SEG Europa asegura que los pactos en la fábrica de Treto «se van a respetar»

Estas cuestiones se pusieron encima de la mesa en la reunión celebrada el lunes por vía telemática entre los representantes de la plantilla y el presidente de SEG Automotive Europa, Martin Ziegler. En la misma, según informó posteriormente la Dirección de Treto a la plantilla, sostuvo que los acuerdos rubricados en 2016 durante el proceso de venta de la factoría, en aquel momento en manos de Robert Bosch, al conglomerado chino ZMJ, «se van a respetar», lo que coadyuvará a «garantizar un futuro para esta planta». Aquellos pactos, además de garantizar el empleo, situaban a la fábrica como líder en Europa y le otorgaban la producción del sistema hibrido de motor de impulso y recuperación BRM hasta el año 2025.

Sobre esos aspectos quiere incidir el comité de empresa, que aspira a que los nuevos dueños ZMJ ratifiquen y firmen aquellos acuerdos consensuados en su momento con Robert Bosch para blindar la actividad y los puestos de trabajo en Bárcena de Cicero. De hecho, este miércoles mantendrán una nueva reunión con Ziegler para tratar de llegar a un punto de encuentro que permita eludir la huelga indefinida. Esta cita del lunes fue una de las primeras exigencias cumplidas tras la reunión celebrada el pasado viernes en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla), que finalizó sin avenencia entre las partes.

Según explicó este martes el presidente del comité, Moisés Huerta, a Europa Press, la representación de los trabajadores sopesa trasladar a la Dirección una doble «propuesta» para «salvar» esta planta y los puestos de trabajo, basada por un lado en un plan industrial de futuro y, por otro, para que el ERTE sea «equitativo y no arbitrario». En Treto están en plantilla más de 700 personas y cerca de la mitad permanecen reguladas.

Según trasladó SEG al personal de Treto en una carta, Ziegler, que estuvo acompañado en la reunión telemática por el responsable financiero de la compañía en la región europea, Sven Debach, incidió en que la situación económica no es buena, algo que ya explicó durante su visita a Treto en enero, una coyuntura que se ha visto «agravada» por la crisis coronavírica, que ha derivado en un descenso considerable del número de pedidos y una caída significativa del mercado.

Por ello, SEG Europa ha empezado a reducir costes, aplicando el citado ERTE en Treto y el equivalente en la factoría alemana de Hildesheim, además de reducir en 200 personas la plantilla de Miskolc (Hungría). «Todas las plantas de Europa están realizando sacrificios», abundó el presidente, por lo que se deben buscar soluciones concretas para la situación de cada una de ellas, lo cual «será duro y nada fácil».

El comité, además, ha solicitado la mencionada garantía en el empleo y que se preserve la exclusividad en la fabricación del BRM. Junto a ello, que no se proceda a trasladar a México otras líneas productivas.

El presidente europeo también respondió a los temores del comité respecto a las declaraciones del CEO de SEG, Peter Sokol, en las que alababa el futuro de la fábrica de Hungría para albergar la producción de productos de 48 voltios. Ziegler precisó que «Miskolc va a poder estar preparada para fabricar el BRM en el futuro, en el caso de que la demanda del mercado sea superior a lo que se pueda producir en Treto», puntualizó. En todo caso, la amenaza húngara para Cantabria sigue ahí.

Las partes seguirán negociando este miércoles para evitar la huelga del próximo lunes.