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Fundinorte cerró ayer otra página negra en esta nueva etapa que vive la factoría tras la reapertura de la planta de San Felices de Buelna, antigua Greyco. La compañía completó con la plantilla el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción promovido a ... raíz de que la empresa entrara en concurso de acreedores al no poder hacer frente a sus obligaciones con las instalaciones paradas ante la falta de circulante para operar con normalidad.
El despido colectivo alcanza a la totalidad de la plantilla, esto es, 53 trabajadores que ya venían padeciendo un ERE temporal que había agotado las prestaciones por desempleo. Los damnificados han pedido al Gobierno de Cantabria tener prioridad en caso de que algún inversor se haga en última instancia con la unidad productiva. El secretario de Industria de CC OO, Daniel San Miguel, explicó que se ha acordado con los administradores que los empleados que ahora salen tengan esa preferencia de cara al futuro.
Más si cabe después de que, como avanzó en exclusiva este periódico, el principal interesado en apostar por Fundinorte finalmente optara por no presentar propuesta. Un fondo inversor alemán, que llevaba en contacto con Gobierno de Cantabria y empresarios desde agosto a través de terceros, visitó el complejo el 19 de noviembre. Dos días después comunicó que se retiraba del proceso. ¿Los motivos? Según el propio interesado, una inversión mayor de la prevista inicialmente debido al estado actual de las instalaciones; así como «contingencias ambientales» motivadas por que la chatarra se esparciera por todo el terreno, con la consiguiente contaminación.
El primer informe de los administradores concursales cifra la masa activa en 4,45 millones, mientras que el pasivo exigible se eleva a 5,7, lo que arroja un déficit patrimonial contable de 1,25 millones.
El documento concursal igualmente recoge que no se ponderaron suficientemente las cargas inherentes a la unidad productiva, en especial la deuda con la Seguridad Social, impagada en buena parte. Asimismo, los administradores hablan de «falta de experiencia del equipo gestor en este tipo de negocio», patente en la gestión del proceso de renovación de la planta, con el citado retraso en la puesta en marcha y que ha supuesto una «sangría de gastos fijos inevitables que ha ahogado la liquidez». Como complemento, «la escasa dotación [...] de fondos necesarios para la gestión del día a día de la actividad ha provocado la situación de colapso, teniendo que paralizar la producción».
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