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Oriol Costa Lechuga
«Tenemos una España vaciada de valores y sin un proyecto vital en el ámbito rural»
TERRITORIO RURAL INTELIGENTE

«Tenemos una España vaciada de valores y sin un proyecto vital en el ámbito rural»

Oriol Costa Lechuga

SARAY CEBALLOS

Lunes, 13 de septiembre 2021, 13:46

Perfil

Licenciado en Derecho y actual profesor de Economía Sostenible del Master en Formación Holística para la transformación ecosocial, Oriol Costa Lechuga cuenta con veinte años de experiencia como profesional del desarrollo sostenible. Profesionalmente hablado, y tal y como recoge en su perfil de LinkedIn, su misión es «identificar modelos económicos inspiradores en Europa, modelos replicables internacionalmente para fortalecer la economía local, generar un mayor impacto ambiental y social positivo». Así, Costa ha participado en más de cien proyectos de DynamisLAB, sociedad de la que es presidente y que se dedica al desarrollo de proyectos sostenibles vinculados a la agricultura y la alimentación ecológicas. Asimismo, ha formado parte en la dirección, gestión y comunicación de proyectos de miembros del Living LAB. En la actualidad, es fundador y director de EcoRegió, cuyo objeto social es crear una comunidad económica de ciudadanos que invierten en agricultura ecológica, «la revolución del MicroCapital para impulsar la Alimentación Ecológica Regional».

–¿Cómo definiría usted un Territorio Rural Inteligente?

–Un territorio inteligente se define des de su identidad, sus valores, su proyecto vital. Actualmente tenemos una España vaciada, vaciada de valores y sin un proyecto vital especialmente en el ámbito rural. Territorios rurales tenemos muchos, pero Inteligentes… Hay muchos proyectos con ganas y capacidad para cambiar la tendencia hacia la desertización agrícola, económica y cultural, que se va a acelerar en los próximos años. El monocultivo agrícola, el monocultivo económico del turismo y construcción han frenado parte del potencial que tenemos.

–Usted aboga por impulsar los territorios sabios, ¿qué son exactamente?

–Los territorios sabios son una evolución de los territorios inteligentes. Abogamos por ampliar el concepto de 'Smart Cities', ciudades inteligentes, ampliar ciudad por territorio y ampliar la visión para superar el inteligente, que se valora por lo tecnológico, domótica, automatización, etc. Algo que es importante pero, sin duda, también lo es introducir el para qué, por qué y con quién porpque la inteligencia acostumbra a centrarse en el cómo. Hay pocos estudios de 'Smart Cities' que incorporen planes para eliminar la pobreza, favorecer la agricultura ecológica etc. En el paradigma que estamos promoviendo, sin duda están muy alineados, pero siempre hay que insistir en el foco. La ecoeducación integra la inteligencia emocional, la social y la ecológica y un territorio sabio lo incorpora.

–¿Cómo encajan estos modelos regenerativos en el puzle de un Territorio Rural Inteligente?

–Los modelos regenerativos se basan en la sostenibilidad como condición previa. El modelo ecológico a veces se queda en el objetivo es no contaminar. La situación climática requiere intervenir para regenerar el suelo, que ha sido contaminado, explotado y desertizado. Si dejamos de contaminar, se continuará degradando la calidad ambiental. Estamos en un punto de no retorno. En España la situación es extrema: el 50% del territorio despoblado, entre el 75% y el 80% de España está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo, según el Ministerio. Claro que es posible crear oasis artificiales en medio del desierto, pero necesitamos recursos. No es muy inteligente esperar a ser un desierto para empezar a actuar. Los modelos regenerativos inciden en la fertilidad como capacidad de regeneración. En la agricultura regenerativa se ha avanzado mucho y el modelo es replicable en muchos sectores, como la arquitectura, energía, etc.

«Bienvenida sea la economía circular para alcanzar los territorios sabios e inteligentes»

–¿Es aplicable un modelo de economía circular en este contexto de TRI? ¿Qué ventajas supondría para estos entornos?

–Es precisamente aquí donde quería llegar. La economía circular se sitúa en el aprovechamiento de los recursos, diseñar de forma circular. Es algo evidente, demasiado evidente para los que llevamos años en la sostenibilidad. Un modelo de economía circular extractiva puede ser una empresa que produce un producto, lo vende y se aprovechan todos los residuos. Pero, ¿porque no analizamos la ecología del dinero? ¿De quién es la propiedad, a quién beneficia, dónde van los beneficios?

Si analizamos los modelos de comunidades energéticas, por ejemplo, puede ser una gran empresa que instala un parque solar, algo muy ecológico pero, ¿quién se queda el beneficio? ¿Qué empresas liderarán la transición que requieren los fondos 'Next Generation'? Un territorio sabio e inteligente promoverá comunidades energéticas que aprovechen el pabellones municipales, cubiertas industriales, cubiertas de vecinos donde sea más óptimo. Y lo importante es quién capitalizará los beneficios futuros, no solamente el ahorro. Bienvenida la economía circular para empezar.

–¿Existen diferencias entre las empresas de las zonas urbanas y rurales a la hora de adaptarse a esta economía circular?

–El concepto de la economía rural se basa, de toda la vida, en aprovechar en el campo todo, por ejemplo el estiércol o los residuos son abono, si se emplean bien, o contaminan los acuíferos, si se utilizan mal. El problema de las ciudades es donde ponen todos los residuos que generan, todavía no hemos visto ningún vertedero dentro de una gran ciudad.

–En este sentido, ¿es necesario que los empresarios rurales reconsideren su modelo de negocio?

–Deben generar comunidades basadas en la economía regenerativa, aprender a generar comunidades. Las ciudades nos han llevado a vivir el individualismo, consumismo extremo y es algo que seguirá y seguirá. Pero también esta cambiando el paradigma y tenemos que acelerarlo. Para eso promovemos un Consorcio Europeo de Nueva Ruralidad.

–Hemos hablado de empresas privadas pero, ¿cuál es el peso que debe tener la administración pública en todo esto?

–Utilizamos la metodología 'living lab', laboratorio vivo, donde para crear productos o servicios se interrelacionan administración pública, empresas, sociedad y universidades. En nuestro modelo el microcapital es el elemento aglutinador. Proyectos de interés público y privado tienen que ser la prioridad. Los 'Next Generation' muestran el camino.

–Por otro lado, la digitalización en lugar de la industrialización es uno de los nuevos paradigmas de los TRI, ¿estamos hablando de dos conceptos antagónicos?

–Territorios Sabios es como utilizamos la industrialización y digitalización. Creemos que son sinérgicos y avanzaremos eficientemente. Territorios que solamente se digitalicen e industrialicen. Tenemos que incorporar la inteligencia social, colectiva para avanzar todos.

«Abogamos por ampliar el concepto de 'Smart Cities, ampliar ciudad por territorio y ampliar la visión para superar el inteligente»

–Desde su punto de vista, ¿qué papel tiene esta digitalización y la innovación en la transformación de las zonas rurales?

–Imaginamos todas la oficinas de las grandes ciudades, repartidas en los pueblos. Todos trabajando cuatro días a la semana, porque un día lo pierdes en muchas ciudades entre ir y volver del trabajo, gracias a la digitalización e innovación, y la pandemia nos ha demostrado que esto es posible y necesario. ¿Porque no organizarlo bien? ¿Porque no organizamos un 'living lab' en cada pueblo, convertimos los TRI en TRS?

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