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Juan Carlos Ureta (Bilbao, 1956) es toda una referencia en la esfera económica española y voz legitimada para analizar la coyuntura nacional y mundial. No ... en vano preside Renta 4 Banco, entidad especializada en gestión patrimonial, mercados de capitales y financiación a empresas. El jueves acude a Santander para participar en una conferencia organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) en la que diseccionará las claves del actual ciclo de crecimiento económico. Como aperitivo, sostiene que el bitcoin ya ha muerto por la especulación.
-De cero a diez, ¿qué cultura financiera hay en España en la actualidad?
-Yo diría que hoy en día estamos en torno a un siete. Hemos mejorado un poco en los últimos tiempos.
-¿Cómo se puede elevar esa calificación?
-Las entidades financieras, los bancos ordinarios o especializados como somos nosotros, somos los que tenemos una mayor responsabilidad. Al hablar de cultura financiera siempre me refiero a la cultura de la inversión del ahorro, ya que puede haber otra parte relativa al manejo de las finanzas domésticas, por ejemplo. En cuanto a la inversión, creo que los bancos universales o los especializados como Renta 4 tenemos la mayor capacidad y responsabilidad de hacerlo. ¿Por qué? Porque somos los que estamos más cerca del cliente. En Renta 4 siempre hemos tenido como parte de nuestro modelo de negocio la pedagogía y la difusión de lo que es la inversión. España ha sido un país de ahorradores pero no de inversores. El mundo anglosajón lleva mucho tiempo invirtiendo, aquí el ahorrador medio ha empezado hace poco.
-Entre la ganancia potencial y la seguridad, ¿qué prefiere el inversor medio?
-El ahorrador medio apuesta por la seguridad. Lo que ocurre es que cuando hay casos como el año pasado, cuando las bolsas suben mucho, el ahorrador tiene esa tentación de preguntarse por qué él no puede ganar más. Ahí es cuando hay que explicarle que él no está en ese tipo de productos. Esa pedagogía también es importante.
-¿La crisis económica ha contribuido a afianzar esa tendencia a la certeza frente al riesgo?
-Sin ninguna duda, aunque también es cierto que en los últimos años ha habido un fenómeno que ha ido en contra de esa percepción de primar la seguridad. Es el denominado 'dinero barato' por parte de los bancos centrales y la consiguiente invitación al riesgo. Lo que está diciendo el Banco Central Europeo es que si quieres obtener una mayor rentabilidad por tu dinero hay que invertir en productos de riesgo. Si compras letras del Tesoro te van a pagar cero o negativo. Por eso en los últimos años ha habido una mayor tendencia hacia los productos de riesgo, aunque hay que gestionarlo de manera adecuada y orientando al inversor.
-¿Cómo reaccionan los inversores a derrumbes como el de Bankia o el Popular?
-Evidentemente, mal. El caso del Popular ha sido especialmente desafortunado, ya que le ha tocado a un banco que tenía fama de ser un banco seguro y bien gestionado. El hecho de que un banco haya desaparecido de la noche a la mañana es una mala noticia para cualquier ahorrador, pues muchos de ellos no entienden cómo una entidad supervisada y regulada alcanza un valor cero, o de menos 2.000 millones, de la noche a la mañana. Estos casos afectan a la confianza del ahorrador y deberían dar pie a una reforma del mecanismo europeo de resolución bancaria. No puede ser que por un problema de liquidez un banco se vaya a valor cero. No lo entiende nadie esto.
-Liberbank sufrió el acoso de los bajistas y la CNMV vetó las operaciones en corto tras la caída del Popular. ¿Cómo ve ahora este valor?
-La situación, balance y negocio de Liberbank no tienen nada que ver con el Popular. Ha hecho sus deberes muy bien, aunque fue sometido a una cierta crisis en el mercado de bolsa, por lo que creo que es otra señal de alerta para la mencionada reforma del mecanismo europeo de resolución bancaria porque está mal diseñado. Lo que vieron ciertos especuladores tras la caída del Popular es que podían atacar cualquier entidad y dejarla sin liquidez, por lo que podían hacerla caer. Liberbank está perfectamente capitalizada, pero es una muestra de que las normas europeas están mal diseñadas, insisto.
-¿Qué opina del auge de criptomonedas como el bitcoin y la tecnología blockchain?
-Hay que diferenciar la tecnología blockchain, que es muy novedosa y muy potente y permite transacciones aligerando mucho las cargas de intermediación. Esta tecnología ha llegado para quedarse y tiene muchas aplicaciones. El bitcoin y las criptomonedas han sido un fenómeno que ya está muerto por la especulación a las que se les ha sometido. Una cosa es que los bancos centrales creen monedas digitales, que lo van a hacer, y otra estas monedas privadas, que podrían haber tenido utilidad como medio de pago privado. La especulación ha matado al bitcoin y al resto de criptomonedas. Han perdido su credibilidad.
-¿Cómo ve la economía española para 2018 y 2019?
-Hay que situarla dentro de la economía global. En términos de crecimiento económico atraviesa un buen momento, pero en lo relativo a la fortaleza es evidente que es una economía débil debido a la deuda. Las economías avanzadas tienen un problema con esta deuda excesiva.
-¿Qué va a pasar cuando el BCE deje de efectuar compras masivas de deudas soberanas?
-Es una buena pregunta. Estamos viendo lo que está pasando en Estados Unidos con la subida de los tipos de interés, donde ya se está produciendo una gran turbulencia y los mercados de activos ajustan precios. En la economía real implica que se dispone de menos dinero. España y otros estados deben saber que ese día llegará y no seguir aumentando la deuda para no acabar pagándolo.
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