El Estado concede 5,7 millones para el proyecto que desde Cantabria busca obtener hidrógeno en el mar

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) propone, en un expediente resuelto la semana pasada y que cuenta con fondos europeos vinculados al Perte del hidrógeno, otorgar al plan 5,73 millones, que en una primera fase pretende testar en terrenos del Puerto de Santander, y posteriormente en alta mar, la tecnología para obtener hidrógeno de esos aerogeneradores offshore, así como el almacenamiento y transporte de la producción resultante.

En concreto, la propuesta de Bahía H2 Offshore consiste en acoplar a los parques eólicos marinos plantas flotantes donde se transformará la electricidad en hidrógeno y después en amoniaco, que se podrá utilizar como combustible verde para el transporte marítimo, permitiendo así su aprovechamiento 'in situ'. Esas plantas pueden ser barcos o barcazas, que en cualquier caso pretenden dar un salto importante a nivel tecnológico en la transición energética.

El amoniaco generado y almacenado en las plantas transformadoras de Bahía H2 también estaría disponible para ser transportado mediante barcos gaseros o umbilicales a tierra para su utilización en diferentes usos industriales, como la producción de fertilizantes. Sin olvidar que, como vector de transporte del hidrógeno, el amoniaco se puede convertir de nuevo en hidrógeno siempre que sea necesario.

El proceso de transformación energética que propone Bahía H2 comienza con la fase de electrólisis en la planta transformadora flotante, que permitirá utilizar la energía producida en el parque eólico offshore para obtener el hidrógeno del agua de mar. El proceso requiere purificar el agua salada para que el electrolizador pueda separar el oxígeno, que se liberará a la atmósfera, y el hidrógeno, que se almacenará a presión.

Por otro lado, un separador criogénico o por membranas, según el tamaño de la planta, se encargará de obtener del aire el nitrógeno necesario para producir el amoniaco. A partir de esos ingredientes limpios, aire y agua marina, un reactor combinará el hidrógeno y el nitrógeno para obtener amoniaco licuado

Una vez que se hayan testado los diferentes procesos en un prototipo a pequeña escala en un entorno sin olas como el del Puerto de Santander, el objetivo es hacer ensayos en el Bimep (Biscay Marine Energy Platform), ya en mar abierto y con un aerogenerador de 2 MW que permitirá escalar el tamaño de la planta y los volúmenes de producción.

La fase tres del proyecto contempla su instalación en parques eólicos comerciales en alta mar, donde la escala puede alcanzar gigavatios de potencia.

El plan está impulsado, según se comentó durante su presentación en 2021, por el Clúster Cántabria Sea of Innovation (SICC). Cuenta con el respaldo de la Autoridad Portuaria de Santander (APS) y del ecosistema de innovación e investigación de la Comunidad. En paralelo, hay otras autonomías también inmersas en la iniciativa, en especial del norte de España.

Se trata, en definitiva, de propiciar desde esta propuesta experimental una realidad comercial e industrial que pueda generar impacto en toda la cadena de valor del sector de la innovación energética y marina.

En cuanto a plazos, por el momento no se podrán cumplir los que el propio Bahía H2 Offshore tiene en su página web, aunque en todo caso la correlación será aproximada. Como referencia, los promotores aspiraban a que pudiera desarrollarse el prototipo de generación de amoniaco en el Puerto de Santander en 2022; que la fase dos, la integración con una turbina eólica marina operativa, llegara en 2024; y que la integración en aerogeneradores funcionando se alcanzara en 2026. Con unos meses de retraso, pero el proyecto empieza a caminar tras la asignación de fondos europeos.