Enwesa cierra trabajo para tres años tras renovar su colaboración con Navantia

Según recuerda la propia compañía, participada en un 82,55% por Ensa y el 17,55% restante por Westinghouse Technology Services, «la aportación de Enwesa al proyecto S-80 de Navantia se cuenta entre las más relevantes dentro de las asumidas por empresas establecidas en Cantabria».

Enwesa empezó a trabajar con Navantia y los submarinos de la Armada en 2012. La empresa participó en los trabajos de la gran carena del S-70, con la que se buscaba mantener la operatividad de este submarino hasta la entrada en servicio de la nueva serie S-80.

En el caso del proyecto S-80 la participación de Enwesa se articuló en dos niveles. Por un lado, realizar el montaje mecánico y la soldadura de grandes estructuras en el propio astillero de Cartagena donde se ha construido el S-81 y donde se construirán también el resto de unidades de la serie y, en paralelo, suministrar equipos de «altísimos requerimientos técnicos» fabricados en Cantabria.

Para el trabajo en el astillero, Navantia organizó la construcción del S-81 dividiendo el submarino en cuatro grandes secciones y adjudicando los trabajos de cada una de ellas a empresas diferentes. Enwesa fue la responsable de elaborar y montar las estructuras y montajes mecánicos de una de las cuatro secciones. La compañía incide en que «los requerimientos que plantea un buque de estas características muestran la relevancia de los trabajos de ingeniería realizados, que incluyen fabricación y montaje de tuberías y tanques, entre otras estructuras vitales para el funcionamiento de un submarino», anota.

Los equipos fabricados en las instalaciones de Heras engloban la fabricación de uno de los dos intercambiadores de calor del agua dulce/agua salada con que se equipará al S-81. Los trabajos cántabros en el S-81 tuvieron una duración en torno a dos años, y correspondieron a su primera fase -del 2009 al 2012- tanto en los talleres de Enwesa como en el astillero murciano.

Estos contratos se obtienen vía licitación pública, por lo que la organización pone en perspectiva la trayectoria completada. «Para Enwesa trabajar para Navantia supone estar introducida en proyectos de primer nivel y poder aportar nuestro personal cualificado para el desarrollo de estos proyectos. Estos trabajos suponen además una referencia en términos de calidad y son valorados por otros clientes», señala la entidad, que espera que «surjan más proyectos» para aumentar su relación como proveedor.

El encargo de cada submarino involucra aproximadamente a un centenar de trabajadores durante diferentes fases, según las especificaciones de cualificación profesional de cada avance en el proyecto.