Ferroatlántica quiere parar dos de los cinco hornos de la planta de Guarnizo

«Las negociaciones se han llevado acabo el lunes y ayer y van a seguir el próximo viernes», explicó el presidente del comité de empresa de la planta cántabra, Francisco de la Hoz, que afirma que los representantes de los trabajadores no quieren esta regulación, pero están negociando para lograr el menor impacto posible y llegar a un acuerdo que evite la aplicación unilateral por parte de la empresa. Añadió que el ERTE supone la paralización temporal de 2 de los 5 hornos que tiene la planta cántabra: 4 grandes y 1 más pequeño.

De la Hoz entiende que el grupo empresarial plantee que el elevado coste energético es la razón del ERTE y recuerda que el actual Gobierno de Sánchez se había comprometido a poner en marcha una normativa (se trabaja en el estatuto del consumidor electrointensivo) que beneficiara a las industrias electrointensivas como es Ferroatlántica. Se esperaba que pudiera estar antes de junio, pero la convocatoria de elecciones no hace presagiar que pueda hacerse realidad. «Los diferentes gobiernos han anunciado medidas y compromisos, pero luego no se han hecho realidad», plantea el presidente del comité que pide que tanto el Gobierno central como el regional «apoyen a la industria» ya que, según su opinión, «no se puede vivir solo del turismo».

De otro lado, Francisco de la Hoz recordó que Francia tiene aprobado un decreto para hacer más barata la energía a las empresas electrointensivas y «parece que está funcionando» ya que Bruselas, que mira a España con lupa, no ha puesto pegas a esta normativa. «Hay que apoyar a estas empresas, pero que quede claro que éstas tienen que comprometerse con inversiones y mantenimiento del empleo», consideró el sindicalista que dejó claro que no se trata de que reciban ayudas y luego se vayan y no las devuelvan.

De momento, en la planta de Boo de Guarnizo se está a la espera de las negociaciones de Madrid y con la esperanza de que se llegue al mejor acuerdo posible aunque siempre la aplicación de un ERTE es negativo para la plantilla que en la actualidad está formada por 140 personas.

Ferroglobe ha centrado sus argumentos en la entrada en pérdidas del grupo y ha planteado diversos escenarios para razonar el ERTE. Realmente, las cifras negativas fueron las de los últimos meses de 2018 porque el arranque del pasado año fue positivo, según han puesto de relieve los representantes sindicales. En este sentido, el grupo estima que si el coste de la energía sigue aumentando. como parece, la situación de las cuentas iba a empeorar y por ese motivo se ha planteado el ERTE.

Hay que recordar que en las fábricas del grupo el coste de la energía eléctrica llega a suponer cerca del 50% de los costes totales de producción, por lo que disponer de una energía competitiva es imprescindible para mantener la competitividad de las mismas. Según explicó la empresa recientemente, el coste de la energía de las fábricas españolas previsto para 2019 es un 300% más caro que en las del mismo grupo en Francia; un 240% más que las de Noruega; y un 190% más cara que en Estados Unidos.