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Miércoles, 10 de abril 2019, 10:09
Cuando te compras un coche nuevo, nuevo, debes realizar una serie de trámites administrativos concretos. Sin embargo, no es necesario que tú te ocupes de todo, pues puedes optar por dejar la mayor parte de las gestiones en manos del concesionario donde has comprado tu nuevo vehículo. Así, los responsables del concesionario se encargarán de entregarte el coche con toda la documentación pertinente para poder circular por el territorio español, aunque esto se reflejará en el precio final que tendrás que abonar.
Por otro lado, si decides encargarte personalmente para ahorrarte esta cantidad, que puede llegar a ser de varios cientos de euros, tendrás que cumplir con una serie de trámites que siempre serán los mismos. El primero: matricular el coche. Para hacerlo debes recopilar la documentación que te solicitará la Dirección General de Tráfico y realizar algunas gestiones.
Así, para poder matricular el vehículo debes llevar contigo el DNI; la tarjeta de la ITV, el permiso de circulación y la factura de venta, que te facilitarán en el concesionario -junto con el manual de instrucciones y de mantenimiento del coche y la garantía-; los justificantes de pago del impuesto de circulación y del impuesto de matriculación; y la solicitud de matriculación debidamente cubierta. Todos estos documentos serán los necesarios para acudir a la sede de la DGT y solicitar un número de matrícula para hacer las placas de tu nuevo coche.
Si has comprado un coche de segunda mano, los trámites administrativos varían en algunos puntos, pues el primer paso es la realización del cambio de titularidad del vehículo. Este trámite le suele corresponder al vendedor del coche, que tendrá que comunicarle a la Jefatura Provincial de Tráfico la venta, y la nueva titularidad en el Registro de Vehículos de la DGT. Tú como comprador tendrás que abonar el impuesto de transmisiones patrimoniales en Hacienda, en la Comunidad Autónoma correspondiente; abonar la tasa de cambio de titularidad; y aportar a la DGT tu DNI, permiso de circulación y los justificantes de pago de los anteriores impuestos y tasas, así como el contrato de compraventa firmado. Cuando se cumplan todos estos trámites, la DGT te facilitará un nuevo permiso de circulación para el coche que acabas de comprarte.
Sin embargo, una vez cumplidos los trámites necesarios, la matriculación para los coches nuevos, y el cambio de titularidad para los coches de segunda mano, tendrás que cumplir otro requisito fundamental antes de echar a rodar: contratar un seguro para tu coche o, si ya contabas con seguro en tu coche anterior, traspasarlo al nuevo vehículo. En el caso de que hayas adquirido un coche de segunda mano, también podrás quedarte con el seguro que tenía ese coche, con el consentimiento del vendedor y titular del seguro, y tras realizar un cambio de titularidad.
En este momento es conveniente recurrir a un comparador de seguros de coche, porque así podrás conocer coberturas y letras pequeñas, y comparar precios para poder tomar una decisión adecuada al asegurar tu nuevo coche.
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