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Los trabajadores de Nissan Barcelona han trasladado este jueves su protesta a Santander, donde se han manifestado y han reclamado el apoyo de las instituciones para defender sus puestos de trabajo en sendas reuniones con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, que se han comprometido a trabajar para que la empresa no se vaya de España ni de Europa.
Al igual que ayer, unos 200 trabajadores de las plantas catalanas han llegado a Santander al grito de «Nissan no se cierra» e insistiendo a sus compañeros de la planta de Los Corrales de Buelna, donde se concentraron ayer, en que «no se fíen» de la dirección de la empresa porque «es muy mentirosa».
La manifestación ha comenzado en torno a las 10.30 horas en la zona de Puertochico, desde donde ha marchado hasta la Delegación del Gobierno encabezada por pancartas con los mensajes de 'No al cierre de Nissan, lucharemos por un futuro', a las que hoy se ha sumado una de Acciona, empresa de gestión de infraestructuras subcontratada por Nissan, en la que se podía leer 'Acciona en lucha, futuro para 25.000 familias'.
Al igual que en la jornada de ayer, los manifestantes han lanzado petardos y han gritado frases como «se va a acabar el terrorismo empresarial», «hay que derogar la reforma laboral», «obrero despedido, patrón colgado» o «si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra», y «si no se apaña, caña, caña, caña». También se han dirigido al presidente cántabro con un «Revilla, escucha, Nissan está en lucha».
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Asimismo, han criticado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien han llamado «mentiroso» y han pedido que derogue la reforma laboral, especialmente el artículo 51, que afecta a los despidos colectivos.
Además, han dicho que «habría que preguntarle cuánto le ha costado» el despliegue policial en Cantabria, algo de lo que se han quejado desde su llegada por la gran cantidad de efectivos de Policía Local, Nacional y Guardia Civil, incluso con la presencia de un helicóptero.
«Somos obreros, no terroristas», han insistido, aclarando que no buscan enfrentamiento con los trabajadores de la planta cántabra, sino avisarles de que «no se fíen» porque aunque hayan llegado a un acuerdo para su futuro con la dirección la semana pasada, ésta es «muy mentirosa» y a ellos también les «prometió» inversiones hace un año.
A su llegada a la delegación algunos representantes del comité de empresa y de los sindicatos se han reunido con Quiñones, que como delegada del Gobierno les ha trasladado que el Ejecutivo central está trabajando «incansablemente» para que Nissan se quede en España y en Europa.
A continuación, los sindicatos catalanes y algunos representantes de los cántabros han mantenido un encuentro en el Gobierno de Cantabria con el presidente Revilla, la consejera de Presidencia, Paula Fernández, y el director general de Industria, Raúl Pelayo.
Al término del encuentro, Revilla ha considerado que el cierre de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona es una «muy mala noticia para España y para Cantabria» por la dependencia que de ella tenían las instalaciones de la firma japonesa en Los Corrales de Buelna, que ahora pasan directamente a depender del centro operativo de Nissan en Reino Unido.
«Aunque nosotros hayamos salvado temporalmente los muebles, estamos hondamente preocupados», ha dicho Revilla en referencia al plan de viabilidad acordado entre la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores en la planta corraliega, con el aval del Gobierno cántabro.
También se ha comprometido el jefe del Ejecutivo a hacer un llamamiento al Gobierno central a apostar por la industria como sector clave de la economía de España -el segundo más importante después del turismo- y de Cantabria, donde existe un fuerte tejido industrial vinculado a los componentes de la automoción.
«Desearles lo mejor, porque lo mejor para ellos es lo mejor para todos y para Cantabria», ha concluido Revilla, que ha agradecido el comportamiento «correctísimo» que están teniendo los trabajadores de Nissan Barcelona en la región, a donde llegaron el pasado martes para hacer visible su problemática.
Por su parte, Miguel Ruiz, en representación del comité de empresa, ha asegurado que los trabajadores de Barcelona vienen a Cantabria «a sumar» y ha agradecido el apoyo de Revilla. «Se ha comprometido a darnos voz y va a hablar con Sánchez para que derogue el artículo 51, que lo modifique o que pongan un anexo que diga que una empresa que se ha beneficiado de las arcas públicas necesita un filtro», ha señalado.
Lo mismo le trasladaron poco antes a la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, de quien obtuvieron también el compromiso de trasladar esa petición al Ejecutivo central.
Las movilizaciones en la región terminarán la tarde del jueves con un encuentro con el alcalde de Los Corrales de Buelna, Luis Ignacio Argumosa Abascal, y una merienda de despedida con sus compañeros de Nissan Cantabria.
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