Los empresarios cántabros creen que no se valora su riesgo y suspenden a la colaboración pública

El propio presidente de la confederación, Enrique Conde, compareció ante los medios de comunicación junto a Pedro Lanza, responsable de Idea Gestión, la firma que ha elaborado el estudio. Conde señaló que el proyecto surge «por mandato de la Junta Directiva. Existe preocupación por la imagen que se intenta trasladar desde ámbitos políticos. No sabemos a qué responde».

El diagnóstico se ha elaborado por una doble vertiente. Por un lado, una muestra de 1.200 ciudadanos. Por otro, 260 empresas que han participado online vía cuestionario así como casi otras 30 compañías y agentes relevantes de forma presencial. Las respuestas vienen a aquilatar el sentir corporativo, que en la Comunidad generó el 80% del PIB en 2021, el 85% del empleo y el 86% de la inversión.

El estudio, desarrollado entre julio y septiembre, recoge que «el 56% de los cántabros valora de forma positiva o muy positiva al empresariado», una percepción que entre los más jóvenes se eleva hasta el 69,6%. En paralelo, el 72,5% de los ciudadanos cree que los empresarios tienen mucha influencia en la economía y la sociedad: el 62,9% que los políticos no reconocen su labor; el 74% de los encuestados entiende que las compañías poseen mucha o algo de influencia política; y, como complemento, el 65,7% cree que los medios de comunicación no valora justamente la actividad que desarrollan.

Una vez más, un tema recurrente. Las desventajas de emprender en Cantabria: el 52,8% de los ciudadanos entiende que es más difícil crear empresas en la región que en otros territorios, una sensación que aumenta entre los más jóvenes y entre encuestados que tienen un empresario en su entorno próximo.

Desde la órbita de las organizaciones se percibe un nivel de confianza de la ciudadanía del 5,4 sobre diez, un aprobado justo. En cambio, suspenden con un 4,3 la valoración que aprecian desde la sociedad del riesgo que acometen.

Poco bagaje para la contribución que a su juicio hacen al territorio. El 93,2% de los empresarios considera que aporta mucho valor donde desarrolla su negocio, tasa que sube al 100% en las grandes empresas. Sobre la característica más importante que debe tener alguien al frente de una compañía, el término «honestidad» es el más recurrente, por delante de «creación de empleo» y «confianza».

Los empresarios también suspenden con un 3,7 la colaboración que llega de las administraciones. Además, el 55% piensa que no reciben apoyo suficiente de los políticos; el 44% que influyen poco en la política regional; y el 86,4% siente que los medios no les valoran justamente.

Respecto a la parte cualitativa del estudio, armada con las entrevistas a informantes clave y agentes relevantes de Cantabria, las conclusiones señalan que estas tendencias giran en torno a factores como la falta de cultura empresarial; polarización política e ideológica; una visión simplificada de los beneficios empresariales y cierta comunicación sesgada; el papel de los medios, que no se perciben como aliados; así como ciertas malas conductas de empresarios concretos a nivel individual.

Se identifica «a la izquierda más radical» como principal origen de las críticas, mientras que el discurso que se difunde suele estar «centrado en lo negativo», lo que ha devenido en un «estereotipo irreal». Una imagen «borrosa o alejada», según Pedro Lanza. La «deficiente reacción empresarial» para defender su papel también ha contribuido al cóctel, opinan los participantes.

Obtenido el diagnóstico, CEOE pondrá en marcha diferentes iniciativas, aún por definir claramente, avanzó Conde. No obstante, como herramientas principales se propone humanizar la figura del empresario; dar visibilidad a la versión corporativa y social; promoción de la cultura y la educación hacia la empresa; mejorar los canales de comunicación; e ir de la mano de la estrategia que marque CEOE España.