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El mercado de los eólicos parece en continua ebullición. Esta misma semana los activos de la eléctrica cántabra Viesgo han sido vendidos por su actual propietaria, EDP, a la compañía austríaca Verbund que está apostando claramente por actuar en este campo en España. La ... operación sido recogida en varios medios de comunicación nacionales. Verbund Green Power, filial de la energética austriaca Verbund AG, ha adquirido el 100% de las acciones de Viesgo Renovables y Viesgo Europa a EDP Renováveis (EDPR), filial verde del grupo portugués EDP.
Las dos compañías adquiridas tienen nueve parques eólicos con una capacidad instalada de 257 MW distribuidos en varios puntos de España. Siete de ellos son beneficiarios de un sistema de retribución garantizada (Recore) que en promedio tendrán una duración de otros siete años, mientras que otros dos venden su energía en el mercado libre. Los activos eólicos adquiridos están bien diversificados geográficamente, en zonas con recurso eólico y conexiones para desarrollar nuevos proyectos.
Según algunas fuentes, se calcula a la operación un valor empresarial de 460 millones de euros y es una excelente oportunidad para que Verbund aumente su cartera de renovables en España y equilibrar su perfil solar. Las plantas tienen potencial para la hibridación y la repotenciación y proyectos de hidrógeno verde. Actualmente, existe una gran demanda en el mercado de parques híbridos (solar y eólico).
La estrategia de Verbund para el año 2030 es crecer significativamente en energía solar y eólica y que entre el 20% y el 25% de la generación eléctrica proceda de fuentes renovables. En esta dirección, la compañía austríaca considera a España, donde desembarcó en el año 2021, como mercado objetivo estratégico.
460 millones
son los que se estima que ha supuesto el traspaso de los eólicos de Viesgo
565 millones
pagó la lusa EDP por la totalidad del negocio de energía renovable de Viesgo
En cuanto a la estrategia de EDP, en diciembre de 2020, EDPR concluyó la compra de la totalidad del negocio de energía renovable de Viesgo por un valor de empresa de 565 millones de euros. En concreto, se hizo con una cartera de 511 MW de capacidad instalada de energía renovable en España (el 84%) y Portugal (el 16% restante). La operación formó parte de la compra de la energética cántabra Viesgo por parte de EDP España, con redes de distribución en Asturias, Galicia y Castilla y León.
La compañía lusa se hizo esencialmente con las redes de distribución eléctrica de Viesgo y con la cartera de renovables, ya que la cartera de clientes y dos centrales de ciclo combinado de la compañía habían pasado previamente a manos de Repsol.
La operación que se ha conocido esta pasada semana cierra claramente una etapa en la vid de la eléctrica cántabra Viesgo, lejos de aquellos de 'gloria' en los que apostó por ser una compañía independiente. La necesidad de empresas más grandes para competir en el complicado campo de la energía la llevo a ser centro de operaciones que la llevaron a incorporarse a grandes grupos.
Viesgo puso en marcha en 2019 el parque eólico del Marquesado, en el municipio gaditano de Puerto Real, formado por siete aerogeneradores de 163 metros de altura, que suman 24 MW de potencia. Sin embargo, cerró la planta de carbón de Puente Nuevo, en Córdoba, al entender que no le compensan las inversiones que la UE exige para continuar su actividad más allá de 2020 y los elevados precios que han alcanzado los derechos de emisión de CO2, que han pasado de una media de 5,83 euros por tonelada en 2017 a más de 25 euros.
El cierre de las centrales de carbón era solo un escalón más en una estrategia europea de apuesta por lo verde. Era un camino para todas las eléctricas. Asi, Iberdrola había anunciado también que cerraría sus dos últimas centrales de carbón, la de Lada, en Asturias, y la de Velilla, en Palencia, que aportaban 874 MW, pero fue un interpretado dentro de la estrategia de la compañía, que se presentaba como abanderada de los kilovatios verdes.
Este gesto no parecía que fuese a ser secundado por el resto de las eléctricas pero fueron sumado, en mayor o menor medida, el resto de las compañías. Es el caso de Endesa, que habia anunciado hace algunas semanas que las condiciones del mercado no hacen previsible la continuidad de sus centrales de carbón, incluidas las de As Pontes y Litoral, en las que ya había hecho sendas inversiones de 200 millones de euros. Por su parte, Naturgy -la antigua Gas Natural Fenosa- solicitó cerrar sus plantas térmicas de carbón de Meirama (A Coruña), Narcea (Asturias) y La Robla (León). Solo unos meses antes había cerrado Anllares, que compartía con Endesa.
Viesgo ha vivido muchos y complejos cambis en los últimos años, En 2020, EDP compró Viesgo por 2.700 millones de euros. La eléctrica portuguesa, dirigida en España por Rui Teixeira, finalizó así la 'operación Miró' que le permite ganar peso en el negocio de la distribución al tiempo que refuerza su presencia en renovables. Así, EDP integró los activos renovables en EDPR, que gestionaba los derechos de conexión tras el cierre de las centrales térmicas y constituirá, junto a Macquarie, una alianza para los negocios de distribución eléctrica de Viesgo, Begasa y E-Redes (la filial de EDP). El paso ahora ha sido vender los activos eólicos.
De otro lado, Viesgo vendió a Repsol en 2018 saltos de agua y centrales de bombeo que suman 700 MW y dos ciclos combinados (1.650 MW), además de su cartera de clientes, no quería quedarse reducida a una empresa de distribución de electricidad, aunque tenga 31.150 km de tendidos en el norte de España, y pretende ir recuperando capacidad de generación, pero exclusivamente en el campo de las energías verdes, donde tiene tenía previstas varias inversiones.
La apuesta por las enervas renovables es irrenunciable y no cabe duda de que la eólica es una de las que despiertan mayor interés a nivel europeo. La compra de los parques eólicos de Viesgo por Verbund así lo corrobora. Sin embargo, no podemos olvidar que las tensiones que se han generado por el elevado coste de la energía todavía están latentes y requieren soluciones con la vista puesta en lograr escenarios de futuro. Además, en Cantabria la apuesta eólica está claramente en pañales y el nuevo Gobierno tendrá que tomar decisiones en ese marco de unas energías verdes irrenunciables.De otro lado, a la hora de extender los parques eólicos por España surgen los problemas. Si trazáramos un mapa de los parques eólicos en el país, tarea que ya ha hecho AEE —la asociación que representa a las empresas del sector— Madrid destacaría como una amplia franja sombreada. Y con razón. Junto a Ceuta y Melilla supone el único territorio del país sin este tipo de instalaciones, por las que sí se ha apostado con fuerza en otras regiones a la hora de buscar fuentes de energía renovables. Segun la AEE, la potencia eólica instalada en España alcanzó el ejercicio pasado los 29.813 MW, con 1.670 MW nuevos. En cuanto a instalaciones, en 2022 se pusieron en marcha 46 parques eólicos, con lo que el listado de instalaciones se eleva ya por encima de las 1.300, que suman en total más de 22.000 aerogeneradores. Gracias a ese músculo el sector ha logrado récords como cuando se marcó un máximo de potencia instantánea, con casi el 60% de la energía generada a nivel peninsular generada por el viento; y convertirse en el segundo país europeo con más potencia eólica instalada, solo por detrás de Alemania.
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