Altadis deja en Cantabria su única fábrica en España al cerrar la de La Rioja

Fuentes de la compañía confirmaron ayer a este periódico que los planes de Altadis son mantener la planta de Cantabria por lo que el reajuste no afecta a la fábrica de Entrambasaguas, que concentró la producción de las instalaciones de Estrasburgo (Francia) y Bristol (Reino Unido) que cerraron en 2009 y 2010. Esta circunstancia provocó que la fábrica de cigarros de Cantabria haya visto incrementada su producción y exportación, con Alemania, Francia y Reino Unido como los principales mercados de destino.

Ahora se inician las negociaciones con los sindicatos para programar el cierre en La Rioja. Lo que no se descarta es que algunos efectivos pudieran incorporarse a Cantabria si en la fábrica cántabra se aplican nuevas prejubilaciones. El ajuste se producirá exclusivamente mediante prejubilaciones en las mismas condiciones que se han venido aplicando desde la entrada en vigor del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en marzo de 2009 y sucesivas ampliaciones.

También el secretario de Política Industrial de la Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras, Jorge Tomé, confirmó que la factoría cántabra «no corre peligro». Tomé resaltó que no está previsto el traslado de la producción de la comunidad riojana a la cántabra, debido a que la fabricación de cigarros y cigarrillos requiere diferentes materias primas, tecnologías y procesos de producción.

Eficiencia y competitividad

En La Rioja, Altadis tiene previsto prejubilar a 180 trabajadores de los 471 afectados por el cierre de la factoría de Agoncillo. Los otros 291 podrían acogerse a bajas incentivadas o cambios de empleo dentro de la empresa. En la última década, y tras su privatización, Altadis ha acometido el cierre de una docena de plantas en España. Con el cese de la actividad en La Rioja, la compañía persigue «evitar la pérdida de eficiencia y competitividad ante la compleja situación que atraviesa el mercado del tabaco». Alega la caída de ventas en España en más de un 45% en los últimos cinco años debido a «la presión regulatoria sobre el tabaco y el considerable aumento del comercio ilícito». «A la importante caída de los volúmenes de ventas de cigarrillos en nuestro país se añade también la bajada de las cifras de exportación a diversos destinos de Oriente Medio provocada por la situación bélica de la zona, principalmente en Irak y Siria», destacó.

Ambas circunstancias han ocasionado un descenso del 42,4% en el nivel de producción de la fábrica riojana durante los últimos cinco años, según la empresa, «que ha provocado que se esté utilizando en estos momentos menos de la mitad de su capacidad de fabricación y que, por tanto, su actual volumen deba ser asumido por otra fábrica del Grupo Imperial Tobacco».

El Gobierno de La Rioja consideró que el cierre de la planta es una de las «peores noticias» para la sociedad y la economía riojana, según apuntó la consejera de Desarrollo Económico e Innovación, Leonor González. Para UGT, la decisión se ha tomado «con ocultación y engaños» hacia los representantes sindicales y «la propia administración riojana, evitando informar sobre esta medida que, al parecer, debía de estar ya aprobada hace meses».