Bernardo Bande

Presidente Aedaf
«La empresa familiar debe tener un marco fiscal mucho más facilitador»

Bernardo Bande es el actual presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales, que estos días celebra su curso de verano en Santander

Héctor Ruiz

Santander

Viernes, 20 de septiembre 2024, 11:18

Desde 1997, el Palacio de La Magdalena lleva acogiendo anualmente los cursos de verano que organiza la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf). Una cita que ayer volvió a tener lugar con la asistencia de más de 200 profesionales del sector y que hoy se vuelven a juntar para debatir sobre cuestiones vinculadas a la tributación de la mano de expertos. Entre ellos, el actual presidente la asociación organizadora, Bernardo Bande.

–Desde enero está al frente de Aedaf ¿cómo ha sido el comiendo del mandato?

–Es un auténtico honor porque es una asociación que se fundó en el año 1967 y la más potente de asesoramiento fiscal, con una gran actividad. No sólo por jornadas como la que estamos celebrando en Santander, también por los contactos institucionales que mantenemos. De hecho ahora estamos potenciando mucho las relaciones parlamentarias para que se nos escuche.

–¿Cómo está funcionando el curso de este año en Santander?

–Estamos muy satisfechos de la acogida, tenemos más de doscientos asistentes. En concreto, nos hemos focalizado mucho esta vez en abordar la empresa familiar, que es una cuestión de máximo interés para los asesores fiscales. Además tenemos unos ponentes de primer nivel, entre ellos inspectores de las administraciones autonómicas, directores de las administraciones tributarias o, por ejemplo, el presidente para el Consejo para Defensa del Contribuyente, Jesús Rodríguez.

–¿Es un mal momento para la empresa familiar?

–Es cierto que actualmente hay miedo a emprender. La gente joven y las empresas familiares les cuesta atreverse por los costes iniciales, la burocracia, etcétera. Nosotros en el curso estamos planteando qué fiscalidad tienen y los motivos por los cuales consideramos que les debe regir una mucho más favorable para garantizar su futuro. Es necesario que tengan un marco fiscal que facilite, en el que no paguen impuesto de patrimonio por la tenencia de esas participaciones o de esas empresas y que el relevo generacional no tenga coste. Y actualmente tenemos mucha inseguridad jurídica en esta materia.

–¿Considera que en España hay una buena educación fiscal?

–En absoluto. Siempre he defendido que desde las escuelas se debería de enseñar a los niños la importancia de los impuestos, los problemas que genera el fraude fiscal, lo esencial que son las empresas y, por tanto, ayudarlas con impuestos, el emprendimiento...

–¿Diría que existe una imagen negativa de los asesores fiscales?

–Me temo que sí, no se nos valora lo suficiente por la sociedad pero tampoco por las administraciones tributarias que deberían reconocer nuestra labor en la gestión de los impuestos. Damos mucho valor a los ciudadanos y a las empresas en una materia muy compleja. Y eso aunque hay quien dice que ayudamos a eludir el pago de los impuestos, y es algo que desde Aedaf nos parece inaceptable porque para nosotros combatir el fraude es fundamental, queremos que los contribuyentes paguen lo que tienen que pagar, ni más ni menos.

–El modelo de financiación singular de Cataluña cree que puede acabar repercutiendo positivamente a regiones como Cantabria?

–Como asociación nunca entramos en temas políticos, ejercemos nuestra función desde un punto de vista técnico; pero llevamos mucho tiempo diciendo que es necesario afrontar la revisión del sistema de financiación autonómica y el régimen de cesión de competencias a las comunidades y hay que hacerlo de forma rigurosa, transparente, basada en criterios técnicos y sin estar condicionada por urgencias coyunturales. Y creo que al ser la asociación más importante de socios fiscales del país se nos podría tener en cuenta para buscar consenso y rigor a la hora de legislar una materia de esta importancia y tan sensible. Según qué cambios incluso puede suponer un menoscabo de los derechos y garantías de los ciudadanos y puede haber un incremento en la conflictividad tributaria.