Emérito Astuy presenta los avales para pugnar con Conde por presidir CEOE

Conde, que tiene la etiqueta de proyecto continuista de la labor del anterior Comité Ejecutivo, aunque está llevando a cabo una labor de campaña bastante individual, ya cuenta igualmente con los respaldos suficientes para poder optar a presentar su papeleta en las urnas. De hecho, hasta el día 17 ambos aspirantes confían en registrar nuevos apoyos de las asociaciones, que en total reparten 54 avales. El mínimo para llegar a los comicios son 14 garantes.

Precisamente, 14 son los apoyos registrados por Astuy, que ahora, al igual que los de Conde, deberán ser validados para pasar al siguiente estadio de la carrera electoral.

Tras dar el paso, el empresario, que dirige un complejo hotelero familiar en Isla, apuntó que «CEOE-Cepyme debe representar eficazmente al colectivo empresarial y mantener con las administraciones un diálogo permanente y reivindicativo, siempre desde la más absoluta independencia política». En consecuencia, agregó que desde este convencimiento y, «a petición de numerosos empresarios y asociaciones», se presenta a los comicios de la confederación.

Astuy, empresario de tercera generación, dirige su compañía desde el año 2000. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, tiene 47 años y cuenta con una larga experiencia en el mundo del asociacionismo corporativo. Su primer cargo asociativo llegó cuando asumió la Presidencia del Centro de Iniciativas Turísticas de Isla, que ocupó hasta 2007, cuando la dejó por el cargo homónimo de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, donde fue elegido por los socios en 2008 y, de nuevo, en 2011, hasta 2016. En la Cámara de Comercio de Cantabria fue nombrado vicepresidente primero en 2010 (aún pertenece a su Comité Ejecutivo) y en la propia patronal fue vicepresidente entre 2012 y 2015, durante la Presidencia de Gema Díaz Real.

¿Por qué ha optado ahora por dar la batalla para dirigir la patronal? Según el candidato, «atendiendo peticiones de muchos empresarios que se han quedado muy sorprendidos por la precipitación de acontecimientos en la CEOE y también por la derivada política que había tomado la organización». Por ello, «mi candidatura se va a mantener hasta el final. Quiero presentar un proyecto integrador, abierto a todo aquel que venga para sumar».

No sólo eso. El aspirante sostiene que «a CEOE le corresponde la representación institucional del empresariado cántabro y por ello tiene que quedar clara su total independencia política, que en absoluto está reñida con la defensa activa y eficaz del sector empresarial al que representa». A su juicio, «cualquier organización empresarial tiene que saber mantener un diálogo reivindicativo en representación del colectivo, pero entendiendo la lealtad institucional como un valor fundamental desde el que actuar».

Como corolario, apunta que «soy empresario, mi trayectoria acredita mi vocación hacia el asociacionismo empresarial y por mi formación académica y mi experiencia entiendo que en la economía de Cantabria tiene que existir un equilibrio entre los diferentes sectores que aportan al PIB regional, teniendo muy claro el importante papel que en este sentido le corresponde al sector industrial».

Mientras Astuy y Conde mueven ficha, el sentir mayoritario del empresariado parece desembocar en un deseo de consenso que, sobre todo, evite una nueva falla en el seno de la organización después de los últimos años de tranquilidad.

Ahora está por ver si tanto el hostelero como el ingeniero de Caminos, propietario de la compañía Soningeo, son capaces de acercar posturas o deben ser las urnas las que decidan. En ese caso, más allá de los avales de las asociaciones, serán los socios directos los que tengan la última palabra al ser mayoría en el censo electoral.