Mil empleados de Nissan Barcelona pactan acudir a Los Corrales «para parar la planta»

Cerca de mil trabajadores procedentes de Nissan Barcelona, que echará el cierre en los próximos meses, prevén desplazarse a partir del 29 de junio a Cantabria «para paralizar la actividad» de la factoría de Buelna. Según fuentes conocedoras de la situación, así lo han acordado los sindicatos de Nissan en la Zona Franca barcelonesa -Sigen-USO, UGT y CC OO-, que trasladarán a la comitiva en más de 300 vehículos.

El propósito de esta movilización interautonómica no es otro que paralizar la salida de producto de la fábrica de Nissan en Los Corrales de Buelna. En principio no se impedirá el acceso de los trabajadores cántabros, pero sí la entrada y salida de camiones.

La consecuencia de esta medida sería de calado, pues de tener éxito esta acción las fábricas del Grupo Renault en Argelia, Francia, y las españolas de Palencia y Valladolid, tendrán que paralizar su producción de vehículos. La acción de presión de los trabajadores catalanes en Cantabria en defensa de la continuidad de la actividad en las fábricas de Barcelona hacia la compañía Nissan se mantendrá hasta el viernes 3 de julio.

Los promotores de la movilización son perfectos conocedores de la polivalencia de la factoría de Buelna y su peso como proveedor de varias fábricas del Grupo. Por ello, sentenciada Barcelona, ven en el potencial 'parón' de Los Corrales una medida de fuerza para que la multinacional japonesa siga negociando sobre el futuro del personal catalán.

Más allá del desarrollo de esta reivindicación en los próximos días, con la complejidad para recibir a más de mil personas con la actual coyuntura coronavírica, los sindicatos con representación en Los Corrales tienen sus propias tribulaciones toda vez que buscan cerrar un acuerdo con la Dirección antes del día 26 que posteriormente pueda ser validado por la matriz japonesa. En juego, el futuro de la fábrica hasta 2023, al menos, con la voluntad de encontrar nuevos mercados y clientes que blinden el porvenir de la instalación en el medio plazo.

Sin embargo, las partes todavía no han acercado posturas, en especial en lo relativo a los costes salariales después de que el comité insista en que los recortes planteados por Nissan a través de diferentes medidas siguen siendo superiores a lo que los operarios de Buelna tienen capacidad de asumir.

Como otra pata, el Gobierno de Cantabria, que está ayudando a Nissan a evaluar qué tipos de subvenciones pueden disfrutar en función de las necesidades futuras de la factoría. Para ello se han organizado grupos técnicos de trabajo que preparen la propuesta para estas ayudas de concurrencia competitiva.