La huella cántabra del Grupo Pascual

Tomás Pascual Sanz falleció en 2006 tras armar uno de los principales grupos de alimentación de España, pero Pilar Gómez-Cuétara, al igual que todos sus vástagos y resto de la familia, acudió ayer al Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital cántabra para celebrar en la Comunidad junto a empleados, proveedores y miembros del sector primario regional el 50 aniversario de la organización. Cerca de 200 personas asistieron a un acto que sirvió para homenajear a la empresa familiar y recordar la evolución de este gigante del sector en el mercado local.

En cifras, en 2018 Pascual facturó 10,7 millones de euros en Cantabria, territorio en el que posee una destacada presencia también con 62 granjas proveedoras de leche, certificadas en Bienestar Animal. En total, Calidad Pascual llega a más de 2.300 clientes en territorio autonómico gracias a las ocho rutas de venta y su reparto capilar a toda la provincia. La penetración en el canal Horeca de Pascual es ya de un 50%, frente al 41% de la media nacional. Además, su delegación en la región se sitúa por tercer año consecutivo como la más eficiente de España por su alto nivel de ejecución, detalló la organización.

El presidente actual, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, rememora los estrechos vínculos de la compañía y la familia con Cantabria. En declaraciones a este periódico, el empresario arranca con que «Pascual tiene una doble relación. Por parte materna, mis abuelos son cántabros, mi madre también y yo mismo nací en Santander, por lo que hay un nexo afectivo. Pero también por parte de mi padre. Si bien es cierto que Pascual surge en Castilla y León, mi padre tuvo una enfermedad y casado con una cántabra vivió aquella etapa en esta tierra, por lo que empezó a poner en su momento tiendas de huevos y a generar actividad industrial. Por eso, en cuanto pudo puso en marcha actividad relacionada con la leche, primero con la recogida y después una fábrica para procesarla. Sobre todo, y desde 1991, actividad comercial. Cantabria aprecia los buenos productos y hemos tenido una relación muy buena en esta Comunidad».

Pascual emplea de manera directa en Cantabria a cerca de 40 personas, cifra a la que se suman los puestos de trabajo indirectos que genera su actividad. Por ejemplo, «de las 62 ganaderías con las que trabaja la compañía en la región y que, de media, llevan más de 25 años trabajando codo con codo con ellos. Todas estas ganaderías están certificadas en Bienestar Animal por Aenor en base al referencial europeo Welfare Quality, que demuestra la preocupación de la empresa por el cuidado de los animales como pilar básico de su cadena de valor».

De cara a las próximas previsiones. Para 2019 se estima una recogida total de más de 44 millones de litros, lo que supondrá en torno al 10% del total de leche concentrada en torno al grupo a nivel nacional.

La compañía familiar comenzó su actividad en la región cántabra a principios de los años 90 y, desde entonces, ha vivido un gran crecimiento que dio inicio en 1998 al traslado a unas instalaciones más modernas y con mayor capacidad. «Estar hoy aquí nos despierta emociones de los recuerdos y sueños del futuro por una delegación que sigue destacando como una de las mejores en los rankings de vendedores», declaró Pascual Gómez-Cuétara durante la convención.

De vuelta a la conversación con El Diario, el presidente de la corporación opina sobre el porvenir del sector lácteo en la Comunidad. «Es un sector bueno. Ha sabido organizarse bien en los últimos años, a diferencia de otras autonomías que han mantenido modelos de producción más clásicos. Aquí se ha mejorado la calidad y la producción, además de cierta concentración que ha funcionado muy bien. Por otro lado, la caída del consumo de los últimos años, unida al descenso de precios y la competencia, ha derivado en que los valores estén ajustados».

Eso sí, precisa que «nosotros trabajamos con ellos en toda su cadena de valor. Cómo gestionan la productividad de sus instalaciones, cómo tratan a los animales... Así conseguimos que su renta sea superior a la media. Hay que competir».

44

millones de litros de leche prevé recoger en Cantabria en 2019.

En definitiva, ¿ve porvenir a este área de actividad en Cantabria? «Sí, yo creo que tal y como se está organizando, sí. Cantabria tiene unas condiciones naturales para producir leche. Hay que seguir trabajando en que los ganaderos no sean sólo suministradores, sino también empresarios y sepan mejorar todo. Creo que los productores lo han entendido y se está notando».

Tomás Pascual Gómez-Cuétara igualmente pasa revista a la coyuntura autonómica y al estado del sector secundario en la Comunidad. «Cantabria tiene una cosa buena y otra mala. Es muy desconocida, pero con una actividad industrial potente y muy interesante. Creo que las perspectivas son buenas, dentro de que para bien o para mala no se conoce mucho fuera. Si se nos deja seguir desarrollando y no se llevan actividades a otras zonas se puede seguir creciendo. Quizá falte el famoso AVE o tren de doble vía a Reinosa y, en paralelo, un poco más de tamaño en las industrias».

Hablando del medio y largo plazo, el que le aguarda a Calidad Pascual. «Por la leche. Una de las reflexiones estratégicas de los últimos años es que el valor no está en un único producto sino en la materia prima. Nuestra apuesta pasa por sacar mayor fruto de esa materia prima y sus diferentes componentes y valores nutritivos».

62

ganaderías cántabras trabajan con Pascual, de media durante 25 años.

Como gran corporación, ¿percibe la compañía la famosa ralentización en una caída del consumo? «Todavía no mucho. La competencia de precios viene de mucho tiempo y los crecimientos siguen produciéndose. Estamos a la expectativa. Evidentemente, como empresa estamos preocupados ante la situación política y falta de estabilidad. En caso de que entremos en recesión, como ya empieza a ocurrir en el norte de Europa, nos puede afectar más al no tener capacidad de reacción inmediata para tomar medidas. Por otra parte, creo que estamos mejor preparados que hace diez años, cuando a una crisis de la construcción se le unieron una financiera y posteriormente otra económica. Ahora no ocurriría eso. Además, al estar dentro de la Unión Europea se están promoviendo medidas -las políticas del Banco Central Europeo- para que la economía no caiga tanto. En definitiva, no estamos solos ante lo que esté por venir», cerró.