«Las eléctricas tienen que ganar un poco menos para que la industria aguante»

Fernando Soto, que fue jefe de Planificación en Red Eléctrica de España, ha señalado a El Diario Montañés que es necesario actuar ya para «salvar» 2021 con subastas y contratos y, en este sentido, ha pedido a las empresas eléctricas que «ganen un poco menos» para que algunos de sus clientes, como es el caso de las empresas electrointensivas, no estén en riesgo de desaparecer. Reconoció la preocupación y el trabajo que está haciendo el Gobierno central y la importancia del apoyo desde las autonomías.

AEGE está constituida por 26 grupos industriales a los que recientemente se ha incorporado Reinosa Forgings & Castings y estaban ya Ferroatlántica, Sidenor GSW y Bondalti, con 75 plantas a nivel nacional.

–¿Qué medidas juzgan imprescindibles desde AEGE para frenar el alza del precio?

–A corto plazo, antes de fin de año, disponer de contratos de energía eléctrica para 2022 y 2023 a precios competitivos, asociados a los costes de generación medios de tecnología nuclear, hidráulica y renovable. Y, además, se deben poner en marcha las subastas de energía de estas tecnologías recogidas en el RDL 17/2021, donde la industria electrointensiva debería tener un cupo reservado de esa energía, siempre que resulten precios competitivos a costes de generación medios. Nuestros referentes son los 42 €/MWh de la nuclear en Francia y los 30€/MWh de las subastas de renovables realizadas la semana pasada.

– ¿Hay temor real a que las industrias electrointensivas sigan reduciendo producción y se llegue a una deslocalización?

–Con el paso del tiempo, en las últimas semanas, cada vez hay más anuncios de fábricas de la industria electrointensiva que deciden parar la producción por sus elevados costes eléctricos. Si las comentadas medidas no se aprueban a corto plazo, nuestro futuro está muy negro, con precios de 140 €/MWh para el año que viene. Alguna fábrica ya ha comentado que con esos precios en 2022 su negocio no tiene viabilidad y el fantasma de la deslocalización empezará a circular libremente por las empresas.

–¿Es posible un consenso para controlar precios y que la transición energética justa no corra peligro?

–Estoy convencido de que ese consenso llegará pronto con la colaboración de todos, Gobierno, empresas eléctricas e industria. Está en juego el futuro de la industria electrointensiva y el de la economía española. Hay muchos miles de puestos de trabajo en juego y tras la pandemia no podemos permitirnos un descalabro más. Soy positivo y veo el vaso medio lleno. Tenemos una industria que está comprometida con el reto de la descarbonización y está haciendo sus deberes, y por eso es necesario que en estos excepcionales momentos las empresas eléctricas ayuden a sus grandes clientes a salir de esta delicada situación. Esperamos hechos y no solo palabras.

–¿Los costes elevados de la energía pueden ser una barrera para el desarrollo de muchos planes de transición energética?

–Por supuesto, ya lo están siendo. En 202,1 el sobrecoste eléctrico que vamos a pagar superará los 1.500 millones de euros, en comparación con nuestros principales competidores, dineros que no se podrán destinar a adaptar nuestras fábricas a la descarbonización con la que estamos comprometidos. Por eso es necesario cortar con urgencia esta deriva de precios eléctricos.

–En Cantabria, Ferroatlántica ha parado un horno y reducido la actividad en tres; Reinosa Forgins & Castings ha anunciado una semana de parón y Sidenor parará más adelante unos días la producción de su planta en Reinosa. Todas insisten en que son medidas coyunturales, pero el propio Gobierno regional ha mostrado su temor a que esta situación pueda frenar la recuperación económica...

–La situación está siendo muy complicada y es el momento de la colaboración entre todos. Para que la industria no siga perdiendo más y pueda recuperarse pronto, es necesario que en estos momentos algunos ganen un poco menos y colaboren en esta situación. Las empresas eléctricas lo han entendido, al menos eso es lo que deduzco de las manifestaciones de algunos de sus CEO. Espero y deseo movimientos en esa línea en pocos días. Hay que recordar a las eléctricas, que las industrias son sus grandes clientes y que si ofrecen contratos a precios competitivos ganarán algo menos pero no dejarán de ganar y conseguirán que la industria aguante el chaparrón de 2021 y podamos ver con más claridad 2022.

–¿Medidas que se pueden tomar ya para poder competir con Francia y Alemania?

–Además de los contratos y las subastas podemos tirar más de la energía nuclear y del carbón. Habría que estudiar con que centrales se puede seguir contando y no olvidar los 5.000 megavatios del carbón ya que pueden utilizar hasta 2025. De otro lado, para una mayor competitividad es necesario el desarrollo de interconexiones, pero no es una solución a corto plazo sino a medio o largo. Además, se podría recuperar el servicio de interrumpibilidad cuanto antes y medidas que se quedaron en el tintero propuestas por Cantabria, Galicia y Asturias como la exención del 80% de los peajes eléctricos de la electrointensiva,

–¿Qué se puede hacer desde Cantabria?

–El Gobierno de Cantabria está apoyando al sector y aunando esfuerzos con otros ejecutivos autonómicos para incrementar las ayudas. Es bueno que desde las comunidades, con nuestro apoyo, y dado que la competencias las tiene el Gobierno central, impulsen estas propuestas que les trasladamos para conseguir precios eléctricos competitivos, lo que redundará en beneficio de la economía y de los ciudadanos de Cantabria.