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«Desde la iniciativa del mundo privado y civil es como se construyen las sociedades maduras». Por eso el economista Juan María Nin Génova da valor a iniciativas como la del Foro Económico de El Diario Montañés, en la que se encuentra impartiendo la ... conferencia '¿Estamos a salvo?'.
«Hoy quizás no tanto». Es la respuesta que el experto en análisis financiero ofrece a esa pregunta. Un hecho que, por cierto, le recuerda Donald Trump y al «tema del botón», que vuelve a estar en los medios de comunicación un día sí y otro también.
'¿Estamos a salvo?' se plantea ante «nuevos riesgos externos y las debilidades internas que han aflorado» en los últimos tiempos. Como consecuencia, según Nin Génova, hemos entrado en un concepto nada racional: «La incertidumbre». Y añade un concepto adicional. «Si vivimos tiempos de incertidumbre, también de fragilidad. Esto vuelve a exigir un esfuerzo de madurez, para que esa sensación aterrice en el campo de lo racional y permita una reflexión madura. Todos sabemos que en economía, las cosas funcionan más por la apariencia de la realidad que por la realidad», explica.
La volatilidad política ha sido otro de los asuntos que el exvicepresidente de Caixabank ha analizado a lo largo de su conferencia. Una volatilidad, que según Nin Génova, choca con otro concepto muy interesante «que se refleja en un estado de nervios, de Wall Street y Hall Street. En Wall Street hemos visto como en el mes de febrero se han producido correcciones importantes en bolsa. Ese índice de volatilidad ha salpicado por primera vez en muchos años y ha tenido su reflejo en la Bolsa española, la de Londres o la de Frankfurt».
Y vuelve al origen de su conferencia. «Yo no sé si estamos a salvo, pero sí sé que la percepción de la realidad obliga a esta pregunta. Desde un punto de vista de gestión estamos abandonando la zona de confort», añade. ¿En qué momento se produce la pregunta capital? «Desde mi punto de vista estamos en el final de un doble ciclo. Yo he tenido la suerte de vivir de primera mano situaciones internacionales. He formado parte de Bilderberg, donde he podido constatar cómo se toman las decisiones cuando hay que tomarlas, pero tambén en el FMI y otros espacios. Al final, uno tiene que mojarse para presentar o transmitir lo que son opiniones».
Estados Unidos ha servido en la conferencia como ejemplo de buena gestión económica. «Han salvado el mercado financiero, la industria del automóvil, la sanitaria, han alumbrado nuevas tecnologías... La Reserva Federal decide no hacer más dinero, retirar ayudas monetarias y recuperar la normalidad. Los tipos de interés empiezan a subir y ya están al 3,7. En Europa estamos todavía con una política monetaria heterodoxa. Lo que ellos aprovecharon, nosotros estamos en el proceso».
«Yo creo que hemos favorecido algunas reformas estructurales. Por ejemplo, el saneamiento de una parte del sistema financiero. Hemos aprendido que frente a la opción de que se caiga todo, se ha producido un fenómeno que es como una bicicleta a la que se le sale la cadena; pedaleamos pero esa inercia que nos hace no caer, no llega a High Street. La bajada de tipos de interés ha producido la inversa del fenómeno y los multiplicadores de la renta variable están más altos que nunca», prosigue.
Para el abogado y economista es necesario el discernimiento, el análisis profundo. «La sociedad exige un trabajo en este momento inexistente. Vivimos en el mundo del tuit, una frase corta es suficiente para provocar adhesiones o rechazos».
Es necesario también, según Nin Génova, huir de diagnósticos fáciles y analizar con rigor las debilidades del sistema. «Preguntarnos si como en 2002 estamos creciendo sobre bases débiles, cuando el tipo de interés real negativo provenía de una decisión del BCE que beneficiaba al banco francés y alemán. La culpa fue nuestra», explica.
Hay que excitar el consumo, pero ¿de qué manera? Según el economista es el momento de políticas de oferta. «No podemos seguir adelante sin resolver temas como la educación o las pensiones. No sirve el 'ya veremos'. Si analizamos en profundidad, sabemos que volvemos a la catástrofe».
Para Nin Génova no se puede vivir una buena situación a costa de pasar la factura a hijos y nietos. «Hay que corregir la disminución del crecimiento de la productividad. El ejemplo más cercano es que en España hace once años, la deuda era de 300.000 millones y hoy es de 1 billón. Lo que crece como deuda pública ha bajado como deuda de las familias y deuda privada».
Existe un reto demográfico al que las pensiones y las migraciones también están ligadas. «Debemos volver a transmitir la percepción de que es a través de Europa como podemos construir reformas estructurales. Hay proyectos en marcha: la unión bancaria, el Mercado Único Digital, la Unión de la Energía o la Unión de los Mercados de Capitales»
Y el camino hacia esa unión política, según el abogado, pasa por nombrar un ministro europeo de economía y finanzas. «España está siendo muy pro europea. El paso previo a todo esto es la unión bancaria en la que ya se está trabajando».
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