Ence paga 10,81 millones por quedarse con los activos forestales de Sniace

De hecho, el choque entre las partes derivó en septiembre en un proceso concurrencial entre Ence e IBS Capital. En otras palabras, una subasta a sobre cerrado para dirimir quién se quedaba con dicho perímetro forestal tras un pulso que se prolongó durante año y medio.

Como punto de partida, las subastas empezaban ligeramente por encima de los nueve millones, fruto de la pugna en el procedimiento entre ambos interesados. IBS venía reclamando desde el comienzo que Ence presentó su propuesta fuera de plazo -en junio de 2022, cuando la compañía vasca lo hizo dentro del periodo habilitado hasta final de abril de dicho ejercicio-, pero dichos argumentos fueron desestimados por el juez Andrés Sánchez Magro. A partir de ahí, modificaciones al alza de las diferentes pujas hasta llegar al citado arranque de la subasta a dos partes por encima de los nueve millones.

Según se recoge en el documento trasladado al Juzgado, la cifra final por la que Ence resultó adjudicataria fue de 10.810.001 euros. El productor de energía y celulosa no informó en su momento de la cuantía, que supone el mayor ingreso del proceso.

Este patrimonio, situado en Cantabria, suponía un total 3.362 hectáreas forestales, y engloba además otros activos, como son cinco huertos semilleros de eucalipto Nitens y dos especies comerciales de eucalipto Glóbulus, resistentes a las plagas locales de este cultivo.

«Ence continúa avanzando, así, en gestión forestal sostenible. Una línea de negocio estratégica para el Grupo y plenamente alineada con su apuesta por la bioeconomía», señaló a finales de septiembre la compañía. «Asimismo, esta adjudicación permitirá dar un nuevo impulso a su programa de desarrollo de nuevo material vegetal adaptado a las condiciones del cambio climático».

De dicha suma, 2,72 millones se han destinado a abonar el crédito privilegiado que Banco Santander ostentaba, en función de la hipoteca sobre las fincas registrales transmitidas.

Los créditos privilegiados de varios acreedores son un elemento nuclear en la liquidación de Sniace. Como ejemplo, CaixaBank también se quedó con las dos primeras fincas subastadas públicamente, por un importe de 500.000 euros, aunque aún no ha podido escriturarlas, al menos a fecha de entrega de la actualización concursal frente al magistrado Sánchez Magro.

Por otro lado, el informe de los administradores deja claro que los trabajos de achatarramiento y desmantelamiento de la instalación se prolongarán, «por su complejidad», al menos hasta finales de mayo después de que hayan prorrogado el plazo para el desarrollo de dichos trabajos.

Dicho de otro modo, al menos hasta que no estén finalizadas estas actuaciones Copsesa y RIC Energy no tomarán protagonismo en el recinto principal, del que son propietarios tras imponerse en subasta pública en julio por 6,2 millones.

Ambas firmas ya presentaron en diciembre su proyecto futuro para el recinto industrial, que pasa por levantar una fábrica de hidrógeno verde y derivados con una inversión estimada de 850 millones y la creación de 250 puestos de trabajo.

Antes del escenario final, los hitos intermedios. Entre ellos el Plan de Suelos que la Administración debe aprobar para verificar el grado de contaminación de la superficie de Sniace. Ambas partes se han reunido en otoño para fijar las líneas maestras del documento, que debe estar listo en este arranque de 2024. A partir de ahí se determinarán los muestreos que deben llevarse a cabo y, en consecuencia, los costes de la descontaminación del recinto.