Secciones
Servicios
Destacamos
A medida que se acerca la hora límite para presentar oferta firme para quedarse con la unidad productiva de Sniace ya no es que se estreche el abanico de interesados, sino que algunos de los 'pretendientes' que se habían mostrado más decididos en este ... tiempo se están cayendo de la carrera por los restos de la antigua cotizada con complejo industrial en Torrelavega.
Uno de los fondos de inversión que más concienzudamente había analizado todos los elementos que rodeaban la actividad de Sniace en Torrelavega, con la producción de fibra y la economía circular como pilares de su planteamiento, decidió ayer a última hora que no daría el paso adelante. Los inversores, asesorados por antiguos responsables de la compañía y que habían visitado la fábrica en diversas ocasiones, se han echado atrás en un momento en que varios de los actores que se han mostrado atraídos por la liquidación coinciden en que la incertidumbre energética y la fluctuación de costes están pesando en las decisiones.
En este primer caso, otros factores añadidos. En primer lugar, las cargas hipotecarias que suman 22 millones, según los inversores, así como los IBI adeudados, por cerca de otros dos millones más. «Da mucho vértigo», admiten desde el entorno del fondo. En paralelo, la redacción del plan de liquidación, que exonera a la administración concursal en el caso de que aparezcan otros vicios ocultos. «Eso ha pesado», reconocen.
Pero no son los únicos que han optado por no apostar por los restos de Sniace. Otro fondo, que posteriormente tenía a la firma leonesa Drotium como interesada para alquilar los terrenos, acaba de comunicar a sus asesores jurídicos en Cantabria que tampoco presentará oferta. La firma emergente vinculada a la Universidad de León aseguró a El Diario en junio de 2021 que pretendía pujar por los terrenos para levantar dos plantas fabriles relacionadas con la movilidad del futuro.
En concreto, Drotium tenía pensado emplear un vehículo inversor cántabro y madrileño para ofertar por fincas con una superficie total de 577.282 m2, así como por las parcelas asociadas a la unidad de cogeneración.
En este terreno planeaba instalar, tras achatarrar, demoler e higienizar el suelo, aseguraba, dos fábricas de unos 250.000 m2 para fabricar su PRObus, un vehículo eléctrico «propulsado, autónomo y proactivo». Esta primera factoría pretendía denominarse 'Vehicla' y contaría con una superficie de 280.000 m2 con áreas de prensa y estampación; un lineal de montaje; y siete subconjuntos: propulsión, baterías, electrónica de potencia, climatización, computación, comunicaciones, carrozado. Este centro preveía fabricar 10. 000 unidades en 2025, hasta llegar a 50.000 en 2028. En segundo término, otra instalación de 120.000 m2 que acogería los servicios generales y la planta ÑE, un centro de 50.000 m2 dedicado a la fabricación de prototipos, diseño industrial, documentación de componentes y laboratorios. El ambicioso plan se quedará en papel mojado.
Este periódico ya explica en su edición de hoy que otros intermediarios, empresarios y grupos que se habían acercado a Sniace han descartado acudir a las pujas. Bien por falta de socios industriales, bien por falta de capital financiero o, también, ante las dudas de nuevo por la energía. Clemente Fernández, el cántabro que preside Abengoa y que igualmente había anunciado públicamente que encabezaba un proyecto de pequeños accionistas, reconocía ayer a El Diario que la «falta de visibilidad» del negocio en determinados aspectos como la evolución de los precios del gas o el C02 habían hecho imposible sumar a algún vehículo inversor a la iniciativa. «Lo he intentado por activa y por pasiva, pero al final no ha sido posible», admitía.
El plazo para presentar una oferta concluye hoy a medianoche. Los administradores concursales previsiblemente se reunirán mañana por la mañana para abrir los correos recibidos, en caso de que los hubiera. El Gobierno de Cantabria igualmente está pendiente de los acontecimientos.
En caso de no aparecer puja alguna, el proceso de liquidación entraría en una nueva fase en la que se empezarían a subastar los activos del complejo por lotes, de modo que igualmente la recaudación obtenida por la venta de los mismos sería bastante menor para la masa acreedora. El plan de liquidación establecía un valor contable para la compañía de 144,42 millones de euros. Para los terrenos fijaba su tasación, sobre el papel, en 36,62 millones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.