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Donald Trump reconoce sin pelos en la lengua que su palabra favorita del diccionario es 'arancel'. Más allá de una cuestión de gustos supone toda una declaración de intenciones que, tras su reelección como presidente de Estados Unidos el pasado mes, ha provocado un ... terremoto en la eurozona, cuyos mercados se desplomaron tras su victoria. Y a Cantabria también le repercuten las políticas tributarias que se apliquen, o no, al otro lado del charco. En concreto, actualmente en nuestra región son en torno a 250 las empresas que exportan a EE UU; pero ¿tienen motivo para estar en vilo? Los números demuestran que la presencia del producto cántabro en el mercado estadounidense lleva años en caída libre, y sin frenos, en respuesta a ese proteccionismo exacerbado que ahora promete seguir endureciéndose.
La actividad comercial de Cantabria en Estados Unidos tiene una paradoja. Aunque ha ido creciendo moderadamente el número de empresas que siguen el sueño americano, su volumen de negocio en esas fronteras se está reduciendo drásticamente, según datos de la dirección Territorial de Cantabria del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Son más, pero con menos. Cuando Barack Obama dejó la presidencia en 2017, Estados Unidos contaba con un total de 211 compañías cántabras exportadoras (48 regulares, es decir, que lo hacían de manera ininterrumpida durante los últimos cuatro años), mientras que cuando culminó el primer mandato de Trump en 2021 eran 223 las empresas de nuestra región las que exportaban (68 regulares). Un número que también ha crecido durante la etapa de Biden, ya que el año pasado cerró con 254 (62 regulares). Sin embargo, el volumen de negocio se desploma desde los 174,98 millones de euros de exportaciones cántabras a EE UU con los que se cerró el periodo Obama, a los 79 millones en la marcha de Trump y los 64,85 millones del último dato disponible con Biden al cierre de este 2023.
Las cifras dejan en evidencia, según señalan desde el propio ICEX, cómo las políticas proteccionistas «ya han tenido un importante impacto sobre las exportaciones cántabras». Es cierto que hay que tener en cuenta que la primera era Trump se enmarca dentro de la crisis de la pandemia: justo en 2020 se produce la caída más abrupta en los envíos al gigante norteamericano con 79 millones de euros, 48 millones menos que el año anterior. Pero también coincide con un mandato en el que se endureció ese término que tanto gusta al entonces y ahora de nuevo presidente. Trump retorna con la perspectiva de más blindaje en esta actividad comercial. Aunque sobre todo con su principal competidor mundial, China, en el ojo de mira más que apuntando hacia cualquier otro mercado en particular. Según las amenazas de Trump, mientras el coloso oriental podría tener que enfrentarse en esta guerra comercial a una tasa de hasta el 60%, el resto se toparía con un porcentaje de entre el 10 y el 20%.
¿Cantabria tiene por qué temer a este nuevo horizonte? Desde ICEX valoran que «la exposición ahora a nuevas medidas es relativamente reducida». Más que nada porque ya se ha perdido mucho por el camino en este vínculo comercial. Tanto es así, que sobre el total de las exportaciones cántabras los envíos a Estados Unidos actualmente sólo representan un 1,9%, dos puntos por debajo que un lustro atrás y muy por debajo del 7,5% que se alcanzó con Obama en la Casa Blanca en 2016. Un descalabro que todavía es más importante si tenemos en cuenta que la región está inmersa en un proceso en el que su total de las exportaciones a todo el mundo ha crecido de los 2.342,12 millones de euros de 2015 a los 3.359,53 millones de 2023. Con lo que Estados Unidos actualmente queda relegado como el destino que ocupa el decimotercero puesto de las exportaciones de la comunidad (el primero del continente americano), ya que la Comunidad tiene muy concentrado su flujo comercial en Europa.
Analizando por sectores, la tendencia decreciente de la actividad exportadora de Cantabria está muy ligada a la siderurgia y a la fundición. De 46,3 millones de euros de pérdida, 41,3 millones podrían explicarse por el conjunto de estos dos tipos de productos. Concretamente ese cómputo ha pasado de ser el principal producto exportado a EE UU en 2015 a quedarse fuera del 'top ten' en 2023. Otros sectores que han sufrido son los vinculados a los químicos (con una perdida entre 2015 y 2023 de diez millones) y los componentes de automoción (que bajan 7,2 millones en el citado periodo).
Por contra, han crecido la exportación de los electrodomésticos, la maquinaria eléctrica y los cosméticos; sin embargo, ninguno parece tener una gran exposición al mercado norteamericano, sólo en el caso de electrodomésticos el porcentaje que representó la actividad con Estados Unidos supera el 10%, y ha sido un producto que ha venido creciendo a pesar de las políticas proteccionistas. Aún con todo, en 2023 los cinco principales productos llevados al gigante americano fueron químicos, otros sin elaborar, fundición, electrodomésticos y maquinaria eléctrica. Habrá que ver cómo le sienta al matrimonio comercial entre Cantabria y Estados Unidos el regreso al despacho oval de ese tercero en discordia que supone Trump.
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