Emprender en Cantabria gracias a los microcréditos
Negocios ·
Durante la primera mitad del año MicroBank ha apoyado más de 800 proyectos en CantabriaSecciones
Servicios
Destacamos
Negocios ·
Durante la primera mitad del año MicroBank ha apoyado más de 800 proyectos en CantabriaPese a las dificultades que atraviesa en nuestros días el comercio local, en Cantabria diversos emprendedores han encontrado nuevas oportunidades de negocio y están logrando explotarlas. No se trata de grandes mercados, sino pequeños nichos que no se estaban cubriendo y que han permitido a ... estos empresarios empezar su actividad en sus pueblos o ciudades de origen. Así, se pueden observar desde la apertura de una librería de segunda mano en la que se pueden adquirir obras a bajo costo hasta la creación de experiencias turísticas al aire libre, pasando por la reinvención de un negocio de ambientadores, que durante la pandemia pasó a vender geles hidroalcohólicos.
Estas historias, cuyos protagonistas son Santiago López, Juan Ignacio Alcaraz y Raquel Muñoz, tienen un factor en común: ser tres de los muchos emprendedores que arrancaron con el respaldo de un microcrédito de MicroBank, el banco social de La Caixa, y han logrado consolidarse en sus respectivos sectores gracias a dar un tipo de producto o servicio que no están cubriendo las empresas más grandes.
Ellos no son los únicos, ya que en el primer semestre de este año, MicroBank ha financiado 834 proyectos en la comunidad, con un total de 8.8 millones de euros destinados a iniciativas con impacto social. Algo que quiere destacar Juan Pedro Badiola, director Territorial Norte de CaixaBank. «Nuestro compromiso con el tejido empresarial y emprendedor cántabro es firme porque son clave en el desarrollo y evolución de nuestras sociedades y queremos estar cerca de los emprendedores en su día a día a través de un asesoramiento de alta calidad y el acompañamiento», concluye. Gracias a ello, son muchas las iniciativas que están llegando a buen puerto.
Santiago López Re-Read
Santiago López era encargado de un restaurante, un trabajo por el que no sentía ninguna pasión, por lo que decidió cambiar de rumbo profesional al conocer la librería de segunda mano Re-Read en Oviedo. Atraído por el concepto, su amor por la lectura y al percatarse de que era una franquicia y que él mismo podía abrir la suya, apostó por ello. Para lo cual, viajó a Barcelona junto a su pareja para informarse sobre las posibilidades de abrir la suya en la capital de Cantabria, convencido de que funcionaria, ya que «Santander es una ciudad con un nivel cultural muy elevado», afirma.
El problema es que tan solo contaba con unos pequeños ahorros y el subsidio por desempleo, lo que hacía que los bancos no le concedieran la financiación por falta de capital propio. «Me decían que cualquier catarro se podía convertir en neumonía», explica. Finalmente, obtuvo el microcrédito, lo que le permitió que el 21 de julio de 2020, después del confinamiento, abriera las puertas de Re-Read Santander en la calle Rualasal. «La acogida fue extraordinaria», recuerda el propio López.
El negocio se basa en la venta de libros de segunda mano a precios asequibles: uno por cuatro euros, dos por seis y cinco por doce. «Son precios al alcance de todos», explica. Además del ahorro económico, este tipo de negocio fomenta la reutilización, reduciendo así externalidades negativas de la producción de libros como la tala de árboles para la fabricación de papel o la contaminación derivada de su transporte durante todo el proceso de producción.
Cuatro años después de la apertura, Santiago y su equipo han convertido su librería en un referente de la venta de obras de segunda mano en la ciudad y, tras liquidar toda la deuda comprometida para poder arrancar mucho antes de los plazos marcados, tienen la mirada puesta en abrir, a medio plazo, un segundo local para poder llegar a más público.
Juan Ignacio Alcaraz Eco-Experiencia Sport
Juan Ignacio Alcaraz, originalmente dedicado a la construcción, decidió iniciar su propia empresa aprovechando sus propios conocimientos y el entorno natural de Cantabria. «Muchas veces viajamos, vamos a distintos países, muy lejanos, a hacer cosas que resulta que las podemos hacer aquí», afirma. La idea surgió durante la pandemia, al darse cuenta estando encerrado en casa que tenía alrededor suyo un «paraíso natural» y que este no se estaba aprovechando lo suficiente.
Apasionado por el deporte durante toda su vida, creó 'Eco Experiencia Sport', un centro de turismo activo que ofrece actividades al aire libre en Laredo como rutas guiadas en kayak, alquiler de paddle surf y bicicletas eléctricas de montaña: «Yo he hecho rutas de montaña en bici y, sin embargo, me doy cuenta que los chavales apenas saben andar en bici», comenta el propio Alcaraz, que ve en la formación una opción para ampliar el negocio.
Gracias al microcrédito y a las ayudas económicas del Grupo de Acción Costera (GAC) Oriental de Cantabria, Alcaraz pudo iniciar este proyecto, el cual requiere de mucho material. «Es un tipo de empresa que necesita una inversión muy fuerte inicial y luego recuperarla muy poquito a poco», explica. Por el momento, debe compaginar esto con su trabajo: «Sigo haciendo reformas en invierno porque en esa época el negocio pega un bajón terrible», comenta.
De cara a futuro, su objetivo es mantener el servicio exclusivo y personalizado, al creer que precisamente ese es su gran fuerte, por lo que descarta crear grupos grandes. Además, busca mejorar la experiencia, modernizando el material a medida que va creciendo su emprendimiento. Otra idea que está sobre la mesa es la de ofrecer nuevos servicios, como los de bicicleta de montaña o clases de pádel, que permitan una reducción de la estacionalidad.
Raquel Muñoz Hidrolor
Raquel Muñoz, licenciada en psicología y dedicada anteriormente a la fabricación y comercialización de ambientadores para el hogar, tuvo que reinventar su negocio cuando la pandemia «paralizó» su sector, obligando a su familia a cerrar la tienda al no poder afrontar las deudas. Ante la demanda de geles hidroalcohólicos, Raquel decidió pivotar hacia la producción de estos productos, pero destacándose del resto al aprovechar su experiencia, añadiendo olores a los geles. Así surgió la empresa Hidrolor.
El problema es que la situación económica tras el cierre de la tienda no era precisamente buena, por lo que, asesorada por una amiga, Muñoz decidió recurrir al programa incorpora de La Caixa, donde además de conceder el crédito, la asesoraron para poder desarrollar su nueva línea de productos.
Gracias a esta transformación, no solo pudo superar la crisis de la pandemia, sino que logró el éxito necesario para poder ampliar su catálogo, recuperando sus antiguos productos y añadiendo otros nuevos, todos con base de alcohol y agua, como aceites esenciales, ambientadores de coche, saquitos perfumados, etc. «El hidrogel ya no es el principal producto. Tras la pandemia era importante diversificar», explica. Raquel los comercializa tanto en su tienda en Cabezón de la Sal como en otra de productos artesanales en San Vicente de la Barquera y ofrece la posibilidad de personalizar los diseños para empresas, eventos sociales o regalos especiales.
Además, para ampliar sus potenciales clientes, dispone de web para la venta online. «Nuestra principal línea de venta es la presencial», destaca, aunque reafirma su interés por apostar por la vía online. Así, la emprendedora cántabra ahora está apostando por las redes sociales, concretamente por Instagram, para lo cual se ha decidido a contratar a una empresa que se encarga de crear contenido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.