«España debe priorizar los salarios dignos, pero sin dificultar la creación de empleo»

–Su libro lleva por título 'El contrataque liberal'. ¿Ante el ataque de quién?

–Ante el ataque populista, que ha tenido sus primeras victorias en el Reino Unido con el 'Brexit' y en Estados Unidos con Donald Trump.

–En su obra igualmente habla del concepto de 'precariado'. ¿Cómo se acaba con esa 'clase social' en España?

–Hacen falta tres cosas: Cambiar el sistema de contratación, con un acuerdo estable; en segundo lugar, un impuesto de la renta negativo, con un complemento salarial para que todo el mundo tenga ingresos suficientes; y, por último, que todos tengamos dinero para formarnos durante toda la vida, eligiendo el tipo de especialización.

–Habla de cambios en el sistema de contratación, ¿se refiere a rescatar su idea de contrato único?

–Sí. Creo que gran parte del problema del precariado excesivo que hay en España tiene que ver con el modelo de contratación, que fuerza a mucha gente a acogerse a contratos temporales e inestables.

–Usted fue muy crítico con la iniciativa de elevar el Salario Mínimo Interprofesional, ¿qué balance hace desde su incremento progresivo?

–El análisis del Banco de España de los datos sugiere que la subida de los salarios se compensa con la pérdida del empleo, de modo que la masa salarial global no asciende. En un país con el paro que tiene España la prioridad debe ser que la gente tenga salarios dignos pero con empleo, no dificultar la creación de puestos de trabajo.

–¿Qué solución plantea Luis Garicano para la problemática de las pensiones?

–Hay que pensar en el corto y en el largo plazo. Para el largo plazo, claramente tenemos que actuar sobre la productividad de la economía, incidiendo en la innovación. Buscamos que España sea el mejor país para tener hijos, cambiando las tendencias demográficas, algo que hoy en día está muy lejos de ser una realidad. En el corto plazo, debemos asegurar las pensiones a quienes las tengan que percibir. Eso es fundamental.

–¿Cómo se cambian las actuales tendencias demográficas?

–La gente joven no es que no quiera tener hijos, es que no se lo puede permitir. Por la crisis de la vivienda, la crisis laboral, los bajos salarios... Esas cosas hay que cambiarlas actuando sobre cada uno de estos ejes.

–¿Qué opina de la crisis actual en Cataluña?

–Lo veo muy mal. El Gobierno de España está comprando el relato de los separatistas y fracturando el constitucionalismo. Parece que está yendo por un camino extremadamente peligroso para el país. El asunto del relator ha puesto en cuestión la existencia del Estado. Sinceramente, me parece una infamia.

–¿Usted ya hubiera aplicado el artículo 155 de la Constitución?

–Sí, creo que el Estado de Derecho es lo más importante, es la Ley. El Gobierno de Cataluña no tiene ninguna intención de cumplir la ley. De hecho, está alentando la 'kale borroka'.

–¿Debería convocar elecciones Pedro Sánchez si no saca adelante los Presupuestos?

–Creo que debe convocar elecciones como prometió cuando tuvo la moción de censura, cuanto antes. Lo que dijo al salir fue que alargaría la legislatura todo lo que pudiera. Creo que debe convocar el proceso electoral cuanto antes.

–En su libro pone el foco en las competencias automónicas, ¿deben devolverse atribuciones a la Administración central?

–El problema que cito en el libro es que el Estado de las Autonomías se ha construido en función de las necesidad del PP o el PSOE para ganarse apoyos de cara a sacar adelante presupuestos. No ha habido planificación, sino que se ha venido haciendo a lo loco, sin eficiencia, dependiendo de lo que exigiera el PNV o CIU. Hay unas competencias penales que debieran pertenecer al Estado, al igual que las de seguridad, que sólo se debieran descentralizar si hubiese una lealtad absoluta, algo que no se está produciendo en la actualidad.

–Igualmente menciona en 'El Contrataque liberal' que el Cupo Vasco se negoció de espaldas a la sociedad, ¿ha perjudicado a comunidades limítrofes como Cantabria?

–Es evidente que en España hay cinco haciendas, las tres vascas, la navarra y la de España. Las del País Vasco usan su autonomía recudatoria para negociar de forma ventajosa con empresas, eso es evidente.

–¿Cambiaría el sistema de financiación autonómica?

–Sí, en pos de un sistema que garantice igualdad de derechos básicos para toda España.

–Hablemos de Cantabria, ¿es Félix Álvarez el candidato que bendice Ciudadanos para las elecciones autonómicas en la Comunidad?

–Tiene que haber primarias, pero a mí personalmente me parece que sería una candidatura excelente. Espero que se presente a las primarias y tenga el apoyo de la militancia.

–¿Ha habido últimamente un acercamiento entre Albert Rivera y Miguel Ángel Revilla?

–No soy consciente de ello. No estamos en clave de pactos. Estamos en clave de ganar las elecciones y salimos a por ello.

–En todo caso, ¿ve factible un pacto de gobierno entre Cs y el PRC de Miguel Ángel Revilla?

–No le voy a entrar a analizar posibles pactos. Todos los partidos constitucionalistas son formaciones con las que Ciudadanos puede hablar.

–Usted alerta en su libro del populismo de izquierdas y derechas. Miguel Ángel Revilla es un político muy mediático y que busca llegar a la gente con su lenguaje, ¿encaja en ese perfil que denuncia?

–Yo hablo de un populismo de derechas nacionalpopulista, él no tiene ese nacionalismo; así como de un populismo de izquierdas que propugna una sociedad irreal. Él no encaja en ninguna de esas corrientes, aunque evidentemente parte de su lenguaje y su forma de comunicar tiene esos defectos del populismo.

–El principal mensaje que lanza Cs en Cantabria es la rebaja fiscal conseguida gracias a sus enmiendas presupuestarias, ¿es partidario de armonizar el sistema tributario en todo el territorio nacional?

–Creo que no. Hay que tener unas bandas mínimas y máximas que permitan que haya autonomía pero sin que se produzca competencia desleal.

–Para cerrar, ¿qué previsiones tiene para la economía nacional a lo largo de 2019?

–Todo parece apuntar a una desaceleración. Tenemos ya muy bajo crecimiento en Alemania. El riesgo político sigue aumentando. Necesitamos un crecimiento sólido que dé garantías al sistema económico de cara al futuro.