Los empresarios cántabros, protagonistas de un acto que aúna inspiración y tradición

Los tres premiados, Almudena García, gerente de Maderas García Varona, quien recogió el premio a la Mujer Emprendedora; Manuel Coterillo, cofundador de la empresa LIS Solutions, que se hizo con el reconocimiento de Emprendedor del Año; y Antonio Pérez, director general de IMEM Ascensores, que fue premiado por su Trayectoria Empresarial, mostraron su ilusión por hacerse con este respaldo a su labor.

Presentado por la periodista de El Diario Leticia Mena, el acto destinó parte de su tiempo a realizar una mención especial a José Ignacio Pardo de Santayana, fundador del Zoo de Santillana, un homenaje a su larga trayectoria al frente del centro en el que se aboga por la conservación y reproducción de especies en peligro de extinción, así como en la divulgación de la conservación de los animales.

Durante el evento, en el que fueron interviniendo diferentes personalidades, se hizo referencia también a la trayectoria del periódico, con 119 años de existencia, «superando los obstáculos» que los tiempos han ido poniendo en el camino. «Hay que pasar página y es el momento de hablar de economía, de hacer el esfuerzo colectivo de intentar restablecer la dura situación que nos ha dejado la pandemia. Emerger con el esfuerzo de todos. En esta línea está El Diario, encantado de fomentar la generación de empleo, de mayores beneficios sociales... Y en este contexto se sitúa el evento de hoy», describió el presidente de El Diario Montañés, Luis Revenga.

Por su parte, Francisco Artime, director comercial del Banco Santander en Cantabria, puso de relieve la importancia del progreso, de la innovación «para todos», de la «diversidad» y de «saber mirar» más allá, poniendo como ejemplo a los tres galardonados de la noche.

Sobre el apoyo a la innovación también hizo hincapié el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien acudió más tarde al evento por tener dos actos a la misma hora. «Vengo de inaugurar una residencia de estudiantes. Es buen síntoma que tengamos ahora una residencia con más de 200 alumnos de distintos puntos de España», comentó Revilla, asegurando que vienen porque Cantabria tiene «mucho horizonte». «Es una región que empieza a ser mirada como una región de futuro», reconoció.

Sobre el emprendimiento, el presidente quiso recordar que el Gobierno de Cantabria también está para «echar una mano» a través de Sodercán y de la Consejería de Industria. «Adelanto que los presupuestos del año que viene son expansivos y que van a mirar hacia el desarrollo económico», avanzó Revilla, augurando el final de la pandemia con una vacunación que roza el 80% de la población. Precisamente, con un aforo mayor que el del año pasado en este acto, y con toda la Sala Pereda ya vacunada, el ambiente que se respiró fue de menos incertidumbre y mayor certeza en este avance hacia la normalidad.

El cofundador de la empresa LIS Data Solutions, Manuel Coterillo, recibió el premio al Emprendedor del Año, un reconocimiento que le hizo llegar Jorge Muyo, director general de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento Industrial del Gobierno de Cantabria. LIS, creada en el año 2013, recoge datos que traduce en información útil para las empresas, trabajando con inteligencia artificial, analítica avanzada y otras tecnologías, ayudando a sus clientes a ser más sostenibles y rentables.

«Ya casi somos 50 personas en la empresa y todos somos artífices de que hoy pueda estar aquí», indicó Coterillo, recordando la importancia que tiene «no rendirse nunca» y cómo se gestó la idea de su empresa. «Muchos de los que estáis presentes sabéis que no es fácil llegar hasta aquí. Son muchos días y noches pensando en los proyectos por hacer. Nos costó aprender a poner en valor lo que hacemos y que alguien nos pagase por ello, nos costó cuatro años, es muy complicado», dijo sobre las dificultades en el trayecto, haciendo hincapié en la importancia de tener capacidad de crecer y de aprender a gestionar equipos compuestos por más personas con ilusión y «muchas ganas».

Almudena García, gerente de Maderas García Varona, recogió su premio a la Mujer Emprendedora de la mano de Francisco Artime, director comercial en Cantabria del Banco Santander. La industria maderera estuvo presente en el evento gracias a esta empresa dedicada a la madera desde hace tres generaciones, poniendo su foco en la fabricación de madera estructural y tarima maciza, especializada en roble español y francés. Además, hay que destacar que García es la primera mujer presidenta de la Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera.

«Estoy muy ilusionada por recoger este premio. Nuestra vida son los árboles. Creemos en la importancia de consumir productos de origen forestal», matizó, incidiendo en el valor de dar visibilidad a las mujeres emprendedoras, de compartirlo y transmitirlo y «demostrar que se puede hacer, que hay mujeres que lideran grandes empresas».

El director general de IMEM Ascensores, Antonio Pérez, obtuvo el premio a la Trayectoria Empresarial por estar al frente de una empresa que lleva más de medio siglo siendo líder del sector en la región. Carlos Ranera, director de Ontier de la zona norte, entregó el premio a Pérez, quien dirige esta empresa familiar que en la actualidad fabrica ascensores para los cinco continentes, llegando a más de setenta países.

Pérez recogió su premio con humildad, asegurando que en la comunidad hay empresarios que se merecen este reconocimiento igual o más que él. «Tengo claro también que ningún empresario somos nada sin nuestro equipo», destacó, añadiendo que recuerda sus inicios en la compañía que fundó su padre. «Sigo con ganas de ir a mi puesto de trabajo cada día», reconoció, resaltando que sigue desarrollando sus labores con la misma energía que el primer día, vital para sacar adelante sus proyectos.

Demostrar que se puede salir fortalecido de los momentos complicados es uno de los aprendizajes que los asistentes pudieron desprender de la ponencia de Jaime Castanedo, propietario de la empresa Regma. «Aprovechamos el covid para posicionarnos», explicó, tras describir los orígenes, las dificultades y el crecimiento de esta empresa familiar que pone en el horizonte a su cuarta generación.

Castanedo contó que su abuelo Marcelo trabajó en una fábrica de hielo de Santander después de trabajar en Solvay y que, tras unos años, decidió «ponerse por su cuenta» y fundar un taller de frío. Un tiempo después llegó la oportunidad de hacerse con una heladería en la misma calle, algo que aceptó, y así es como iniciaron su andadura las heladerías Regma (pensando en sus dos hijas, Regina y Margarita) hace unos 90 años. También recoge su abuelo la oportunidad de ser gerente de una confitería, ampliando su mercado, junto a más heladerías. Después del largo trayecto de su abuelo, tomó el testigo su padre, Jesús, «visionario, trabajador y entregado», que decidió unificar la producción en 1976 en un edificio.

Castanedo contó ante los asistentes cómo su padre dejó la empresa por «incidentes» familiares. Después de cuatro años, el abuelo le pidió que volviese a ser «la cabeza» de Regma y Jesús se encontró con un retroceso en las ventas. «Regma dio un paso atrás», incidió Castanedo. Sin embargo, ante este panorama «desolador», Jesús decide crear nuevos productos para mejorar las ventas, dándole prioridad al helado y «pronto empezó a funcionar». Con lo aprendido por sus descendientes, la empresa continúa con la tercera generación al mando, en crecimiento, estando presente en varios puntos de la región y llegando a otras comunidades autónomas. «Poco a poco optimizamos el sistema de producción y mejoramos la red de ventas. Que yo recuerde, no ha habido ningún año que hayamos ido para atrás», afirmó.