a menor tributación) de las 19 Comunidades estudiadas», arranca.

En el caso de contribuyentes con bases imponibles de 45.000 euros, Cantabria estaría por encima de la media estatal y en séptimo lugar de las que más contribuyen. Lo mismo ocurre con bases imponibles en torno a 110.000 euros, si bien en este caso supera con mucho la media nacional y se sitúa en el cuarto lugar en el tablero nacional.

Como otras consideraciones generales, las autonomías han visto incrementada su recaudación por impuestos, desde 2007, último año anterior a la crisis financiera, hasta 2018 en un 28,69%. «Ello se debe a su participación en los grandes impuestos cedidos parcialmente: Renta, IVA e Impuestos Especiales (IIEE), aunque haya incidido en sentido contrario la bajada en Patrimonio y Sucesiones –por los cambios normativos– y, sobre todo, en Transmisiones Patrimoniales (TP) y Actos Jurídicos Documentados (AJD), por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. En 2021 el Impuesto sobre la Renta representaba el 42,3% del conjunto ((33,9% en 2007); el IVA el 32,5% (26% en 2007); y el impuesto sobre Sociedades el 11,9% (20,9% en 2007)», concluye el decano de los economistas cántabros.