Enrique Conde cree que Cantabria saldrá «perjudicada» por la dependencia del Gobierno de catalanes y vascos

«Yo no lo dudo», ha afirmado Conde en una entrevista a RNE recogida por Europa Press, en la que ha subrayado que el Gobierno de Cantabria «tiene que estar muy encima para que esto no suceda».

Por otro lado, ha censurado que Cantabria «no sabe utilizar los fondos europeos», y ha instado al Ejecutivo regional a «ponerse las pilas» en ese aspecto, y a insistir ante el Gobierno de la Nación en temas como el de la energía, que es un lastre.

Conde ha puesto como ejemplo las ayudas a la descarbonización, de las que España ha recibido una cantidad «ridícula», 90 millones de euros, y Cantabria «se ha quedado fuera». «A lo mejor hay que poner a funcionarios a trabajar únicamente» en este tipo de objetivos prioritarios, ha comentado el presidente de la patronal.

Conde ha señalado que los expedientes de regulación temporal de empleo que se están sucediendo en distintas fábricas cántabras «son mal síntoma». «El panorama no es halagüeño, hay que tomar medidas tanto a nivel nacional como regional», ha subrayado.

El presidente de la CEOE ha señalado que Cantabria no es de las primeras regionales a nivel económico y «se tiene que poner las pilas» para competir con las comunidades autónomas vecinas y las que están mejor posicionadas. «Hay que ser hábiles y rápidos, y cualquier parón es negativo», ha dicho en referencia al «amago» que ha habido en Cantabria la semana pasada por la crisis entre PRC y PSOE.

De igual forma, ha señalado que la inestabilidad política a nivel nacional «ha provocado que no se hicieran cosas positivas para la economía. »Queremos ser optimistas pero la realidad es que existe (entre los empresarios) un sentimiento de negatividad sobre la economía, el fin de año no ha sido bueno y el nuevo empieza con unas expectativas bajas«, ha comentado.

En todo caso, se ha congratulado de que por fin se haya formado un nuevo gobierno, al que el empresariado pide que sus decisiones no sean «unilaterales».

Asimismo, se ha mostrado convencido de que las mesas de diálogo social servirán para fijar no sólo objetivos a largo plazo sino también a corto plazo, y entre estos últimos, ha insistido en la necesidad de eliminar burocracia y agilizar los trámites administrativos. En su opinión, el silencio positivo y la declaración responsable «serían el gran dinamizador de la región, no sólo para las empresas sino para todos los ciudadanos».

Igualmente, ha considerado «lamentable» la situación de los planes generales de ordenación urbana, ha urgido la aprobación del plan regional de ordenación del territorio y ha reclamado «un mayor proteccionismo» no sólo para las empresas de Cantabria sino en general para «todo lo cántabro».

Así, ha criticado que mientras en Cantabria se lleva «a rajatabla» la ley de contratos, «en Asturias y País Vasco no hay manera de que una empresa cántabra haga una obra» cuando a la inversa si es habitual.