El grupo chino ZMJ pone un pie en Europa con la compra de la División SG de Robert Bosch

El precio de la venta no se ha facilitado de forma oficial, pero Reuters informó ayer que ha sido de 545 millones de euros. Se calcula que ZMJ y CRCI ha aportado con fondos propios unos 440 millones y que el resto será financiado por créditos bancarios. Los analistas habían estimado en 600 millones de euros el valor máximo de la División SG.

Operación compleja

La operación fue calificada ayer por Rolf Bulander, miembro del consejo de administración de Robert Bosch, como "una de las más complejas de la historia del grupo". Ambas compañías logran en principio sus objetivos: ZMJ entra por la puerta grande en el mercado europeo de componentes del automóvil y se hace con una compañía que le ofrece la posibilidad de liderar el mercado chino, el mayor del mundo. Por su parte, Robert Bosch vende la sociedad a un comprador industrial que, a la vez, es un potencial socio solvente para negocios futuros en China. A nivel más local y aunque sea indirectamente, esta es la mayor inversión de una empresa china en Cantabria.

Bulander, máximo responsable de la división de Mobilidad en la que se integra la división vendida, destacó que "hemos conseguido nuestro objetivo de encontrar un comprador que ofrece un plan industrial viable con una perspectiva a largo plazo para el crecimiento y desarrollo internacional de la compañía y para los empleados".

El acuerdo de compra fue firmado ayer por ambas partes y se anunció en todas las fábricas de la división de forma simultánea tras el cierre de la bolsa de Shangai (ZMJ también cotiza en Hong-Kong) para evitar que la noticia influyera en los movimientos bursátiles.

La materialización completa depende de las autorizaciones antimonopolio de diversas administraciones así como de que los empleados de las dos fábricas de Alemania acepten su pase a la nueva empresa, lo que Robert Bosch espera que se produzca sin problemas. El cierre definitivo de la operación se espera para final de año.

En una carta enviada ayer a los trabajadores, Ulrich Kirschner, maximo responsable de la División SG, sostiene que "ZMJ es la opción que cumple aquello que esperábamos para nosotros: quiere invertir en SG y seguir dirigiendo SG como empresa independiente".

El directivo alemán resalta que, aunque ZMJ (fundada en 1958) es uno de los mayores fabricantes de maquinaria hidráulica para la industria minera del carbón, hace tiempo que inició una diversificación y opera en el sector de componentes de automóvil a través de diferentes sociedades, entre ellas Asimco Technologies. uno de los mayores fabricantes independientes de componentes de automóvil de China, incluidos motores de arranque y generadores. Kirschner destaca en su nota que "ZMJ es una empresa sólida, está muy bien conectada políticamente y que entiende nuestro negocio como empresa productora industrial".

Sobre el futuro de la orientación de negocio de los nuevos propietarios chinos, el directivo alemán sostiene que "apoyará la estrategia de expansión regional y de ampliación de nuestra gama de productos". En este aspecto la fábrica de Treto tiene un papel clave como centro de desarrollo.

No se olvida Kirschner del reto que tiene planteada la división ante la emergencia de los vehículos electricos en el mercado: "La fusión con ZMj es de suma importancia para afrontar, junto con Asimco, los retos de la creciente electrificación. A la vez, podemos ampliar nuestro negocio en China y seguir impulsando nuestro crecimiento en América del Norte".

De facto, la operación de venta tiene mucho que ver con estas cuestiones de cambios de orientación industrial. Robert Bosch busca liberar recursos para invertir en nuevos negocios en los que ya es la única empresa del mundo que está activa en los tres niveles del Internet de las cosas: ofrece tecnologías clave, como sensores y software, que hacen posible la conectividad, y, al mismo tiempo, desarrolla nuevos servicios sobre esta base y vende los sistemas.

Salvaguardas

Robert Bosch también tranquilizó ayer a los empleados del grupo, que, en el caso de Cantabria, habían blindado en parte su continuidad y las condiciones de trabajo mediante la firma de documentos y convenios colectivos previos a la venta. "Podemos asegurar que ZMJ apuesta por la continuidad y el respeto a las normativas laborales y los convenios de empresas suscritos. No hay planeados grandes cambios de organización: la sede de la empresa seguirá en Alemania y el centro para el desarrollo de motores de arranque o generadores se mantendrá en Treto".

En los movimientos previos a la venta, que se anunció en junio de 2015 y causó gran preocupación en la comarca y en la región por el peso económico de Robert Bosch en la zona oriental de Cantabria, la multinacional alemana se comprometió a respetar los derechos de los trabajadores. Fruto de ese compromiso y de una dura negociación, dirección de Robert Bosch y el comité de empresa alcanzaron el 30 de septiembre de 2016 un acuerdo que garantiza el empleo en la planta de Treto hasta 2020 así como un plan industrial inversor que se extiende a 2025. El documento recoge el compromiso de que "durante tres años", tras la venta, no se producirá "ningún despido" por causas técnicas, económicas, productivas u organizativas, con vigencia hasta 31 de diciembre de 2020. Robert Bosch se ha comprometido, además, a la inversión de 26 millones de euros hasta 2018 para que se siga manteniendo la fabricación de productos con los mismos parámetros de calidad, cumplimiento de fechas de entrega y reducción de costes. Treto seguirá siendo una planta líder del grupo y la empresa se compromete a que el plan industrial se mantenga hasta 2025.

En este sentido, la planta cántabra incrementó la demanda de piezas e ingresos en 2016 y las expectativas en el presente año preven un aumento de producción, por lo que se ha reforzado la mano de obra con 150 puestos eventuales que se suman a los 720 empleados fijos.

Robert Bosch es una fundación regentada por los familiares del creador del grupo, Robert Bosch. No cotiza en Bolsa, acostumbra a reinvertir la mayor parte de su beneficio y es un gigante mundial con 375.000 empleados que en 2016 facturó 70.000 millones de euros y tuvo un beneficio de 4.500 millones. La división de Mobilidad en la que está la fábrica de Treto y el grupo SG, aumentó las ventas un 12% hasta los 41.700 millones de euros.