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En menos de una hora, el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), César Díaz, resumió en la ponencia que ofreció dentro del Foro Económico de El Diario Montañés los «más de 2.000 años de historia» del puerto de la capital cántabra. Destacó ... como puntos claves la conquista definitiva de Cantabria por Roma, su época medieval, su pujanza como metrópoli colonial y la crisis de finales del siglo XIX. ¿El futuro? Díaz lo tiene claro.«El puerto de Santander vive una de las fases más apasionantes de su historia». Los datos lo respaldan. El pasado año fue la estación marítima de la fachada norte que más creció, con un volumen récord de casi 7 millones de toneladas transportadas. Una cifra que este año se espera consolidar y seguir creciendo hasta los 8 millones, que es donde se ha colocado el listón a alcanzar en 2028 si todo marcha con viento a favor. Tanto es así que, con un informe de la Universidad de Cantabria en la mano, Díaz afirmó que la entidad que dirige ya aporta cerca del 14% del PIB a la economía de Cantabria.
En su disertación el presidente de la autoridad portuaria quiso plasmar lo arduo que es hacer que un puerto sea competitivo. Las constantes adaptaciones que son necesarias de ejecutar. «En el año 1900 el despacho de un barco de 120 metros de eslora requería 0,4 hectáreas de superficie en tierra. Ahora, poco más de un siglo después, un buque de 400 metros de eslora precisa ni más ni menos que 30 hectáreas, la eslora se ha multiplicado por tres y la superficie por 75», indicó el máximo responsable de la APS intentando ejemplificar que un puerto es un ente vivo en continuo cambio y ampliación. Y precisamente ese es «el principal hándicap» que enfrenta el de Santander, «el no disponer de superficie en el entorno para ganar espacio para la logística portuaria».
Pese a ese encorsetamiento, el puerto santanderino está encontrando vías para su desarrollo, en concreto las del tren. «Este es uno de los puertos con mayor tasa de intermodalidad ferroviaria, prácticamente el 15% de las mercancías que movemos pasa por el ferrocarril», apuntó el presidente de la APS. No obstante, la infraestructura con la que cuentan actualmente ya da síntomas de «saturación» en la terminal de Muriedas, por lo que insistió fervientemente en que el futuro crecimiento pasa por la estación intermodal de La Pasiega. Una infraestructura que para el último protagonista del Foro Económico de El Diario Montañés será necesaria más pronto que tarde.
No obstante, por el momento con la infraestructura actual hay margen para crecer. De hecho, el cierre de 2023 sitúo al de Santander como el puerto de la fachada norte que más había crecido, «muy por encima del comportamiento del conjunto de los puertos españoles, que descendió un 3,2%». Un dato fruto de esos 7 millones de toneladas transportadas que alcanzó por primera vez el pasado año, un 9% más que en 2022. Un creciente peso de su actividad que se refleja también en términos del Producto Interior Bruto (PIB). Díaz dio a conocer que «hace unos días» habían recibido el resultado de un informe que solicitaron a la Universidad de Cantabria para concretar su aportación a la economía regional, y el resultado arrojado es que la actividad portuaria generó en 2023 un impacto del 13,71%, con 2.200 millones de euros, lo que «marca un nuevo techo histórico» al situarse un punto por encima del último dato que manejaban, el de 2019, con un 12,72%. Pero lejos de quedarse ahí, Díaz apuntó a que «con cautela», el mismo informe adelanta que al cierre de este año el porcentaje podría «superar el 14%».
Para César Díaz, presdiente de la Autoridad Portuaria de Santander, la estación intermodal de La Pasiega no es una opción. Es más, «se tiene que hacer sí o sí», se mostró tajante. Y eso pese a que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se haya desmarcado del proyecto.
Para Díaz es una infraestructura que no sólo lograría que La Pasiega «pase de ser un polígono a un centro logístico capaz de atraer a muchas más empresas», también supone una importante vía para la constante ampliación del puerto. El máximo responsable del Puerto de Santander sostiene que la terminal de Muriedas que usa en exclusiva la estación marítima está soportando ya momentos de «tensión» y que pronto se verá desbordada. «Nos han dicho que podemos tomar medidas para optimizar su actividad, y aún siendo cierto por muchas cirugías que se hagan vamos a ver agotada la capacidad de Muriedas por lo que será necesario la estación intermodal». Eso lo sostienen en base a que la zona ferroviaria de Muriedas está enmarcada en una zona protegida, por lo que su ampliación «no es factible».
Con todo Díaz se muestra positivo con el futuro de la estación intermodal de La Pasiega, confía en que la realidad terminará cayendo por su propio peso y se verá su necesidad, por lo que acabará cobrando realidad. Es más, en el coloquio con el directo de El Diario Montañés, Íñigo Noriega, explicó que «como obra pública se trata de un proyecto relativamente sencillo» y con un coste «asumible».
En el horizonte, la Autoridad Portuaria de Santander se ha marcado el «ambicioso»objetivo de alcanzar en 2028 los 8 millones de toneladas transportadas, también para entonces ansían generar una cifra de negocio de 30 millones de euros, cuando el año pasado se cerró en los 25,1 millones, un 15% más que en 2022 y un resultado positivo de 4,1 millones de euros, un 64% más. Para Díaz el «exigente» plan es viable porque «tenemos los mimbres necesarios». Sobre todo por otro de los factores a tener en cuenta, y es que no sólo es una cuestión de cantidad de mercancías, sino de calidad de las mismas. «Históricamente Santander ha sido un puerto granelero de sólidos, pero gracias al crecimiento de la terminal de contenedores y la consolidación del tráfico roro hemos conseguido revertir esa tendencia y en lo que llevamos de 2024 la mercancía general, la que implica un mayor valor añadido a la economía, ya implica más del 50% y supera a los graneles sólidos». Así las cosas, y volviendo a hablar de volumen, «gracias a la nueva terminal hemos conseguido superar los 100.00 contenedores y estamos a un sólo puesto de entrar en el top diez de los puertos españoles en lo que se refiere a este tipo de tráficos».
«Para hilvanar lo mejor posible todos estos mimbres y de cara a afrontar los vaivenes del futuro con toda la resiliencia posible y ser capaces de alcanzar los objetivos marcados llevamos meses trabajando en un nuevo plan estratégico del puerto con la vista puesta en el año 2030 y nuestra intención es tenerlo finalizado antes de concluir el año», explicó Díaz. Esa hoja de ruta se completa con el paquete de inversiones 2024-2028 ya aprobado y que contempla una inversión global de más de 150 millones de euros». Entre esos proyectos se incluye la primera fase del muelle Raos 6 con 25 millones de euros, la ampliación del silo de vehículos con otros dos niveles más mediante 40 millones de euros y, entre otros, inversiones de mejora del ferrocarril con 4,5 millones de euros.
Asimismo, otros de los frentes en los que está invirtiendo la APS, según destacó su presidente, es en materia de innovación, en digitalización de sus plataformas, en adaptarse para la exigida descarbonización del transporte marítimo y proyectos culturales. «Esta visión del puerto como motor regional hay que desplegarla teniendo en cuenta no solamente nuestro impacto económico, sino también desde la dimensión ambiental y social», expuso Díaz incidiendo, por ejemplo, en el «importante esfuerzo» que se está haciendo por integrar la ciudad y el puerto para que coexistan de una manera más armónica, también rehabilitando espacios e instalaciones para el desarrollo cultural. Entre estos citó la última mejora del Palacete del Embarcadero y la disposición de la Estación Marítima para albergar una oficina de turismo y el museo de Machichaco.
El puerto se gestiona con autosuficiencia financiera, es decir, «depende exclusivamente de los recursos que genera el puerto y de su resultado económico», explicó el presidente de la APS e insistió en que «las inversiones que hemos aprobado no están financiadas desde los Presupuestos Generales del Estado, aunque a veces sí hay apoyo de fondos europeos». En el paquete de proyectos aprobado hasta 2028 se contempla una inversión global de más de 150 millones de euros.
La APS quiere cerrar antes de final de año su plan estratégico 2030. Para ello se ha realizado un estudio de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del puerto. En el lado positivo destacan, entre otros, la diversificación de la actividad y que Santander es líder de trafico roro y de automóviles en la fachada cantábrica. En el lado negativo, preocupa la competencia de los puertos de Bilbao y Gijón y la falta de una conexión ferroviaria óptima con Madrid y Bilbao.
Aunque para Díaz las siglas políticas tienen que quedar al margen en las relaciones entre el puerto y la ciudad, destaca que en el primer año de gobierno del PP «hemos vuelto a levantar los puentes y la relación es fluida». Así, entre otras cuestiones, destacó que «hemos definido lo que hemos llamado distrito urbano portuario de Santander, que estaría apoyado en cuatro pilares: cultura, innovación, sostenibilidad y salud y bienestar»
«El transporte marítimo es responsable del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y existe una creciente presión para reducir su huella de carbono», explicó Díaz señalando la descarbonización del sector como uno de los principales retos. «Cumplir con estas exigencias requiere altos costos para las navieras ya que deben adoptar sus flotas o utilizar combustibles más ecológicos, lo que también puede incrementar precio de sus servicios».
Otro de los efectos que se está dando en el transporte marítimo, «como ocurre en la mayoría de sectores», es la concentración de operadores. «Las siete primeras compañías transportan el 75% del volumen anual de contenedores del mundo», dijo Díaz. Además, explicó que «la concentración, entre sus efectos, tiene desde generar eficiencia y desarrollo tecnológico hasta limitar la competencia en el sector en cuestión generando posiciones de dominio».
«El intrusismo ha dejado de ser el problema, pero nos sigue preocupando», aseguró el presidente de la APS, que aprovechó la ocasión para agradecer en este sentido el trabajo de la Guardia Civil y la Policía Nacional en el puerto. Asimismo, incidió en que se va a seguir completando el cierre perimetral del espacio portuario para seguir reduciendo el impacto de los polizones. Apuntó que en 2021 se contabilizaron «más de 2.000 intentos» y el pasado año «sólo 35».
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