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«Que los pobres sean cada vez más pobres y los ricos más ricos es un problema que debería preocuparnos a todos». Esa es una de las reflexiones que enunció la asesora en economía internacional Blanca Moreno-Dodson. Y lo dijo dejando fuera los «partidismos y sin hacer juicios de valor», hablando desde el pragmatismo porque, insiste, «la desigualdad, cuando es muy extrema, lleva a inestabilidad social». Con el objetivo de enumerar algunos de los aspectos que cualquier país debe tener en cuenta para seguir la senda del crecimiento, la experta aportó algunas de las claves a las que no se le debe dar la espalda. Cuestiones como el progreso tecnológico, la inmigración, la calidad de las instituciones, el correcto aprovechamiento de los recursos naturales... Todo ello, entre otros aspectos, frentes que se abordaron este miércoles en la que fue la primera de las ponencias de una nueva temporada del Foro Económico de El Diario Montañés, de nuevo con el Hotel Bahía como sede de las citas y con el patrocinio de la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria y Unicaja; así como con la colaboración de EDP, Galletas Gullón y Tanatorio Nereo Hermanos.
Moreno-Dodson quiso aprovechar la ponencia para ofrecer su particular mirada sobre el mundo, una amplia y con la perspectiva que le ha dado trabajar en instituciones de referencia de buena parte del mundo. No sólo su carrera profesional ha estado ligada durante más de tres décadas al Banco Mundial, en Washington DC, también ha estado vinculada a la ONU, como directora del Centro para la Integración del Mediterráneo en Francia, y al Parlamento y la Comisión de la Unión Europea, en Luxemburgo y Bruselas. De esta forma, quiso hacer una pequeña radiografía de la situación actual del mundo y sus dinámicas, pero para ello reconoció que disentía del PIB y el PNB como únicas variables para hacer un análisis en condiciones. Para la experta limitarse a esos datos es quedarse en lo cuantitativo y dejar al margen lo cualitativo. Por ello, propone ampliar el foco e incluir también la riqueza de los países como factor.
«Es evidente que de la globalización ahora hemos pasado a una tendencia a la regionalización», un proteccionismo que la ponente no ve necesariamente con malos ojos. «Nos hemos dado cuenta de que dependemos mucho de China y eso nos crea vulnerabilidad», pero insiste en que no es un camino sin vuelta atrás. «Es el momento de recuperar ciertas producciones y priorizar la comercialización con los vecinos en lugar de los países asiáticos».
«En todo los países que yo he estado el sector de la salud está infravalorado porque no da votos», expuso la experta e incidió en que «los políticos están más preocupados por construir un puente o una carretera que en si hay material médico suficiente». Cree necesario invertir mucho más en ello, y también en educación, para mejorar el factor del capital humano de los países y defiende que la solución es potenciar un partenariado entre sistema público y privado.
Moreno-Dodson hizo hincapié en la paradoja que supone que «nos molesta el inmigrante ilegal pero no el ingeniero que viene con un contrato». Insiste al respecto que España es uno de los países con la tasa de natalidad más baja y que «nos va a hacer falta población», pero insiste en que esa llegada se debe producir de manera regularizada y con un diálogo bilateral entre países que «no se está produciendo en la actualidad».
«Como si se tratase de una familia, hay que valorar el patrimonio con el que también cuenta cada región», dijo. En ese objetivo, destaca que los factores a tener en cuenta para ella son: la calidad de las instituciones, el capital humano y los recursos naturales. «Una economía puede estar creciendo en PIB a costa de una flagrante deforestación y eso también hay que medirlo», indicó al respecto la ponente. Por ello, mantiene que invertir en mejorar esos frentes es apostar por una proyección de futuro más halagüeña. «Lo cierto es que es normal que haya desigualdad en una sociedad, el problema es cuando es muy pronunciada porque conduce a una mayor inestabilidad y a la aparición de extremismos y populismo que aumentan más la tensión social existente».
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En la segunda parte de su presentación, la ponente aportó algunas reflexiones y soluciones por las que debería encauzarse el sistema. Su propósito fue opinar «de manera neutral y dejando al margen ideas que se asocian a uno u otro partido». En este sentido, una de sus aportaciones más clara fue que «hay que potenciar todos los sectores económicos». Empezando por «dar a la agricultura la importancia que merece, ya que durante mucho tiempo se ha quedado bastante relegada» y es una tendencia que ha provocado «un exceso de migraciones a la zona urbana». No obstante, en esta recolocación de la percepción de la cadena productiva, también cree necesario asimilar que «la era de la industrialización ha terminado» y afirma que el sector servicios es ahora el que lleva el peso en los países más desarrollados.
El progreso ha hecho que algunos sectores se queden obsoletos, y la experta no cree que, en muchos casos, la solución sea su reconversión. «Tenemos que asumir que vamos a tener que dejar caer ciertos sectores industriales», dijo al tiempo que incidió en que «obviamente hay que hacerlo correctamente, de la mano de programas sociales que ayuden a sus profesionales a poder especializarse en otros empleos».
En opinión de la asesora, el sistema actual no presta el suficiente respaldo a la pequeña y mediana empresa, que debe competir contra grandes compañías por las que, en muchas ocasiones, acaban siendo absorvidas. Es por ello que no sólo propone propiciar un partenariado entre ellas, también cree oportuno aumentar la tributación a las multinacionales que «en muchos países pagan menos impuestos que una familia de clase media».
¿Cómo ayudamos a nuestros jóvenes en su futuro profesional? Fue una de las preguntas del coloquio final, a lo que la ponente valoró que «no todos podemos ser abogados o médicos, la educación debe adaptarse más a lo que está reclamando el mercado laboral». Así que mantiene que actualmente es necesario invertir más en matemáticas, en ciencia y tecnología para «que haya más personas que contribuyan a aumentar la productividad en esos sectores».
No obstante, ni mucho menos mantiene que hay que desplazarlas fábricas. Es más, opina Moreno-Dodson que «se ha demostrado que dependemos en demasía de las tecnologías chinas y hay que intentar reducirlo», por lo que aboga por ir a por una economía en la que «nos apoyemos más entre vecinos». También hizo hincapié en que hay que promover el partenariado entre empresas grandes y pequeñas, buscar una colaboración entre ellas y no una absorción, para lo que cree que es necesario también apoyar más a las pymes. A su vez destacó la importancia del sistema público, al que le confiere un papel vital. Al respecto adujo que «la corrupción es el cáncer del desarrollo económico porque impide a los fondos cumplir su cometido real».
Respecto a otros temas como la inmigración, la experta es una férrea defensora de promover el diálogo bilateral entre los distintos países para favorecer un movimiento que se ajuste a la legalidad y a los mercados de trabajo. Asimismo, quiso hacer mención de manera sucinta al cambio climático como otro de eso frentes que debemos atajar, aunque esgrime que se está fallando en la estrategia. «Se trata como si fuera un sector independiente, y lo que hay que hacer es que vaya de la mano del resto».
A lo grande, en clave internacional, inauguró ayer su nuevo curso escolar el Foro Económico de El Diario Montañés. No obstante, si por algo se caracteriza este programa edición tras edición es por prestar atención a toda y cada una de las vertientes relativas a la economía. Ya sea micro o macro. Cerca o lejos.
De hecho la próxima cita, que tendrá lugar el 30 de octubre, será más concreta, más de estar por casa aunque también con proyección internacional, ya que el protagonista será César Díaz, presidente de la Autoridad Portuaria de Santander. Él será el encargado de presentar las actuales proyecciones de la estación marítima de la capital cántabra, que el año pasado cerró el ejercicio rompiendo su techo histórico al transportar casi 7 millones de toneladas, cifra que este 2024 tienen previsto superar.
Díaz, junto a Moreno-Dodson, se convierten así en los encargados de romper el hielo de una edición más de este programa organizado por El Diario Montañés en el Hotel Bahía con el patrocinio de la Consejería de Economía y Unicaja; así como con la colaboración de EDP, Galletas Gullón y Tanatorio Nereo Hermanos.
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