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Reinosa Forgings & Castings ya ha puesto encima de la mesa el escenario que dibuja para el corto y medio plazo. Un panorama complicado, con un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que la siderurgia campurriana pretende que esté vigente hasta diciembre de 2023. Es ... sólo el comienzo de una negociación, con lo cual se parte de posiciones de mínimos, pero igualmente la compañía sostiene que no habrá dinero para complementar el subsidio por desempleo durante el tiempo en el que los 528 trabajadores de la fábrica se vean afectados por la regulación.
Dirección y comité de empresa se reunieron en la mañana de este viernes después de constituir la Comisión Negociadora el día anterior. Como contexto, una factoría que lleva días parada por los precios de la energía, que se escapan del umbral en el que el complejo industrial de Reinosa es viable. Sin embargo, la última guerra entre Rusia y Ucrania no es más que una vuelta de tuerca más en el deambular de la factoría que Sidenor traspasó a la corporación NFL en 2018, que todavía tiene pendientes casi todos los anuncios de inversión y mejora prometidos en el momento de concretar la operación de compraventa.
Al menos así se desprende de las causas que justifican el ERTE. A saber, «los resultados negativos de los últimos años, en el plano del endeudamiento, así como en la capacidad productiva», según ha trasladado el comité a los empleados de la fábrica después del encuentro con los responsables de Forgings & Castings.
El escenario propuesto gira en torno a que el plan de ajuste alcanzará al 100% del personal, con una afectación del 60% de la jornada en el ejercicio de un año de 127 jornadas. El periodo de aplicación, el ya mencionado, hasta que arranque 2024 y con ello pueda abrirse una nueva etapa en Reinosa. Lo más importante, y aunque todo puede mejorarse, la pretensión de no complementar el ERTE. ¿La razón? Como la propia empresa ha trasladado desde que comunicó la necesidad de detener la producción, sus cuentas se han visto deterioradas por la escalada de los precios energéticos, que en casi la mitad de la cartera de pedidos no ha podido repercutir al cliente al ser contratos cerrados meses atrás. Otra consecuencia, la tesorería igualmente se halla en situación delicada.
27millones ha autorizado el Estado para la planta cántabra; 13,77 ya entregados
Los sindicatos centraron su reacción inicial en los efectos de que no hubiera complemento. En una plantilla con un convenio generoso, un trabajador afectado durante un mes completo sólo percibiría 1.182,16 euros brutos. Si tuviera un hijo a su cargo ingresaría 1.351,04 euros brutos y en caso de tener dos cobraría 1.518,02.
Sin entrar en valoraciones previas, el comité, conformado por CC OO, UGT, USO y CSIF, ha trasladado a la Dirección que las medidas propuestas «son muy duras para el conjunto de personas trabajadoras que formamos esta plantilla, las cuales no somos culpables de esta situación en la que nos vemos abocados y por ende trasladamos que nuestra intención en la negociación es mejorar estas condiciones, a lo que instamos a la Dirección a que haga una reflexión sobre las medidas planteadas».
Por otro lado, Forgins & Castings ha conseguido variar ligeramente su hoja de ruta y arrancará la acería el lunes, en principio con la idea de trabajar hasta el jueves.
causas
El motivo, uno de los clientes sí que ha asumido el incremento de los costes de producción. La compañía manejaba un escenario en el que tendría detenida la acería y la fundición hasta fin de mes, con pequeños encendidos para poder producir algo para determinados clientes. El hecho de que los precios de la electricidad se mantengan por encima de los 200 euros el megavatio/hora igualmente dificulta la actividad ordinaria de la organización, pues los propios gestores reconocen que con estas tarifas la fábrica «no es sostenible».
528trabajadores tiene Forgings & Castings, según los últimos datos de la empresa
De hecho, la factura energética se ha multiplicado por tres desde hace poco más de un año, a pesar de las actuaciones implementadas para compensar el incremento y adaptarse a las fluctuaciones del mercado.
No sólo eso. Las dudas igualmente se centran en cómo acabará el rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que entregó a la siderurgia cántabra el primer tramo de la financiación, un préstamo participativo de 13,77 millones sobre un total de 27.
Esta primera ayuda, que la compañía ya avanzó se utilizaría para circulante y no para inversiones, ya ha sido consumida. La SEPI todavía no ha desbloqueado el segundo tramo, un préstamo ordinario por 13,23 millones, algo que anhela la empresa para poder gozar de cierto músculo en lo que queda de año.
Dirección y sindicatos volverán a reunirse el martes para seguir avanzando en las negociaciones del ERTE. Resta por conocer si la empresa que encabeza el estadounidense Bruce Liimatainen podrá mejorar las condiciones planteadas en el encuentro.
Por el momento, el comité ha optado por no hacer más valoraciones más allá de las trasladadas en el comunicado a la plantilla, que se encuentra de nuevo en una situación compleja tras los episodios vividos en el último lustro con la segregación del negocio de grandes piezas, la entrada y salida del Gobierno regional y la venta a NFL frente al cántabro Javier Cavada.
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