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La Cámara de Comercio de Cantabria no podrá completar su proceso electoral en los plazos que tenía previsto después de arrancar toda la maquinaria el pasado mes de septiembre con la exposición pública del censo. ¿El motivo? La falta de un convenio con Correos ... que quedó caducado después de que la Comunidad agotara los plazos otorgados inicialmente por la Administración central, al igual que otras autonomías que no pudieron adaptar la legislación con tiempo suficiente como para proceder a la renovación de las entidades camerales antes del 30 de septiembre, límite marcado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
A pesar de que desde la organización que preside Modesto Piñeiro se deja claro que el convenio no es relevante, el acuerdo para una atención especial durante el proceso electoral es condición 'sine qua non' para poder celebrar comicios. La cuestión es que el documento expiró el citado 30 de septiembre y a pesar de la propuesta de las cámaras de toda España para poder formalizar una prórroga los responsables jurídicos de la Administración han llegado a la conclusión de que es necesario redactar un documento nuevo entre Correos y la Secretaría de Estado de Comercio.
Con esta situación, y teniendo en cuenta que desde la publicación del convenio deben pasar 50 días para seguir avanzado fases en la hoja de ruta prevista, la Cámara de Comercio de Cantabria da por hecho que no será ya hasta el año próximo cuando se pueda proclamar nuevo presidente. De hecho, será el organismo tutelante, esto es, la Dirección General de Comercio adscrita a la Consejería de Industria del Gobierno autonómico, el que tenga que establecer los nuevos plazos.
La Cámara llevó el 10 de septiembre a información pública el nuevo censo de cara a los comicios. Tras la aprobación del régimen interno, el documento estuvo disponible durante 20 días. La Cámara de Comercio quería celebrar la cita con las urnas en el menor tiempo posible, hasta que ha visto cómo la barrera de Correos no se puede sortear.
La organización, además, llega a estas elecciones después de haber dado la vuelta a una situación financiera realmente comprometida que estuvo a punto de derivar en la venta de la sede que la institución tiene en la plaza Porticada de Santander. Un crédito concedido por Liberbank, así como un reajuste de gastos e ingresos tras reducir su estructura y personal, permitieron dejar la vía inmobiliaria en un cajón. Un trabajo que ha reforzado la gestión llevada a cabo por el propio Piñeiro en los últimos tiempos.
A pesar de haber comenzado oficialmente el proceso, no se ha oteado ninguna candidatura alternativa. Es más, el trabajo desarrollado en las últimas semanas parece encaminado a ocupar los puestos en los grupos con una lista única.
Como principales novedades, la nueva Ley de Cámaras establece que en los plenos de las Cámaras de Comercio, además de los representares elegidos en los distintos grupos y categorías, así como los propuestos por las organizaciones empresariales, habrá un grupo formado por las compañías de mayor aportación voluntaria, en la forma que se determine por la administración tutelante. En concreto, en el caso de Cantabria la normativa regional recoge que habrá 12 vocales elegidos entre las compañías de mayor aportación voluntaria en la forma que determine el Reglamento de Régimen Interior. Se establece una aportación mínima de 3.000 euros anuales a ingresar por las firmas interesadas en cada uno de los cuatro años que dura la legislatura. El periodo para hacer el pago finaliza a las 20 horas del día anterior a la fecha de las votaciones, según el procedimiento de elección aprobado.
Mientras que en Santander el anuncio de elecciones no ha provocado grandes reacciones en el seno de la Cámara de Comercio, en la homóloga de Torrelavega sí que se prevé batalla en las urnas al haberse anunciado ya dos candidaturas. Por el camino, el que ha sido presidente durante tres mandatos, Antonio Fernández Rincón, avanzó que no optaría a la reelección del cargo. Casi 27 años en la organización incluida su etapa como vicepresidente.
La lista 'renovadora' está encabezada por Francisco Jiménez Gutiérrez, que ya ha adelantado que pueden aportar «muchísimo» y que quieren abrir la Cámara «a la gente». Tras salir Jiménez a la palestra apareció una candidatura continuista capitaneada por el hostelero Ignacio Cobo. Éstas son las dos opciones para tomar las riendas de la entidad.
Mientras se avecina la batalla en las urnas, la plantilla, integrada por cuatro personas, no cobra desde hace cuatro meses y está sometida a un expediente de regulación de empleo (ERE) desde hace varios años.
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