Un fondo busca adquirir en Cantabria pymes familiares sin relevo generacional

Borja Mesonero-Romanos y Juan Carretero son los fundadores y socios directores de este vehículo de inversión que, aunque de apariencia novedosa, sí que es una fórmula que ya se ha mostrado exitosa a nivel mundial, con más de 180 adquisiciones por todo el planeta y once en España llevadas a cabo por este tipo de entidades.

Taurus Capital está dando sus primeros pasos y por ello se encuentra aún en la fase de análisis y de establecimiento de contactos con empresas a las que les pueda interesar un planteamiento de este tipo. «Somos un fondo que hemos montado de una forma un poco novedosa. Al final la fórmula se basa en comprar la compañía con los inversores que tenemos detrás y operarla nosotros mismos con la idea de ser ese relevo generacional que muchas pymes necesitan. Estamos buscando por muchas regiones de España. Una que nos atrae bastante es Cantabria, puesto que tenemos lazos familiares con la Comunidad», arranca Carretero como presentación.

El 'target' está muy definido. «El empresario mayor que ha creado compañías de éxito pero que sus hijos no quieren o no pueden sucederle, o simplemente no tiene a quién dejarle su empresa. Nuestro planteamiento pensamos que viene a ocupar un hueco que hasta ahora no se había explotado», agrega.

El fondo tiene apenas dos meses de existencia y cuenta en la actualidad con 20 inversores. Los mimbres de este vehículo de inversión reposan en la relación personal de sus dos fundadores. «Juan y yo nos conocimos antes de ir a hacer un MBA a Estados Unidos. Durante esa formación hubo muchas oportunidades profesionales y empezamos a conocer este modelo de inversión. Nos gustaban otras cosas, pero ésta era una oportunidad que nos encajaba muy bien. Al final, para ser empresario tienes dos opciones: Montas algo de la nada o inviertes en algo que funciona para intentar mejorarlo», detalla Mesonero-Romanos.

Dos años después de la finalización del MBA, finalmente ambos profesionales ya empezaron, desde comienzos de 2020, a darle forma. «Luego vino el confinamiento. Realizamos toda la búsqueda de financiación encerrados. Lo hicimos telemáticamente y se nos abrieron muchas oportunidades», agrega.

Respecto a la veintena de inversores, la mitad son españoles y la otra mitad de procedencia extranjera. «Hay fondos institucionales e inversores personales. Lo bonito de este modelo también es que muchos son ejecutivos de una edad que están dando un paso a un lado y lo ven como una inversión, pero también como una especie de tutelaje nuestro. Una relación complementaria que opinamos es buena para las empresas. Ayuda a generar confianza: dos personas jóvenes pero acompañadas de inversores con experiencia en consejos de administración y la alta dirección», anota Carretero.

Taurus Capital resalta «la alta calidad de las empresas españolas, creadas por gente que ahora tiene ganas de dar un paso a un lado y que con gente joven pueden ofrecer un salto con la introducción de nuevos procesos».

¿Qué perfil de operación busca el fondo? «Estamos interesados en compañías con ingresos que oscilen entre los diez y los 40 millones. Tenemos capacidad para organizaciones que igualmente ostenten un valor similar, entre los citados diez y 40 millones. Son las medianas empresas y pequeñas un poco más grandes», abunda Carretero.

Con esas coordenadas, ahora toca evaluar el ecosistema cántabra. «Tenemos un listado de empresas con las que queremos ir contactando en los próximos meses. Es una Comunidad que nos interesa mucho. Para nosotros es un proyecto vital, puesto que nos mudaríamos allí. Hay empresas a las que vamos a contactar seguro: de alimentación, sector químico, productos siderúrgicos... Por tamaño, rentabilidad y forma de hacer las cosas hay varias que nos encajan», abunda Mesonero-Romanos.

De entrada, un listado de en torno a un centenar máximo de sociedades. Ahora bien, cualquier interesado en hacer negocio con Taurus también puede contactar si cree que encaja en el perfil.