Puertas Nueva Castilla culmina un ERE sin acuerdo y despide a la totalidad de la plantilla

De nada ha servido que se prolongara el periodo de consultas, que debía haber concluido el viernes, un hecho que había dado esperanzas a los representantes de los trabajadores. Fuentes conocedoras de la situación estiman que 57 personas se verán afectadas por la medida.

El anuncio de ERE llegó a finales del pasado año después de que los empleados denunciaran los atrasos que ha venido amasando la empresa con el personal, unas deudas que sobrepasan en algunos casos los 10.000 euros por cabeza.

Según las mismas fuentes, la organización ha pedido preconcurso de acreedores, y en esa coyuntura judicial se mantiene. Las deudas con otras partes más allá de los gastos de personal arrojan mayor incertidumbre sobre el futuro de la sociedad, cuya oficina principal se encuentra enclavada en el municipio de Polanco.

La Dirección de la sociedad inició la búsqueda de un inversor que pudiera hacerse con la totalidad o parte del negocio. Una actividad que se ha visto resentida en los últimos años, en especial con la última crisis, y que ha visto cómo iba menguando en facturación. Nueva Castilla, especializada en puertas de garaje, llegó a tener más de 100 trabajadores, cuando ahora apenas superaba la mitad. Además, la propiedad exploró negocios fuera de las fronteras nacionales, algunos de los cuales no han salido como estaba previsto, con el consiguiente perjuicio para el balance de la sociedad, causa también de la coyuntura actual.

Los trabajadores, al menos en un amplio porcentaje, formalizarán demanda contra las extinciones planteadas por la empresa de forma unilateral. La compañía ya ha notificado que deberá ser el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) el que se haga cargo de los abonos pendientes, tanto en concepto de retrasos como de las pertinentes indemnizaciones.

Aún resta por comprobar si hay un inversor que pueda revertir la situación. De hecho, sí que ha habido alguna empresa que ha trasladado su interés, algo que hizo pensar hasta el último momento en un desenlace favorable para el conflicto industrial. La plantilla queda a la espera de acontecimientos.

La Administración autonómica ha ayudado a Puertas Nueva Castilla en los últimos años. Como referencia, en mayo de 2015 el Gobierno todavía presidido por Ignacio Diego (PP) autorizó a través de Sodercán a que la organización accediera a una línea de créditos reembolsables para la consolidación de su actividad, la elaboración de un plan de desarrollo y el mantenimiento de empleo directo. Enmarcada dentro de las actuaciones del Plan Industrial de Cantabria para la cuenca del Besaya, la empresa se benefició, junto a Maga Metalúrgica, de un fondo de 3,4 millones de euros.

Poco más de un año después, en septiembre de 2016, Sodercán volvió a respaldar a Puertas Nueva Castilla. Ya con el Gabinete PRC-PSOE en Peña Herbosa, el Consejo de Administración de la sociedad pública aprobó también una operación que garantizara la continuidad de la empresa Puertas Nueva Castilla y el mantenimiento de los 60 puestos de trabajo con que contaba la compañía, mediante la ampliación por 450.000 euros del préstamo que tiene actualmente la empresa. «Se trata de una compañía que es rentable en su actividad, pero que atraviesa una dificultad puntual de liquidez», aseguró el ente regional en aquel momento.

No es la única empresa del ramo con problemas laborales. Puertas Roper ya firmó un ERE con 21 despidos y 16 traslados a Aguilar de Campoo con objeto de mejorar su rentabilidad. La firma igualmente cerró sus instalaciones de La Cerrada y recortó su red comercial a nivel nacional. ¿El objetivo? Que el incremento de las ventas que se ha registrado en los últimos tiempos tenga correlación en la cuenta de resultados. La separación de las dos familias propietarias de Roper asimismo fue clave en la situación, al quedarse una parte con el negocio y otra con instalaciones.