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Apenas han pasado unas horas desde que Viesgo y Repsol firmaran el miércoles el acuerdo para traspasar parte de los activos de la compañía con sede en Cantabria a la corporación petrolífera. Unos compases iniciales en los que el presidente de la eléctrica, Miguel Antoñanzas, ... no ha dejado de hacer llamadas para explicar los detalles de la operación, cifrada en 750 millones y que incluye el trasvase del área de comercialización, dos centrales de ciclo combinado y las instalaciones hidroeléctricas, incluida la central de Aguayo. El mandatario admite que ni siquiera parte de su equipo directivo estaba al tanto de los pormenores de las negociaciones, que ha empezado a aclarar tras la comunicación efectuada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), trámite imprescindible al ser Repsol una empresa que cotiza en Bolsa. Tras un viaje exprés para informar a la plantilla de Santander de los efectos de la transacción, Antoñanzas se cita con El Diario para trasladar sus primeras impresiones tras concluir el proceso de venta. Como idea inicial traslada que todas las partes salen beneficiadas.
«Es una operación buena para España, Cantabria, la industria, Repsol, Viesgo y nuestros trabajadores»
La primera valoración del presidente se dirige directamente hacia las consecuencias del traspaso, que supone igualmente que Viesgo reoriente su actividad especialmente hacia la distribución y el campo de las renovables -a sus infraestructuruas actuales se va a añadir la instalación de un nuevo parque eólico en Cádiz- sin olvidar sus dos centrales de carbón en Puente Nuevo (Córdoba) y Los Barrios (Cádiz). Repsol, por su lado, logra de golpe dar un paso de gigante en su hoja de ruta para convertirse en un operador energético integral al incorporar activos de generación de bajas emisiones y hacerse con 750.000 clientes del negocio de comercialización. «La operación es buena para España, porque los activos se quedan en una compañía nacional con vocación de pertenencia. También para Cantabria, ya que mantenemos casi el 75% de la empresa y continuamos con nuestra plan de inversiones. En el área de distribución (Cantabria, parte de Asturias, Lugo y norte de Palencia y Burgos), 350 millones en los próximos cinco años, unos 150 en la Comunidad. Igualmente es beneficiosa para la industria, pues seguimos siendo la primera compañía del sector secundario en la región. Los accionistas de Viesgo -los fondos Macquarie Infrastructure and Real Assets y Wren House- están contentos. No quieren riesgos y nos centramos en negocios regulados de los que ya conocemos su rentabilidad, mientras que Repsol consigue lo que tanto estaba buscando. Los trabajadores también verán los beneficios de la operación, pues al repartirse los negocios cada empleado va a tener más oportunidades para crecer dentro de su ámbito».
El 60% o 65% del personal se mantendrá en Viesgo, y el resto «está garantizado»
En una operación de este tipo una de las principales preocupaciones es la del empleo. La venta, que prevé completarse en el último trimestre de año, aunque se quieren acelerar los trámites lo máximo posible, supondrá, según los cálculos de Viesgo, que un 35% o 40% de la plantilla actual pasará a Repsol, tanto la relativa a los activos en concreto que se van a traspasar como la del área de comercialización y servicios añadidos. Un detalle relevante, avanza la eléctrica, es que Cantabria será la base de una parte muy importante de los trabajadores tanto de Viesgo como de los que pertenezcan a Repsol. Todo ello, además, sin olvidar las empresas subcontratadas y del empleo indirecto, que la organización sostiene seguirá creándose en la Comunidad. Viesgo tiene en la actualidad cerca de 1.000 trabajadores, casi 400 en Cantabria. Antoñanzas va más allá y desvela que durante las negociaciones se ha pactado que parte del área corporativa de la organización pase a Repsol, de manera que tampoco se pierdan puestos de trabajo por ese camino.
«La sede se va a mantener aquí y se va a construir el nuevo centro de control en el Pctcan»
Antoñanzas deja claro que la sede «se va a mantener aquí» y que él también seguirá al frente de la entidad. Aún quedan muchos detalles por pulir, pero no se descarta que incluso se arrenden parte de los espacios que actualmente tiene la eléctrica para el desembarco de Repsol y el personal que tenga que asumir tras la operación. Igualmente confirma lo ya avanzado ayer por este periódico, que el centro de control que estaba previsto construir en el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (Pctcan) «se va a hacer». En relación a Repsol, «entrará con fuerza en Cantabria», ya que hoy en día «la base de operaciones está aquí, igual que la sede de las hidráulicas», todo ello con una vocación de crecimiento e inversión para poder completar el plan de la corporación petrolífera: alcanzar los 2,5 millones de clientes en 2025 y una capacidad de generación de bajas emisiones de 4,5 gigavatios. Sólo con la operación recién rubricada ha obtenido 750.000 usuarios y 2,35 gigavatios.
«Hemos cedido la marca durante un tiempo»
De cara al cliente, una de las mayores dudas gravita en torno a los cambios en la factura. ¿Llegarán los recibos a través de Repsol? ¿Se creará una compañía nueva? El presidente de Viesgo arroja luz a estas cuestiones y explica que «hemos cedido la marca durante un tiempo, con el objetivo de que Repsol pueda mantenerla y utilizarla durante el periodo que lo estime y vea más adecuado para su transición».
No sólo eso. El mandatario cree que «durante un tiempo» Repsol seguirá comercializando los servicios de luz y gas con la marca Viesgo, que finalmente «retornará a nosotros».
«No se va a vender la red de distribución» y «el peso de Viesgo se acerca a Cantabria»
Antoñanzas también quiso salir al paso de posibles dudas respecto al futuro de Viesgo en España de la mano de Macquarie y Wren House. «Que nadie piense que esta operación supondrá que empecemos a traspasar el resto de nuestros activos. No vamos a vender la red de distribución, eso hay que dejarlo claro. Nuestros accionistas están muy contentos con este negocio, que es el que les interesa desde el principio. El proyecto del fondo de inversión estaba pensado a diez años, por lo que no tiene sentido terminar cuando no se ha cumplido ese plazo ni mucho menos».
De hecho, precisa que «no sólo se mantiene aquí la sede de Viesgo, sino que tras la venta de parte de los activos el peso de Viesgo se acerca a Cantabria, entroncando con nuestra tradición centenaria. Si se echa un vistazo a cómo queda nuestro modelo de negocio, Cantabria es una parte importante, y una proporción relevante del mismo, tanto distribución como renovables, se localiza en zonas próximas».
«Repsol no quiere perder en la venta nuestro conocimiento sobre innovación»
La forma de hacer las cosas que Viesgo ha dictado en los últimos tiempos ha sido también una de las claves que han seducido a Repsol, según Antoñanzas. «Nos han insistido en que no quieren perder nuestro conocimiento sobre innovación». Además, abunda en el hecho de que Repsol «se lleva una unidad de energía eléctrica independiente», que supondrá la base para su proyecto «inversor y de crecimiento».
«En los últimos tiempos se ha reactivado el proyecto administrativo»
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, declaró el miércoles a este periódico que había hablado con el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y que le había avanzado el interés de la corporación por el proyecto de ampliación de la central hidroeléctrica de Aguayo, una actuación que en su momento E.ON cuantificó en torno a los 600 millones. Desde Repsol ayer optaron por la prudencia hasta que el traspaso esté oficialmente concretado, aunque sí destacaron la vocación inversora y de crecimiento que impulsa el plan de diversificación energética de la compañía. En este sentido, Antoñanzas reconoce que «se ha reactivado el proyecto administrativo de Aguayo en los últimos tiempos. Ahora tendrá que ser Repsol quien vaya pronunciándose al respecto, pero sí que es cierto que el martes se habló del tema con el presidente de Cantabria. A nosotros era un proyecto que siempre nos gustó mucho, pero que tuvimos que frenar ante la coyuntura económica que sufrió el país y el consiguiente descenso de la demanda energética. Ahora se está a las puertas de que una actuación de este tipo pueda resultar interesante», remachó.
«Las sensaciones son muy buenas y se plantea una transición energética ordenada»
El máximo responsable de la eléctrica también se pronunció sobre la nueva ministra de Medio Ambiente y Transición Ecológica, Teresa Rivera. «De momento vemos muy bien las propuestas, más si cabe cuando se ha planteado una transición energética ordenada. Las sensaciones son buenas y voy a tener una reunión inminente con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán», agregó.
Como complemento, aseveró que «haremos una gestión adecuada del carbón» mientras se van dando pasos para la reducción de su uso.
La operación acometida por Repsol para comprar parte de los activos de Viesgo por 750 millones dentro de su plan de diversificación para convertirse en una organización energética integral fue bien recibida tanto por los analistas como por el mercado.
Por ejemplo, Kepler opinó que «algunos inversores podrían sorprenderse por el tamaño de esta operación, pero en una única vez Repsol parece haber obtenido casi la mitad de los objetivos planteados para la expansión de su negocio de bajas emisiones en el plan de la compañía a un precio muy atractivo (con un gasto de tan sólo del 30% del presupuesto destinado para la expansión del segmento bajo en carbón)». Así las cosas, recomienda comprar acciones de Repsol y sitúa su precio objetivo en 18,5 euros por título, cuando la estimación previa se fijaba en 17,5 euros.
Otro diagnóstico lo ofrece el Banco Sabadell. «Valoramos positivamente que Repsol se centre en activos muy concretos y no en compañías (lo que implicaría mayor inversión y mayores precios). A pesar de que Repsol no aportó detalles, estimamos una aportación en Ebit de 60 millones de euros, lo que representaría un 2% del Ebit total de Repsol. Pensamos que el potencial de la compra reside en el desarrollo de un negocio alternativo para Repsol donde su imagen de marca le permitirá sin duda crecer de forma orgánica con facilidad, sobre todo en el negocio de comercialización».
Banco Santander, por su lado, igualmente valoró la operación. De hecho, concluyó que «hemos incrementado nuestro precio objetivo para Repsol hasta los 18,3 euros por acción desde los 17,8 euros (+2.8%) para los siguientes 12 meses debido al nuevo optimismo por inversión en los negocios principales e incidimos en nuestra calificación de 'mantener'».
El parqué saludó con optimismo el acuerdo y la petrolífera cerró la sesión bursátil con una subida del 0,42% a razón de 16,87 euros por cada título.
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