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Cumplir cien años y seguir gozando de buena salud a pesar de los achaques es algo que saben bien empresas e instituciones de Cantabria que han llegado y superado el centenario y que son un claro ejemplo para la región y un valor inmenso para ... su economía. La Consejería de Industria, la Cámara de Comercio, CEOE-Cepyme y Acefam destacan la importancia que estas empresas e instituciones centenarias tienen para la Comunidad.
«Las excelencias que han hecho destacar el turismo de la región han dejado en segundo plano la evidencia del carácter industrial y emprendedor. El porcentaje de nuestro PIB industrial, superior a la media nacional, puede sorprender a muchos. Pero, además, hay otra circunstancia que expone el arraigo industrial de Cantabria, como es el número de grandes y centenarias empresas que permanecen activas y que han sabido adaptarse a la coyuntura de la economía, con el importante recurso del Puerto de Santander, que celebra este año su 150 aniversario», valora el consejero de Industria, Javier López Marcano. «Cantabria -afirma- tiene que estar muy orgullosa de sus empresas, y de la misma manera que nos enfrentamos al reto de poner en marcha nuevos proyectos, debemos orientar nuestros esfuerzos al mantenimiento de los que ya tienen experiencia para guiar el camino de nuestro desarrollo».
Si tras más de cien años, con guerras mundiales y civiles y diferentes crisis financieras en la historia, hay negocios que perduran, sin lugar a dudas tienen mucho que decir y mucho que aportar. Y en efecto, estas compañías son 'raras avis' en España y Cantabria. Una de las peculiaridades de estas compañías es que no funcionan bajo un modelo de crecimiento abrupto, sino que su finalidad es perdurar en el tiempo y cumplir un papel en la sociedad, mantener la misión y los valores para la que se crearon y por supuesto actualizarla a los tiempos. Estas compañías son especialistas en innovar y adaptarse a los cambios y suelen focalizar su núcleo de estabilidad en un liderazgo formado y especializado y en un equipo de elevado talento.
«Una gran mayoría de negocios centenarios son familiares y en Cantabria tenemos buenos ejemplos de ello, tanto en la industria como en los servicios y el comercio. Son empresas familiares que han sabido construir bien sus modelos de transición y profesionalización familiar. Además, estas empresas, sin lugar a dudas, en su gran mayoría se han internacionalizado como afianzamiento de su crecimiento en países comunmente estables ubicados en Europa o Norteamérica. Por suerte, la Cámara de Comercio de Cantabria, con sus 135 años a la espalda, ha podido acompañar con orgullo a gran parte de las empresas de las que hoy podemos presumir y que sin lugar a dudas son un referente y un espejo en el que los emprendedores y pequeños negocios familiares deben mirarse», considera Modesto Piñeiro, presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria.
«Menos del 40% de empresas que nacen en España llega a los cinco años de vida, dato que engrandece el privilegio que es contar con empresas centenarias en la región. Cada empresa que alcanza esta edad nos habla de emprendedores arriesgados y constantes en el esfuerzo, de buenos gestores, de trabajadores comprometidos y con talento, y de una relación con su entorno que ha entendido la riqueza y el bienestar social y económico que aportan. Todo ello era necesario cuando nacieron, y sigue siendo igualmente necesario hoy, diría que incluso más necesario, porque la complejidad del entorno de competencia internacional y los retos de nuestra civilización hacen que el papel de la empresa deba ser puesto en valor, apoyado, acompañado y reconocido por todos. Desde CEOE-Cepyme felicitamos a las empresas centenarias y nos afanamos en trabajar para que cada empresa de Cantabria encuentre un entorno que apoye su desarrollo», estima Isabel Cuesta, directora general de la CEOE cántabra
«Si algo define a la empresa familiar es precisamente su propósito de perdurar generación tras generación manteniendo viva la llama de sus fundadores, una tarea compleja no solo por los cambios de mercado o las crisis que afectan cíclicamente a la economía, sino también por el propio devenir de las familias y la visión particular de cada uno de sus miembros. Ser una empresa centenaria es un éxito de familia, es un éxito de equipo de trabajo, un éxito de liderazgo y un éxito social. Las empresas centenarias, sobre todo de carácter familiar, tienen apego al territorio y al final constituyen buena parte de la columna vertebral del desarrollo de los países y las regiones. La presencia de empresas centenarias es un indicador de la buena salud de una economía, del dinamismo de un territorio y normalmente del compromiso de una familia que continúa trabajando con los valores y la ilusión de la primera generación», indica Vicente Alciturri, presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Cantabria (Acefam), que cita entre sus asociados centenarios a Pérez y Cía, Eduardo Lostal y Cía, Sobaos Serafina y Joyería Presmanes.
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