Pequeños accionistas de Sniace crean un 'lobby' para fiscalizar la compañía

Según avanza el presidente del colectivo, Carlos Dueñas, la iniciativa germinó «hace dos o tres años. Decidimos que había que coger el toro por los cuernos para buscar una mejora en la compañía. Somos un grupo de 28 personas hoy en día que aglutinamos el 2,8% aproximadamente del capital social», arranca, para agregar que «entre los diez miembros fundadores concentramos un 1,4% de la propiedad». Como referencia, el propietario principal, la ingeniería asturiana TSK y su responsable, Sabino García Vallina, ostenta un 16% de la organización.

Tras dejar claro que «no mordemos la mano que nos da de comer, pero queremos que esa mano se preocupe por nosotros», la asociación, que pretende captar nuevos integrantes y atesorar cerca del 5% del capital para que las inquietudes de los minoristas sean tenidas en cuenta a la hora de llevar la compañía en el día a día, ha remitido un documento a Sniace con una serie de requerimientos.

Un decálogo de exigencias que arranca con la petición de un listado de accionistas. En segundo lugar, mejorar la información y el hermetismo general de la firma. «La técnica habitual de la empresa ha sido mantener un hermetismo total de la gestión excepto en los momentos de extrema necesidad, esto es, durante la ejecución de las ampliaciones de capital. ¿Piensan seguir con la misma línea? Tenemos derecho a conocer como está 'nuestra' compañía y solicitamos una información detallada a nivel financiero, comercial, de negociaciones realizadas, etc.», defienden.

Al hilo de lo anterior, se persigue un conocimiento exhaustivo de las inversiones. «La justificación de la última ampliación de capital pivotó principalmente en la necesidad de implantar una nueva línea para la fabricación de toallitas dispersables de la cual poco se conoce», recalcan.

Como cuarta reclamación, demandan un «conocimiento detallado de los pedidos y ventas realizadas y expectativas de Sniace y del mercado, esto es, información concreta sobre «la evolución del mercado y el papel de Sniace: ventajas competitivas, puntos fuertes, puntos débiles, amenazas y oportunidades».

Entre las solicitudes prioritarias, «mejorar la confianza y credibilidad». «Solicitamos que se realice un plan de acción encaminado» a este objetivo «en todos los ámbitos en los que desarrolle su actividad y con todos los actores con los que se tenga relación». Íntimamente vinculada, otra demanda: «Mejorar la comunicación». El colectivo aquí se muestra duro y señala que «hay que mejorar la comunicación para ganar credibilidad [...]. Sin lugar a dudas, este punto debe cambiar drásticamente», advierten.

Entre las novedades perseguidas, después de aplaudir el cese de Mezquita, la asociación solicita la salida como consejero de Miguel Gómez de Liaño. En paralelo, se pide al máximo accionista, Sabino García Vallina, que «tenga la fuerza de dar un paso al frente para asumir funciones ejecutivas más destacadas y encabezar este ambicioso proyecto».

La asociación también demanda un cambio retributivo. Que los pagos sean variables en función de los resultados y que parte de los emolumentos llegue en acciones. Como cierre del decálogo, exhortan al Consejo a que realice un estudio actualizado sobre el potencial de Sniace y un cálculo independiente sobre la cotización que debería tener. Aquellos accionistas interesados en el proyecto pueden contactar a través de minoristassniace@gmail.com; la cuenta de twitter @minoristassnia1; o en Linkedin Minoristas Sniace.