Secciones
Servicios
Destacamos
Que las altas temperaturas nos afectan está fuera de toda duda. Tanto que cuando el mercurio de los termómetros despunta no se habla de otra cosa. Que sí «qué calor hace», que si «esto no se puede aguantar», que si «menuda asfixia»... las quejas ... se ponen entonces a la orden del día. Y precisamente eso mismo se han propuesto en la Universidad de Cantabria (UC), comprobar cómo impactan las olas de calor en España en un aspecto muy concreto, en la siniestralidad laboral. Una cuestión que es la primera vez que se analiza y cuyo trabajo de investigación ha dado como resultado, entre otras conclusiones, que efectivamente esas elevadas temperaturas conducen a un estrés que termina suponiendo un riesgo laboral, sobre todo a partir del tercer día de exposición.
Teniendo en cuenta que a raíz del cambio climático cada vez estamos más expuestos a fenómenos meteorológicos extremos, los autores de este estudio creen que era más que necesario este análisis para concienciar a la población. Así lo defiende Ana Santurtún, profesora de la Unidad de Medicina Legal e investigadora del grupo de biometeorología (Geobiomet) de la UC, que ha desarrollado el trabajo junto a compañeros de este mismo centro y de las universidades de Coímbra y de Sao Paulo. Dice Santurtún que en el momento de enfocar la cuestión, «la hipótesis de partida era que las olas de calor repercutirían en la salud laboral y, efectivamente, es lo que hemos comprobado».
Ana Santurtún
Investigadora de la UC
Las cifras han hablado por sí mismas, en concreto los investigadores pusieron el foco en datos de 2005 a 2021 en Madrid, Barcelona y Valencia en los periodos en los que existen olas de calor (cuando se registrasen temperaturas medias diarias superiores al umbral del percentil 95 durante al menos tres días consecutivos). Dar con un porcentaje claro que refleje en qué medida se traduce el calor en accidentes es complejo porque «hay muchas variables difíciles de controlar como los factores de riesgo del trabajador, el medio laboral y el entorno natural»; no obstante, la profesora traslada que «para hacerse una idea, en Madrid tras tres días de calor el riesgo de accidentes laborales asciende en torno a un 5% y en Valencia a los cinco días de exposición el incremento es de un 13%».
No obstante, para la experta la importancia está más allá de los porcentajes. «En lo que hay que reparar es en que existe una relación estadística significativa entre calor y siniestralidad y es algo que se tiene que tener en cuenta de cara a la prevención». Al respecto, recalca que «hay que ser consientes de que el medio natural repercute en la salud de los individuos tanto de forma directa a nivel cardiovascular o a nivel respiratorio como de forma indirecta, porque cuando estamos en un medio que no genera confort, descansamos peor y nuestra concentración es inferior, lo que lleva a un aumento de accidentes». Así, el estudio desarrollado enumera una serie de cuestiones que hay que considerar para disminuir este impacto. Entre otras recomendaciones, establece que trabajadores y empresas tienen que estar atentos a los pronósticos meteorológicos, adaptar los horarios dependiendo de las actividades y el entorno en el que se desarrollen y pone el acento en la necesidad de tomarse descansos y estar bien hidratados.
El estudio no repara en la naturaleza de los accidentes más habituales en periodos de altas temperaturas, pero «es algo en lo que estamos trabajando ahora en una segunda fase del proyecto con una distinción por sectores profesionales», adelanta la investigadora, que a su vez incide en que «son preguntas que en un futuro, espero que próximo, podré responder». No obstante, el trabajo ya presentado llega a otras serie de conclusiones que resultan «novedosas». Entre ellas, el hecho de que existe una mayor tasa de accidentes laborales en varones que en mujeres, pero esa diferencia se va acortando con el paso de los años. Algo que los autores creen que se debe, entre otras hipótesis, a que tradicionalmente los hombres han estado más ligados a sectores como la construcción o la industria, con una gran siniestralidad, pero que cada vez cuenta con más trabajadoras. Asimismo, han podido observar en el estudio que «en el periodo analizado la accidentalidad tiende a disminuir, con lo que las medidas de prevención que se están tomando están siendo efectivas». Así que, para que siga así, con esa tendencia a la baja, tal vez el siguiente frente contra el que tengamos que luchar sea el del calor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.