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A mediados de noviembre, una parte de la plantilla de la fábrica cántabra de Altadis se manifestó para exigir a la compañía que contratara más personal ante el creciente volumen de producción. Ahora el comité de empresa (conformado por UGT, CC OO, USO y CSIF) ha dado un paso más y ha convocado una huelga general para la próxima semana, desde el martes día 7 hasta 10 de enero. Además de insistir en la necesidad de aumentar el número de empleados (que ahora se sitúa en 151 trabajadores) este parón previsto para los próximos días también protesta por «una modificación sustancial de condiciones implantada por la empresa de manera unilateral y sin acuerdo en el período de consultas». Por su parte, desde la compañía han preferido no dar declaraciones a preguntas de este periódico.
El presidente del comité de empresa de Altadis en la planta productiva de Entrambasaguas, Juan Antonio Martínez (UGT-FICA), a través de un comunicado emitido por los sindicatos este sábado, detalla que la huelga se convoca tras una mediación en la negociación del Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla) en la que «la empresa ni siquiera se presentó para intentar llegar a un acuerdo».
El conflicto laboral parte, además de por esa sobrecarga de trabajo contra la que la plantilla mostró su malestar en noviembre, por una modificación sustancial de condiciones de trabajo planteada por la empresa para el personal de carretilleros y de mecánicos. Así lo traslada la representación de los trabajadores, que explica que ya el 19 de diciembre, antes de comenzar el período de consultas o de negociación por dicho cambio en las condiciones, se convocó una segunda concentración tras la de noviembre que ahora tendrán su continuidad con la huelga general convocada para la semana que viene.
Al respecto el presidente del comité de empresa ha aclarado que «esta modificación sustancial de condiciones de trabajo se suma a la sobrecarga de trabajo que sufre la plantilla desde hace años y la necesidad de contratar más personal». En este sentido, ha matizado que desde 2016 «los empleados se han reducido en un centenar de trabajadores mientras la producción asignada ha aumentado; lo que provoca una saturación de tareas que no es ni mínimamente razonable y que no se resuelve modificando o movilizando al personal de servicios técnicos para que hagan otra cosa».
Al respecto, Martínez ha destacado que «máquinas en las que trabajaban dos operarios ahora sólo tienen a uno y otros trabajadores encargados de tres máquinas, de la noche a la mañana, se tienen que encargar de cuatro». Asimismo, ha recordado «que ya venimos denunciando esta situación desde hace años», y ha insistido en que «la única solución es contratar más personal».
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