La Autoridad Fiscal considera que no hay que realizar ajustes fiscales hasta 2022

Por ello, en su opinión no se puede hablar aún de subidas o bajadas de impuestos porque la situación económica es «muy complicada», aunque pidió que el Gobierno y el conjunto de las administraciones se pongan ya manos a la obra para elaborar un plan fiscal a medio plazo. «No podemos fijar una fecha exacta para poner en marcha el ajuste fiscal, pero dada la extrema incertidumbre, pero 2021 no es el año más óptimo para hacerlo porque los efectos en el PIB y el empleo seguirán siendo importantes», señaló la presidenta de la Autoridad Fiscal, que destacó que el año que viene es «muy probable» que las medidas de apoyo a la recuperación de empresas y familias sigan siendo necesarias.

Así, al menos hasta 2022 el país no debería realizar ajustes fiscales para no poner en peligro la recuperación económica. En Europa el debate sobre fiscalidad se va a aplazar a la primavera de 2021, por lo que España para entonces debe estar preparada con una estrategia fiscal de salida de la crisis «bien consensuada» ya que la posición fiscal española es «menos holgada» que la de otros países.

Herrero recordó que las cuentas públicas no eran las mejores al entrar en esta crisis. La deuda pública se ha reducido poco en los años de crecimiento y el déficit cerró 2019 casi en el límite del 3%. El organismo calcula además que el déficit termine 2020 por encima del 11%, sin descartar incluso que aumente hasta un 14% si hay un rebrote del virus en otoño. Esto disparará la deuda al 120% este año y el equilibrio presupuestario no llegará hasta 2030, aseguró la presidenta. «Pero la incertidumbre no es excusa para realizar una previsión fiscal a medio plazo, no se puede salir con éxito de esta crisis sin una visión que garantice la estabilidad», explicó.

El próximo jueves el organismo publicará la actualización de sus previsiones fiscales y macroeconómicas sobre España, pero la presidenta quiso adelantar que la institución ha empeorado sus proyecciones, elevando medio punto porcentual la caída del PIB prevista, que inicialmente se situaba entre el -8,9% y el -11,7% en sus dos escenarios planteados.

Este empeoramiento se debe a que el segundo trimestre se ha comportado peor de lo esperado por la institución y no a que la recuperación vaya a ser más lenta, apuntó, porque recordó que los buenos datos que se están publicando de mayo y junio se deben a que partían de niveles «extremadamente bajos» por la hibernación de la economía en abril.

En 2021 la economía experimentará una recuperación «gradual e incompleta» en un escenario ligeramente mejor que el previsto anteriormente, cuando preveían un repunte del PIB entre el 4,6% y el 5,8%. El mercado laboral estará «muy afectado» aún el año que viene ya que tendrá que absorber a los trabajadores de los ERTE que en algunos sectores como la hostelería alcanzó al 80% de los empleados.

Por ello, Herrero confirmó que a corto plazo los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) son «mecanismos muy eficaces», por lo que pidió mantenerlos «el tiempo necesario» para que acompasen su duración a la reducción de la actividad, que será diferente por sectores. «El daño causado por la crisis hace que a corto plazo sea necesario profundizar en las medidas de apoyo a las empresas y el empleo para que no se pierdan trabajos y compañías viables», señaló la presidenta del organismo.