Elena Ibáñez: «Hay una gran oportunidad en desarrollar las tecnologías en el medio rural para mejorar la vida de las personas»

Elegida por dos años consecutivos Top 100 Mujeres Líderes de España y seleccionada como experta en los 'Trabajos del Futuro' en el panel de 'Los 100 de Cotec', Elena Ibáñez cuenta con una trayectoria profesional que siempre ha estado vinculada al mundo educativo y empresarial. Además de estar al frente de 'Singularity Experts', una plataforma de orientación vocacional, Ibáñez es 'TED Talker', miembrode la W Startup Community y asesora en diversas 'startups'. Previamente desarrolló su carrera como Consultora de Estrategia y Transformación Digital en distintas firmas.

–¿Cómo definiría un Territorio Rural Inteligente?

–Cuando acompañamos cualquier concepto de la palabra 'inteligente' hablamos normalmente de amplificar sus capacidades vía tecnología. Por lo tanto, la manera en la que yo entiendo un Territorio Rural Inteligente es aquel que presenta mayores oportunidades de impacto, de desarrollo y de gestión vía innovación tecnológica. Tenemos la idea preconcebida de que los ecosistemas de innovación se limitan a contextos urbanos y sofisticados, cuando en el área rural se han desarrollado grandísimas iniciativas que han mejorado la vida de sus habitantes al tiempo que han permitido a sus gestores generar eficiencias.

–Usted ha sido seleccionada como experta en los 'Trabajos del Futuro' en el panel de 'Los 100 de Cotec', ¿pasan esos trabajos del futuro por los entornos rurales?

–Yo prefiero llamarlos 'trabajos con futuro' porque es importante dar el mensaje de que ya, a día de hoy, presentan una oportunidad para mejorar la empleabilidad de las personas. En ocasiones percibo que hablar de 'trabajos del futuro' genera una cierta distancia en las personas y las alejan de formaciones que suponen una grandísima oportunidad de empleo. Dicho esto, los trabajos con futuro impactan en todos y cada uno de los sectores, siendo uno de ellos el entorno rural, sin duda. O bien a través de aplicaciones de avances en otras industrias más innovadoras, o bien a través de desarrollos ad-hoc para este sector en particular.

–¿Hay algún sector o línea de trabajo en el los entornos rurales tengan especial potencial?

–Más bien la pregunta sería ¿hay alguna tecnología que no suponga un enorme potencial para el entorno rural? El IoT, por ejemplo, está ayudando a empresas agrícolas a obtener información en tiempo real con la que poder tomar decisiones y realizar predicciones más precisas, lo que resulta extremadamente ventajoso para mejorar la producción y la calidad. Por ejemplo, se pueden evaluar variables como la temperatura del suelo, el nivel de humedad o de nutrientes, la presencia de pesticidas y el nivel de contaminación en el agua, entre otras muchos. Los drones están permitiendo unas mejores monitorizaciones, tanto de cultivos, como de la seguridad ciudadana e incluso de acceso a zonas remotas. La Inteligencia Artificial está permitiendo altos niveles de personalización, que combinando 'machine learning', con 'ecommerce' y servicios de localización, mejoran la experiencia de los turistas que visitan zonas rurales. Hay una grandísima oportunidad en desarrollar el impacto de las tecnologías en el entorno rural para mejorar la vida de las personas.

–Habla por un lado de conceptos como el uso de drones, Inteligencia Artificial... que así de entrada parecen antagónicos al medio rural, ¿cree que la población de estos entornos está 'preparada' para este nuevo modelo?

–La mejor manera de consumir una tecnología es que no se note que la estamos utilizando. Así como cuando utilizamos un móvil o un coche eléctrico o la luz de una farola sensorizada, no somos conscientes de las tecnologías que hay detrás, podemos conseguir que en el entorno rural se vayan adoptando desarrollos tecnológicos que no impliquen la adopción de la tecnología en sí. Distinto es el caso de tener que pilotar un dron para monitorización de cultivos, en este caso sí necesitaremos una preparación específica, pero no distinta a la que se consiguió para conducir un tractor hace ya un siglo.

–La suya es una plataforma de orientación vocacional, ¿han podido comprobar entre sus usuarios un cambio de paradigma en esa búsqueda de estudios y trabajos en estas zonas?

–En realidad, el cambio de paradigma lo buscamos provocar nosotros precisamente siendo una plataforma de orientación profesional, este es justo nuestro propósito. Uno no puede elegir estudios y trabajos que desconoce, por ello nosotros damos visibilidad a estas oportunidades en zonas rurales para aquellas personas que encajen con estas capacidades e intereses.

–¿Es necesario un nuevo modelo de apoyo al emprendimiento? ¿Cómo debe ser?

–Sin duda. Cuanto menos tecnológicamente sofisticado esté un sector, más importante es fomentar el ecosistema de emprendimiento. Porque empuja desde afuera una corriente de innovación que lo impregna todo y que es capaz de acelerar la transformación, al mismo tiempo que plantea nuevas ideas y desarrolla interesantes oportunidades. En el sector de la educación donde nosotros nos movemos, sucede algo parecido. Es un sector algo tradicional que habitualmente rechaza ciertos planteamientos rompedores, y justo por eso, es imprescindible la entrada de aire fresco en forma de emprendimiento e innovación.

–Ha sido codirectora de Master en Transformación Digital de los Negocios de la Universidad Europea, ¿es necesario sacar un mayor partido a las herramientas digitales para impulsar la empleabilidad y el emprendimiento en los pueblos?

–Las herramientas digitales están actualmente infrautilizadas en el fomento del empleo de este país, no solo en la zona de los pueblos. La digitalización puede ayudar primero a identificar el potencial de las personas, segundo a descubrirles trabajos de alta empleabilidad, tercero a conectarles con la formación adecuada, cuarto a impartirles dicha formación y quinto, y más importante, a crear un modelo eficiente que conecte todos los puntos anteriores. Es urgente que tanto el sector público como el privado se pongan de acuerdo para utilizar plataformas como 'Singularity Experts', con un impacto tan directo en la empleabilidad de las personas.

–Pone el foco en la necesidad de que el sector privado y público se pongan de acuerdo para poner en marcha iniciativas como Singularity Experts, ¿se puede apreciar un interés o un compromiso de ambos sectores al respecto?

–Esta es una asignatura pendiente en España que necesitamos trabajar si queremos ir más rápido. El sector público necesita las ideas y la ejecución del sector privado, sobre todo ahora en el contexto de los fondos Next Negeration. Necesitamos mejorar aspectos como la agilidad de tramitación de ayudas y la estabilidad jurídica. Pero el compromiso sí lo veo y creo que todos estamos de acuerdo en que la oportunidad de una colaboración estrecha genera un alto impacto tanto económico como social.

–¿Cómo debe abordarse esa transformación digital de los negocios en estos entornos que muchas veces parecen carecer de las herramientas necesarias?

–Parecería que lo más importante es disponer de un presupuesto, pero por experiencia puedo decir que las barreras que se suelen dar son culturales. La transformación digital de los negocios necesita de un liderazgo con visión, capaz de apostar por modelos no siempre tradicionales, que sea capaz de coordinar perfiles muy distintos y ponerlos a hablar el mismo 'idioma'. Para esto hace falta coraje y ascendencia, y de hecho si miramos a nuestro alrededor, veremos que las compañías que mayores ventajas competitivas han extraído de la digitalización, parten de un liderazgo de alguien con una visión clara y distinta.

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